"Madrid me sigue pareciendo una ciudad muy fr¨ªa"
Veinticinco a?os y una trayectoria laboral vertiginosa. Siete afios de guitarra cl¨¢sica, cinco de universidad y dos licenciaturas simult¨¢neas, dramaturgia y direcci¨®n teatral, e interpretaci¨®n. En La Habana fund¨® su propia compa?¨ªa, ha dirigido siete obras y recibido dos premios. Trabaj¨® muy cerca de Alicia Alonso en el Gran Teatro de La Habana, bello edificio que Fraga reivindica ante Fidel para un uso que extra?a a Cid: "?Para montar un casino, ahora que en Cuba apenas hay que comer?". Vive en El Escorial -porque le gusta llamar por su nombre al panadero-, y all¨ª, los d¨ªas 4 y 5 de diciembre, dirige su propia adaptaci¨®n de Old Spain, un texto de Azor¨ªn. De aspecto rayano en lo n¨®rdico y alma antillana, coctelera en mano, batiendo cubanitos, no conoce rival, y ni siquiera a cero grados pierde el olfato caribe?o con que detecta al vuelo la presencia de un hijo de Changoo.
. Pregunta. ?Una carrera tan completa como la suya podr¨ªa ser posible fuera de Cuba?
Respuesta. No s¨¦ si asegurarlo, pero hoy d¨ªa hay pocos lugares don de la direcci¨®n teatral sea un proyecto de vida. En Cuba no tuve que preocuparme por nada. Mi entrada en el mundo profesional incluy¨® un salario estable, sin que tuviera que vender mi teatro, ya fuera experimental o de vanguardia.
P. Pero de puertas afuera eso tiene muchas lecturas.
R. En Cuba se cuida enormemente la formaci¨®n profesional. ?Censura? S¨ª, la hay, y se salva con ingenio. Tampoco digo que todo sea color de rosa.
P. ?Es cierto que no hay luz en los teatros?R. S¨ª. Cuesta much¨ªsimo sacar adelante una producci¨®n. La burocracia es tremenda, hay problemas de transporte. Nosotros tuvimos que llevar a hombros una escenograf¨ªa de siete metros durante cinco kil¨®metros. Pero aunque sea en bicicleta, la gente sigue acudiendo al teatro.
P. ?Y eso compensa?
R. Es un fen¨®meno muy especial. Las salas se llenan igual a las diez de la noche que a las doce de la ma?ana y la relaci¨®n con el espectador es muy visceral. El p¨²blico espa?ol, sin embargo, est¨¢ virgen. Es agudo y ¨¢vido, pero su cultura es audiovisual. Se fija m¨¢s en la morfolog¨ªa que en el contenido. Eso s¨ª, son excepcionalmente c¨¢lidos con los cubanos.
P. No se quejar¨¢ del Real Coliseo Carlos III.
R. No. Es una maravilla. Un teatro muy italiano, perfecto para esta obra, donde la proyecci¨®n del autor es abiolutamente frontal. Un solo inconveniente: la pendiente de casi diez grados. ?Imag¨ªnate a un actor montado en bicicleta!P. ?No encuentra El Escorial demasiado fr¨ªo?
R. Es Madrid como ciudad la que me sigue pareciendo fr¨ªa. All¨ª no soy nadie, aqu¨ª conozco a la gente. Noto que, sin ser mi sitio, no me es ajeno.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s a?ora de Cuba, am¨¦n del clima?
R. Sin duda, el mar. All¨ª se vive una relaci¨®n muy intensa con la naturaleza, y que en Madrid ser¨ªa imposible. Aqu¨ª al menos puedo ver el monte. Disfruto mucho dando clases de teatro a la gente de los pueblos. .
P. Guillermo Cabrera Infante acaba de estar en Madrid. ?Le habr¨ªa invitado al estreno? .
R. Sin duda. No me interesa m¨¢s pol¨ªtica que la cultural. Cabrera Infante es un hombre inteligente, cr¨ªtico, agudo y con much¨ªsima cultura cubana. De ideas contrarrevolucionarias, la historia de Cuba en este siglo no podr¨ªa escribirse sin su nombre ni el de Reynaldo Arenas o Pepe Triana. En Cuba, a todos se les quiere.Old Spain. 4 y 5 de diciembre. 20.00. Real Coliseo Carlos III. El Escorial.
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