"El problema no son las armas, sino la gente que quebranta la ley
La conversaci¨®n se desarrolla en la mansi¨®n de Tom Clancy, la misma ;donde sit¨²a el hogar de Jack Ryan, el protagonista de sus novelas. La casa es una especie de fortaleza militar, enorme, car¨ªsima y recargada, frente a la bah¨ªa de Chesapeake, en el estado de Maryland, a unos 70 kil¨®metros de Washington. En el jard¨ªn hay un tanque de verdad, desde el que Clancy dispara de vez en cuando para mantenerse en forma. Fue un regalo de su mujer que se suma a una galer¨ªa de tiro particular, una colecci¨®n de pistolas y toda clase de equipo militar.Clancy, de 46 a?os, se muestra mucho m¨¢s dispuesto a hablar de armas y pol¨ªtica que de literatura. No es capaz de mencionar un solo nombre de escritor en espa?ol y confiesa no haber le¨ªdo Cien a?os de soledad. Sus opiniones reflejan las de los sectores m¨¢s conservadores de EE UU. En menos de una d¨¦cada y con siete libros -dos de ellos llevados al cine: La caza del octubre rojo y Juego de patriotas- se ha convertido en multimillonario y por su ¨²ltima obra, Sin remordimientos, cobr¨® como anticipo 14 millones de d¨®lares (unos 1.700 millones de pesetas).
Pregunta. ?Por qu¨¦ todas sus novelas son best seller?
Respuesta. No lo s¨¦. Parece que a la gente le gustan mis libros. Cuando escrib¨ª La caza del octubre rojo, no era mi intenci¨®n escribir un best seller. Quer¨ªa escribir el mejor libro que pudiera, y no cre¨ª que fuese un best seller, porque no hab¨ªa sexo.
P. ?Sabe que ha introducido una revoluci¨®n en las novelas de esp¨ªas? Antes de Jack Ryan, todos los protagonistas de esas novelas estaban obsesionados con el sexo y ahora son modelos de castidad.
R. Lo hice aposta. Creo que el esp¨ªa medio es un tipo como los dem¨¢s.
P. ?Cree que su ¨²ltimo libro es violento?
R. Creo que es el menos violento de todos los m¨ªos en cuanto al n¨²mero de muertos.
P. ?Este mundo de la posguerra es todav¨ªa una fuente de inspiraci¨®n para sus novelas?
R. La literatura no va a cambiar. Todav¨ªa hay suficiente gente mala en este mundo de la que me puedo preocupar. Estar¨ªa loco si dijera que siento que la guerra fr¨ªa haya terminado porque no tengo temas.
P. Hablando de violencia en este pa¨ªs, ?qu¨¦ le parece la ley Brady [pol¨¦mica ley para el control de la venta de armas de fuego]?
R. La ley Brady no servir¨¢ para nada.
P. ?Por qu¨¦ no?
R. El problema no son las armas, sino la gente que quebranta la ley. En Nueva York, en 1943, hubo un total de 44 asesinatos, 44 en un a?o entero... El a?o pasado hubo casi 2.000. Ahora, ?qu¨¦ es lo que ha cambiado en Estados Unidos de 1943 a 1993? Lo que ha cambiado es la manera de tratar a los criminales. Por aquel entonces, el trato era mucho m¨¢s duro y, por tanto, ten¨ªamos menos crimen.
P. ?Est¨¢ a favor de la pena de muerte?
R. S¨ª. No me gusta, pero funciona.
P. ?Qu¨¦ m¨¦todo cree mejor?
R. La ¨²nica cosa que hay que hacer es matarles. No me importa c¨®mo... No quiero quemarles en la hoguera, no es un proceso limpio... El prop¨®sito no es causar sufrimiento, sino matar. Por tanto, lo que sea la manera m¨¢s c¨®moda. Por electrocuci¨®n, inyecci¨®n letal... Simplemente que se les mate, a m¨ª me da igual.
P. ?No tiene ninguna objeci¨®n moral a la pena de muerte?
R. No es que me guste, pero mi objeci¨®n moral es mayor frente a un asesinato que frente a una ejecuci¨®n.
P. ?Conoce alg¨²n escritor en espa?ol?
R. Tal vez s¨ª, pero no le podr¨ªa decir.
P. ?Ha le¨ªdo Cien a?os de soledad?
R. No. Lo siento.
P. ?Qu¨¦ recuerdo guarda de los a?os de Reagan?
R. Funcion¨® para m¨ª. Funcion¨® para mucha gente. Y tambi¨¦n acab¨® con el comunismo. Cuando Reagan lleg¨®, exist¨ªa la amenaza de guerra mundial entre el Este y el Oeste. El Oeste gan¨®. Y ganamos sin guerra.
P. ?Hay ahora una guerra entre los pobres y los ricos en Estados Unidos?
R. ?En Estados Unidos? No. No, la violencia en las ciudades norteamericanas no es entre pobres y ricos, es entre pobres y pobres.
P. ?Mandar¨ªa soldados norteamericanos a Bosnia?
R. Rotundamente, no.
P. ?Por qu¨¦?
R. ?Con qu¨¦ prop¨®sito? ?Por que tienen que ir all¨ª?
P. ?Qu¨¦ hacen en Somalia?,
R. M¨¢s que nada, estamos provocando la muerte de m¨¢s chicos americanos y no s¨¦ por qu¨¦. No env¨ªas las Fuerzas Armadas a una guerra, a menos que est¨¦n implicados los intereses nacionales de tu pa¨ªs.
P. ?Piensa entonces que los intereses norteamericanos estaban en peligro en Panam¨¢ o en Granada?
R. Panam¨¢ es uno de los intereses nacionales m¨¢s importantes de Estados Unidos. Construimos el canal para que pudi¨¦ramos mover toda la Marina de un Oc¨¦ano a otro... Interesa a nuestro pa¨ªs, por eso lo construimos. En Granada, intentamos prevenir la expansi¨®n comunista y la influencia cubana. Eso tambi¨¦n estaba dentro de nuestros intereses.
P. Recientemente, el general Colin Powell dijo que el pueblo norteamericano aceptar¨ªa a un negro como presidente... o a una mujer. ?Qu¨¦ opina?
R. Depende de qui¨¦n sea la mujer y el negro. Por ejemplo, Margaret Thatcher, s¨ª. Hillary Clinton, no. Colin Poweel, s¨ª. Jesse Jackson, no.
P. En P¨¢nico nuclear ofrece una soluci¨®n para Oriente Pr¨®ximo. ?Qu¨¦ le parece el plan de paz real?
R. La soluci¨®n tiene que funcionar y nada m¨¢s. Es casi una blasfemia que siga habiendo guerra en la principal ciudad santa del mundo.
P. ?Por qu¨¦ cree que la nueva tecnolog¨ªa es tan eficiente en la guerra y tan ineficaz en la lucha contra el tr¨¢fico de drogas?
R. Bueno, ?por qu¨¦ sirve un martillo para clavar clavos pero no sirve para atornillar?
P. Pero se puede fabricar un destornillador con la tecnolog¨ªa.
R. No es lo mismo, No hemos tratado el problema de las drogas de una manera inteligente. El problema con el uso de drogas en Am¨¦rica no es Colombia. El problema son los ciudadanos norteamericanos que quieren utilizar las drogas.
P. ?Piensa que la soluci¨®n ser¨ªa legalizar las drogas?
R. No. Para nada.
P. ?Entonces?
R. Haces que sea ilegal tener y usar drogas y castigas a la gente por ello.
P. Si la situaci¨®n de los drogadictos es la misma que la de los alcoh¨®licos, ?por qu¨¦ darles diferente trato?
R. ?He dicho que no debemos barrer los borrachos de la calle? S¨ª, creo que podemos hacer eso tambi¨¦n. A la gente le das dignidad y se queda tal como est¨¢ en vez de intentar mejorar. El fracaso no se institucionaliza; se intenta rectificar. Se rectifica el fracaso advirtiendo a la gente que se paga un alto precio por ¨¦l.
P. ?Cree que se ayuda a la paz dando armas a los criminales?
R. Hay entre 250 y 300 millones de armas en EE UU. Es poco probable que el ciudadano medio, que ama la paz y que tiene su pistola porque le gusta cazar, o simplemente porque quiere defender su casa, hiera a alguien con esa pistola. Por lo tanto, la verdad es que donde m¨¢s armas hay en EE UU es donde m¨¢s paz hay.
Babelia
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