La Comunidad retrasa el derribo de un club n¨¢utico por razones humanitarias

Francisco Javier Ortiz, de 43 a?os, tiene una esposa, tres hijos, cuatro perros, dos gatos, cientos de tablas de navegaci¨®n a vela y un club n¨¢utico, ilegal, que va a ser derribado, a orillas del pantano de Pedrezuela. Sin embargo, ayer la suerte le acompa?¨® cuando las excavadoras se encaminaban a destruir su complejo. S¨®lo la mediaci¨®n, en ¨²lt¨ªma instancia, de un responsable de Urbanismo de la Comunidad de Madrid logr¨® para los trabajos de demolici¨®n. "Por razones humanitarias"; su ejecuci¨®n ser¨¢ retrasada hasta el mes de febrero.

Hace casi 16 a?os, Francisco Javier y Luc¨ªa se instalaron con su caravana junt¨® al pantano. All¨ª felices alquilando tablas a los aficionados al deporte de la vela. Como el negocio funcionaba compraron el terreno que ocupaban, lim¨ªtrofe con las tierras del embalse: unos 80.000 metros cuadrados. Luego instalaron un embarcadero a orillas del pantano y levantaron una casa de madera y varias edificaciones auxiliares, que utilizaron como taller y almac¨¦n de material n¨¢utico. Ajardinaron y plantaron ¨¢rboles. S¨®lo exist¨ªan dos problemas: hab¨ªan construido en suelo r¨²stico y el embarcadero, con bar incluido, estaba en tierras del Canal de Isabel II. El matrimonio no contaba con ning¨²n permiso de explotaci¨®n.

Gritos y lloros

Desatendiendo, desde 1990, los requerimientos de la Comunidad de Madrid para que abandonase los terrenos, Ortiz dej¨® pasar el tiempo. Ayer, con una orden judicial en la mano, los funcionarios de la Consejer¨ªa de Pol¨ªtica Territorial se aprestaron a cumplir las ¨®rdenes recibidas. Una excavadora, 12 operarios y seis guardias civiles les ayudar¨ªan en las labores.

Gritos, lloros, peticiones de indulgencia, la amenaza de que marse a lo bonzo y un abogado ingenioso lograron el milagro.

El director general de Urbanismo, Miguel ?ngel L¨®pez Toledano, se apiad¨®. La angustiosa llamada del letrado Jes¨²s de Haro logr¨® que los trabajos de demolici¨®n se retrasasen dos meses "por razones humanitarias".

Si en ese plazo Francisco Javier Ortiz no ha desmontado el complejo, las excavadoras actuar¨¢n sin piedad. La justicia se qued¨®, por el momento, a orillas del pantano.