Un deficiente mental fue utilizado como 'tapadera' para un fraude fiscal de 350 millones en Barcelona
Un deficiente mental de Barcelona fue utilizado como testaferro de una sociedad pantalla para defraudar a Hacienda 350 millones. Los hermanos Ricardo y Alfredo Saenger Ruiz, abogado y agente de cambio y bolsa, respectivamente, est¨¢n en prisi¨®n, acusados de fraude fiscal y por poner en peligro la vida del disminuido ps¨ªquico Juan F. al enviarlo solo a Venezuela para eludir la citaci¨®n de Hacienda. Juan Manuel Rosillo, presidente en Espa?a de Kepro, la multinacional americana impulsora del centro comercial Diagonal Mar en Barcelona, declar¨® ayer en la polic¨ªa por su relaci¨®n con los hechos.
Rosillo fue interrogado ayer en el grupo de delitos econ¨®micos de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Barcelona, aunque despu¨¦s qued¨® en libertad, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al caso. La polic¨ªa investiga a directivos de Kepro por si utilizaron a la empresa fantasma para sanear sus cuentas de resultados y generar dinero negro destinado a operaciones no declaradas o al propio lucro de sus directivos.Los hechos se remontan a 1990, cuando los due?os de dos fincas del Poblenou, junto a lo que m¨¢s tarde ser¨ªa la Villa Ol¨ªmpica, negociaron con Kepro la venta de unos solares destinados a formar parte del complejo Diagonal Mar, la operaci¨®n urban¨ªstica e inmobiliaria m¨¢s importante de la Barcelona posol¨ªmpica. La escritura de compra-venta de las fincas se concret¨® en marzo de 1990, pero, sorprendentemente, la adquisici¨®n no la realiz¨® Kepro, sino una sociedad denominada Profimar.
Profimar, sobre la que se comprob¨® que hab¨ªa actuado como pantalla -es decir, que no tiene actividad alguna y sirve para encubrir otras operaciones-, pag¨® 580 millones de pesetas con cheques correspondientes a cuentas corrientes de Kepro. El mismo d¨ªa en que se cerr¨® esta operaci¨®n, Profimar vendi¨® los terrenos a la multinacional por 1. 188 millones. El negocio fraudulento consist¨ªa, seg¨²n explica la polic¨ªa, en dos cosas: eludir Ios pagos a Hacienda por el beneficio de la operaci¨®n y el IVA de la venta, porque Profimar desapareci¨® tras formalizarse la transacci¨®n; y que la multinacional habr¨ªa generado dinero negro.Edad mental: 12 a?os
Antes de concretarse esta transacci¨®n inmobiliaria, el abogado Ricardo Saenger hab¨ªa entrado en contacto con Juan, un hombre de 48 a?os aparentemente normal pero con una deficiencia ps¨ªquica que sit¨²a su edad mental en 12 a?os. Ricardo conoc¨ªa a Juan de los paseos que ¨¦ste daba por el Tur¨® Park. Tras darle diversas cantidades de dinero, Juan fue conducido hasta el despacho del agente de cambio y bolsa y firm¨®, sin saberlo, la compra de las acciones de Profimar. La administradora de esta sociedad era la peruana Tula P. L., en paradero desconocido. Esta mujer pidi¨® permiso de residencia para trabajar como traductora para una empresa de las dos personas acusadas. Tula fue quien, en nombre de Profimar, vendi¨® los solares a Kepro.
En marzo de 1992, Hacienda envi¨® una citaci¨®n a Juan por no haber pagado al fisco los impuestos de la operaci¨®n de la venta de los solares de Diagonal Mar. La v¨ªctima pregunt¨® a su amigo Ricardo Saenger por el significado de la citaci¨®n y ¨¦ste le aconsej¨® que deb¨ªa abandonar Espa?a precipitadamente porque Ias cosas se hab¨ªan puesto mal". Deb¨ªa estar fuera, dijo Saenger, durante seis o siete a?os hasta que el asunto se solucionara. Saenger acompa?¨® a Juan a unos c¨¦ntricos almacenes de Barcelona y le compr¨® un elegante traje, un reloj de oro y una maleta llena de ropa nueva. Despu¨¦s le llev¨® al aeropuerto, donde le compr¨® un billete para Caracas y fue con el hasta Madrid -desde Barcelona no hay vuelo directo a Venezuela- para asegurarse de que tomaba el avi¨®n. Ricardo dio a Juan una direcci¨®n de contacto en Caracas, que respond¨ªa a uno de los barrios m¨¢s conflictivos, que result¨® ser falsa.
Con 60.000 pesetas en el bolsillo y la esperanza de que sus amigos le enviar¨ªan dinero a una supuesta cuenta bancaria, Juan lleg¨® a la capital venezolana. No tard¨® en ser atracado y estuvo mendigando durante unas tres semanas, pero logr¨® sobrevivir en la jungla de chabolas de la capital venezolana. La polic¨ªa sostiene que Juan tuvo suerte de no ser asesinado en el asalto, como suele ocurrir en un pa¨ªs con elevados ¨ªndices de delincuencia. Un d¨ªa descubri¨® un r¨®tulo en el que se ley¨® la palabra Espa?a: era una oficina del Banco Exterior de Espa?a, y entr¨® en busca de ayuda. Los empleados del banco le condujeron hasta la Embajada de Espa?a. Juan pido ser repatriado.
La comisar¨ªa de polic¨ªa de Sant Gervasi (Barcelona) hab¨ªa recibido ya una denuncia por la desaparici¨®n de Juan, presentada por su madre, y que coincid¨ªa en el tiempo con la citaci¨®n de Hacienda. El caso fue asumido por el grupo de Delitos Econ¨®micos de la Polic¨ªa, que, gracias a la declaraci¨®n de Juan y al seguimiento de talones, logr¨® desenmascarar a los dos hermanos, verdaderos impulsores de Profimar, y averiguar la identidad real de los compradores de las fincas, que ser¨¢n citados a declarar por su implicaci¨®n en el caso.
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