Ra¨²l Corrales revive la ¨¦pica de Fidel Castro

Fotorreportero, Ra¨²l Corrales (1925) tuvo la suerte de que delante de su c¨¢mara se parase un d¨ªa el joven abogado defensor de una madre cuyo hijo ¨²nico hab¨ªa sido asesinado por la polic¨ªa de Bat¨ªsta. Poco despu¨¦s, aquel hombre pasar¨ªa a convertirse en el caudillo de la revoluci¨®n, y all¨ª segu¨ªa Corrales haciendo plik, como ¨¦l dice. El fot¨®grafo cuba no ha participado en las jornadas de fotograf¨ªa latinoamericana de la Casa de Am¨¦rica de Madrid, que incluye la exposici¨®n Canto a la realidad. Treinta y cinco a?os despu¨¦s, ¨¦l sigue siendo fiel propagandista del ahora dictador Fidel Castro, y, con optimismo, sostiene que aquel joven abogado que amaba la justicia no ha perdido el tren.As¨ª recuerda la primera vez que vio a Castro: "Lo conoc¨ª reci¨¦n graduado; concurri¨® a un juicio como acusador privado ante un hecho bochornoso, cuando la polic¨ªa del Gobierno, disolviendo una manifestaci¨®n que protestaba por el aumento del pasaje en los ¨®mnibus, asesin¨® a patadas a un joven en medio de la calle; vulgarmente, lo reventaron a patadas. La madre de est¨¦ muchacho era espa?ola. Durante el velorio vi a Fidel presentarse a ella y ofrecerse para ser el acusador privado, porque entend¨ªa que ese capit¨¢n de Batista que hab¨ªa matado al muchacho era un asesino y deb¨ªa ser castigado. Yo era fot¨®grafo de un peri¨®dico, hab¨ªamos ido a entrevistar a la madre, y entonces, con ella, le hice la fotograf¨ªa a ¨¦l por primera vez. Y eran tan convincentes sus argumentos que desde ese momento me hice fidelista".

Corrales es autor de la fotograf¨ªa Caballer¨ªas, una imagen que se ha convertido en la leyenda de los primeros logros: barbudos a caballo con banderas entran en los campos de ca?a de az¨²car de una compa?¨ªa norteamericana, un caballo blanco en medio del encuadre y las banderas ondeando mientras los revolucionarios avanzan en un ambiente poderoso. "?ste fue el d¨ªa en que se intervino en la United Fruit Company", dice. "El ej¨¦rcito rebelde a caballo, s¨ªmbolo de los mambises que lucharon contra Espa?a, entr¨® en los predios de la empresa americana, que ten¨ªa m¨¢s de 100.000 hect¨¢reas de terrenos de ca?a de az¨²car, a entregarles la resoluci¨®n de la reforma agraria por la cual todas las propiedades de la empresa americana pasaban a ser parte del patrimonio nacional".

El fot¨®grafo no la considera su mejor imagen, "porque yo no la constru¨ª", dice. "No la visualic¨¦, sencillamente yo dispar¨¦ y sali¨®, eso es lo que hacemos los fotorreporteros". Para Ra¨²l Corrales, la satisfacci¨®n mayor de su carrera es haber sido testigo de la ¨¦pica de su pa¨ªs, "de esta revoluci¨®n, un privilegio. A veces considero que con el tiempo muchos van a envidiarme".