El v¨ªdeo dicta sentencia

Hab¨ªan transcurrido justamente 30 minutos del partido. El marcador todav¨ªa no se hab¨ªa movido. El Racing de Santander se enfrentaba al Zaragoza en el estadio de El Sardinero. Su delantero ruso Radchenko, con el bal¨®n en su poder, entr¨® en el ¨¢rea del equipo rival con aut¨¦ntica sensaci¨®n de peligro, pero termin¨® cayendo al suelo. Esquinas Torres, el colegiado madrile?o que dirig¨ªa el encuentro, no dud¨® ni un instante al tomar su decisi¨®n. As¨ª, castig¨® al ex jugador del Spartak de Mosc¨² con una tarjeta amarilla por haber simulado, a su entender, ser v¨ªctima de una falta.Radchenko no entend¨ªa nada: se hab¨ªa tropezado en una fuerte entrada de Bels¨²e y el ¨¢rbitro le sancionaba a ¨¦l en vez de sancionar al defensa. Eso s¨ª, se veng¨® m¨¢s tarde: marc¨® dos goles. De Esquinas Torres se veng¨® el p¨²blico, que acompa?¨® con sus protestas su salida del terreno de juego.

El Comit¨¦ de Disciplina recibi¨® el acta de Esquinas Torres y ratific¨® lo que en ella se dec¨ªa. Radchenko sumaba de esa manera una amonestaci¨®n m¨¢s a su historial de ellas. Pero la directiva del Racing no se qued¨® parada. D¨ªas despu¨¦s, por tanto, el Comit¨¦ de Apelaci¨®n estudiaba el recurso presentado por el club c¨¢ntabro. Su dictamen fue otro. Radchenko no hab¨ªa fingido la infracci¨®n de Bels¨²e. En realidad, hab¨ªa sido objeto de un penalti ostensible. Su tarjeta amarilla qued¨®, pues, anulada. Esta determinaci¨®n se tom¨® despu¨¦s de que los miembros de este otro comit¨¦ estudiasen las pruebas presentadas por el Racing. Obviamente, la m¨¢s concluyente fue la del v¨ªdeo, que demostr¨®, sin lugar a dudas, que lo sucedido hab¨ªa sido bien distinto a lo que crey¨® ver Esquinas Torres en su momento.

Este caso es un claro ejemplo de la disparidad de criterios y de forma de proceder que mantienen los dos comit¨¦s que act¨²an en la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol. Los miembros que componen la comisi¨®n disciplinaria se limitaron a ratificar, en esa ocasi¨®n como en todas, lo que aportaba el acta de Esquinas Torres. No entraron a realizar investigaci¨®n alguna. Los de la de apelaci¨®n, por el contrario, s¨ª que se detuvieron a estudiar otras pruebas.

Este diferente modo de actuar se ha detectado tambi¨¦n esta temporada en al menos otra ocasi¨®n. Jugaba el Tenerife en Albacete y su lateral Percy Olivares fue sancionado con una tarjeta amarilla por cometer una falta. El club canario recurri¨® igualmente y de nuevo el v¨ªdeo permiti¨® comprobar que se hab¨ªa producido un error. El peruano era inocente. La amonestaci¨®n tambi¨¦n qued¨® anulada en esta oportunidad. Por eso Olivares pudo jugar a continuaci¨®n frente al Barcelona.

"Nos acusan de querer volver a pitar los partidos", se queja Jos¨¦ Miguel Zubizarreta, miembro del Comit¨¦ de Competici¨®n antes y del de Apelaci¨®n. ahora. "Pero no es as¨ª", matiza; "es absurdo pensar que un acta es inamovible. Las equivocaciones no hay que perpetuarlas". Zubizarreta, que se ha decantado por el uso de los v¨ªdeos en sus actuaciones, considera que siempre hay una puerta abierta. "Los ¨¢rbitros son humanos y se pueden equivocar. No hay que hacer de sus actuaciones actos de fe. No podemos cambiar el desarrollo de un partido. El penalti que pita un colegiado es inamovible aunque se haya equivocado. Tambi¨¦n una expulsi¨®n ser¨¢ siempre una expulsi¨®n. Pero no tienen por qu¨¦ serlo sus consecuencias. En nuestra medida, intentaremos paliar todos los fallos que cometan".

Zubizarreta sabe que, con su actitud, se ha ganado la enemistad de muchos colegiados que no admiten que se les enmienden sus decisiones. Tambi¨¦n, la de sus compa?eros del Comit¨¦ de Competici¨®n. En algunos casos, incluso ha causado la ira de la Federaci¨®n, de sus dirigentes, que siguen viendo tras ¨¦l la sombra de la Liga de F¨²tbol Profesional, el organismo que aglutina a los clubes y que le apoya de manera incondicional.