M¨¢s sobre Durruti

El se?or Martin Smyth, para protestar contra aptitudes poco c¨ªvicas de algunos ciudadanos -presumiblemente de su propia ideolog¨ªa-, no duda en arremeter contra los anarquistas y contra el hist¨®rico militante del movimiento anarcosindicalista ib¨¦rico Buenaventura Durruti, con un desconocimiento absoluto de la idea anarquista y de la historia del movimiento. obrero espa?ol.En primer lugar, el anarquismo es una idea viva que no se ha quedado anclada en aqueIlas largas vacaciones de 1936 (en las que dio su vida por la libertad el compa?ero Durruti) como muchas otras ideas generales y algunos individuos particulares. Encontrar¨¢ el se?or Smyth muchos anarquistas que consideran la no-violencia como norma de vida.

En segundo lugar, expresar -como en la canci¨®n libertaria- que "la anarqu¨ªa es orden y amor a la vida", y no es ese "hacer lo que a uno le d¨¦ la gana" con que se la etiqueta generalmente.

Decir, tambi¨¦n, que Buenaventura Durruti, como muchos anarquistas de su tiempo, estaba contra la taberna, el juego y el burdel; fomentados por las posiciones tradicionales, capitalistas y reaccionarias. Las mismas que hoy d¨ªa negocian con las drogas alienantes, incitan al consumo, publicitan el autom¨®vil como bien social y atentan contra la ecolog¨ªa y la salud p¨²blica. Mija¨ªl Bakunin, padre del comunismo libertario en contraposici¨®n del comunismo autoritario de Carlos Marx, dec¨ªa: "Mi libertad termina donde comienza la de mis semejantes". Y es' una m¨¢xima que sirve para toda la humanidad, no s¨®lo para los anarquistas que intentamos (somos imperfectos pues somos humanos) llevarla d¨ªa a d¨ªa a la pr¨¢ctica. Y nosotros mismos somos nuestros m¨¢s severos jueces.

Por ¨²ltimo, subrayar que en el Ayuntamiento de Madrid no hay anarquistas, sino un popular partido de derechas procedente del r¨¦gimen anterior, al cual, supongo por su carta, vota el se?or Smyth.

Si hubiera anarquistas en alg¨²n concejo abierto otro gallo cantar¨ªa..-