Todo mentira

Todo es mentira. Las malas noticias que difunde su peri¨®dico constituyen una pura falsedad. No es posible que ocurran en el mundo ese n¨²mero de desgracias y cat¨¢strofes, ocasionadas por una especie humana que, sin embargo, tan bellas obras ha creado a lo largo de los siglos, porque mientras escucho la Suite para orquesta n¨²mero 3, de Bach, me resisto a pensar que existan la guerra y el terrorismo; leyendo unas l¨ªneas de El cuarteto de Alejandr¨ªa, de Lawrence Durrell, no me creo que millones de personas mueran de hambre por la insolidaridad de unos pocos; levantando la vista hacia la b¨®veda de la Capilla Sixtina para observar los frescos de Miguel ?ngel o transitando por la galer¨ªa de los Espejos del palacio de Versalles, ?c¨®mo puede alguien imaginarse que haya personas que trafiquen con drogas y armas? Y tras ver Fantas¨ªa, de Walt Disney, ?qui¨¦n puede creer en la existencia del racismo y del fanatismo religioso de los hombres?Olvidemos a Hobbes (el hombre es un lobo para el hombre) y resucitemos a Rousseau (el ser humano es bueno por naturaleza). Afortunadamente, su peri¨®dico tambi¨¦n incluye, aunque s¨®lo sea semanalmente, los po¨¦ticos art¨ªculos de Antonio Gala- Jes¨²s Pedroso L¨®pez.