Kassel muestra el arte por decreto de Stalin
La Documenta presenta 250 obras de una realidad id¨ªlica impuesta a los artistas
Para Unin, el arte era un reflejo de la realidad. Cuando en 1932 Yossif Vissarionovich Dschugaschvill, cuyo nombre de guerra era Stalin, el de acero, diagnostica que la realidad hab¨ªa cambiado y que "la vida se ha vuelto m¨¢s divertida" esta idea se plasm¨® en un decreto M Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, dirigido a- artistas, escritores y cineastas, que fueron obligados a abandonar el formalismo, que era como se llamaba a la pintura de la van guardia. La Documenta de Kassel, en Alemania acaba de abrir la hasta ahora m¨¢s importante muestra de arte del llamado g6realismo socialista" titulada Agitaci¨®n hacia la felicidad. El arte sovi¨¦tico de la era de Stalin.
Casi la totalidad de las m¨¢s de 250 obras procedentes de los archivos del museo estatal ruso de San Petersburgo son expuestas por primera vez fuera del territorio de la extinguida Uni¨®n Sovi¨¦tica, algunas de las cuales eran dadas por desaparecidas desde hace m¨¢s de medio siglo. Un arte que en Europa occidental e incluso en Rusia se conoce m¨¢s por referencias que por contemplaci¨®n, ahora y por primera vez puede ser apreciado por un p¨²blico occidental m¨¢s amplio.Para salvarse de la muerte art¨ªstica e incluso f¨ªsica, los artistas aplastados por el decreto de Stalin tuvieron que redescubrir al "realismo leg¨ªtimo", el posteriormente llamado "realismo socialista", y representar a hombres bien formados, alegres y optimistas, a trabajadores, soldados o camioneras orgullosas y valientes, pero siempre con un puritanismo en cuanto a lo er¨®tico y los placeres paganos en general. Es dif¨ªcil rescatar la fascinaci¨®n de estos cuadros, en los que las utop¨ªas del progreso del futurismo y constructivismo se encuentran con determinadas utop¨ªas totalitarias. La voluntad de crear un arte revolucionario ya en los a?os veinte y treinta hab¨ªa causado una nivelaci¨®n de los estilos m¨¢s que una diversificaci¨®n.
Esta joint venture cultural entre la Consejer¨ªa de Cultura de Kassel y el museo estatal ruso de San Petersburgo ha sido financiado casi exclusivamente por patrocinadores privados, y, seg¨²n el director del museo, VIad¨ªmir Gusev, 'fomentar¨¢ la discusi¨®n y la diversidad de opiniones. No se trata ni del apoteosis de Stalin ni de ridiculizar la ¨¦poca ni de nostalgia. Sin iras ni pasiones intentamos dar una muestra de un tiempo y c¨®mo se refleja en el arte oficial y no oficial. Esto es dif¨ªcil porque a¨²n no tenemos la suficiente distancia hist¨®rica para poder ser jueces objetivos de nuestro pasado". Seg¨²n Gusev, esta exposici¨®n tambi¨¦n servir¨¢ para empezar a profundizar en las similitudes entre el arte del r¨¦gimen de Stalin y el impuesto por el r¨¦gimen nazi.
Plagio libre
La pintura de los artistas sovi¨¦ticos reunida en Kassel se orienta siempre hacia los cl¨¢sicos y representa una realidad id¨ªlica llena de riquezas, cuando en 1932 el pa¨ªs viv¨ªa una hambruna en la que murieron miles de personas. Los pintores rusos se sirvieron de los fondos de la pintura a placer; el plagio para ellos no era delito, y estaban acostumbrados a la pintura de iconos seg¨²n r¨ªgidos c¨¢nones impuestos por zares, popes y finalmente dictadores comunistas. En pocos ¨¢mbitos es m¨¢s palpable la afinidad entre los Gobiernos totalitaristas de Stalin y de Hifier que en los documentos aportados por las artes pl¨¢sticas, sobre todo en la representaci¨®n de los cuerpos estilizados de hombres "sanos": recu¨¦rdense las pel¨ªculas de Leni Riefenstaffi, las esculturas de Arno Breker con ocasi¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Berl¨ªn, o la exposici¨®n de 1937 de M¨²nich titulada Arte degenerado, que marcaba el comienzo del fin de los m¨¢ximos artistas alemanes perseguidos por los fascistas por pintar a hombres "enfermos".De la evoluci¨®n art¨ªstica de los a?os treinta, radicalmente opuesta en Occidente y Oriente, puede dar prueba la coincidencia de que en la Exposici¨®n Mundial de Par¨ªs de 1937, en el pabell¨®n de Espa?a, Pablo Picasso expusiera su Guernica mientras en el pabell¨®n sovi¨¦tico se pudieron ver algunos de los ¨®leos monumentales exhibidos ahora en Kassel.
Seg¨²n el ideador de esta exposici¨®n, Hubertus Gassner, en primer lugar, es una exposici¨®n puramente hist¨®rica, y en segundo, una muestra de historia del arte. Antes de juzgar hay que comprender y ver para despu¨¦s poder formular un juicio. A¨²n est¨¢ por iniciarse la discusi¨®n sobre si se trata de arte o no, si los artistas pertenecen al grupo de las v¨ªctimas o de los culpables". Esta gran muestra hace posible que comience una fase de discusi¨®n en Rusia al igual que en Occidente.
?leo gigantesco
Entre las m¨¢ximas atracciones para el p¨²blico est¨¢ el ¨®leo gigantesco de 9 por 17 metros titulado Personajes honorables del pa¨ªs sovi¨¦tico, pintado por lo que la Revoluci¨®n bautiz¨® Brigada art¨ªstica, aunque, eso s¨ª, bajo la direcci¨®n de Vasili Yefanov. Este cuadro reaparecido el a?o pasado sobresale entre los 15 ¨®leos monumentales que no han sido expuestos desde los a?os treinta, y documentan el patetismo del realismo sovi¨¦tico en sus principios, algo que no se conseguir¨ªa nunca despu¨¦s.
Los tiempos de los horrores de los gul¨¢gs, sufridos por unos 20 millones de sovi¨¦ticos, se convierten en la exposici¨®n en una edad dorada del para¨ªso de los trabajadores y de los agricultores. Un cuadro de 1944 de A. Deyneca titulado Vida desenfadada muestra una decena de j¨®venes atletas sovi¨¦ticas corriendo cuesta arriba con la misma alegr¨ªa, el valor y la decisi¨®n que caracteriza tambi¨¦n a la Secci¨®n del presidio de la academia de las ciencias, de 1951, o El encuentro entre artistas y estudiantes de la academia de aviaci¨®n, de 1938.
Una sala recoge cuadros con motivos de la Segunda Guerra Mundial, mientras otra alberga obras de Malevich, Tatlin, fundador del constructivismo, y el subrealista Filonov, que prueban c¨®mo los vanguardistas o bien se adaptaron a las exigen cias del Estado o se fugaron en la tintura de flores y bodegones. Se encuentran tambi¨¦n en la exposici¨®n la estatua en tama?o natural de Lenin escribiendo, o el bronce de dos metros de altura Obrero y campesina, de Vera Mujina, expuesta por primera vez en la Exposici¨®n Mundial de Par¨ªs de 1937, o la estatua a la libertad de Konnenkov, que al igual que Mujina perteneci¨® antes de la Revoluci¨®n de 1917 a la vanguardia cubista futurista.
Aparte de unos 100 ¨®leos, esculturas y 50 carteles de muy diverso estilo y alto valor documental, se pueden admirar los cl¨¢sicos objetos devocionales de un sistema totalitario: cajas de marfil con escenas de la historia de la Revoluci¨®n, porcelana con los retratos del dictador y de sus vasallos y representaciones de felices hombres sovi¨¦ticos con permiso para vivir bajo su gobierno, floreros con t¨ªtulos como Se construye, o tazas de t¨¦ con ilustraciones del "primer metro de la URSS".
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