Hyde contra Jekyll

Creador de casi un subg¨¦nero con caracter¨ªsticas propias, el conocido escritor de novelas fant¨¢sticas de horror Stephen King mantiene una variada relaci¨®n con el cine. Una m¨ªnima parte de sus abundantes producciones da lugar a pel¨ªculas atractivas: Carrie (1976), de Brian de Palma; El resplandor (1978), de Stanley Kubrik; Misery (1990), de Rob Reiner. Su ¨¦xito como escritor le lleva a adaptar sus propias novelas al cine como guionista, escribir alg¨²n gui¨®n original e incluso dirigir La rebeli¨®n de las m¨¢qu¨ªnas (1987).Realizada por el conocido especialista en pel¨ªculas de terror George A. Romero, La mitad oscura es la primera adaptaci¨®n que dirige de una novela de Stephen King, aunque a lo largo de su vieja amistad el popular escritor ha interpretado algunos personajes en obras anteriores del cineasta. No obstante, a pesar de la cercan¨ªa de sus mundos y haberse entusiamado Romero con el libro de King hasta el extremo de escribir, producir y dirigir la pel¨ªcula, el resultado deja bastante que desear y no se sit¨²a entre las mejores pel¨ªculas de uno y otro.

Punto de partida

Es evidente que La mitad oscura tiene un interesante punto de partida. El escritor Thad Beaumont es operado de ni?o de un tumor cerebral que resulta ser un hermano gemelo no desarrollado. Veintitr¨¦s a?os despu¨¦s, cuando decide acabar con George Stark, el seud¨®nimo con que escribe novelas de ¨¦xito, cobra vida y se convierte en ese hermano gemelo nunca olvidado, en la parte malvada de su naturaleza. El fallo de la pel¨ªcula es que esta idea no est¨¢ bien desarrollada, se centra en exceso en las criminales acciones del doble del protagonista.Adem¨¢s, este nuevo enfrentamiento entre Mr. Hyde y el doctor Jekyll, los m¨ªticos personajes creados por el gran novelista brit¨¢nico Robert Louis Stevenson, carece de cualquier reflexi¨®n moral o psicol¨®gica.

Al tiempo que su sentido del humor se reduce a que el escritor protagonista tiene dos beb¨¦s gemelos, que son el centro de los ataques de su malvado ¨¢lter ego, en el fondo celoso de ser a su vez gemelo, pero fallido.

Lo mejor de La mitad oscura es la escena final, aunque resulta demasiado larga. Tanto porque plantea el enfrentamiento directo entre el escritor protagonista y su malvado seud¨®nimo como porque materializa un ataque de gorriones que ven¨ªa intuy¨¦ndose a lo largo de toda la pel¨ªcula. Con una demasiado evidente influencia de Los p¨¢jaros (1963), de Alfred Hitchcock, marca el apoteosis de la historia y de la doble interpretaci¨®n de Timothy Hutton, el ¨²nico de los actores que tiene un personaje con una m¨ªnima complejidad dram¨¢tica.