La joya ocuIta de la ¨®pera de Madrid
El teatro barroco del palacio Bauer abre sus puertas tras cinco a?os de obras
Ya no hay fantasmas en el peque?o teatro barroco de la Escuela Superior de Canto de Madrid, reabierto esta semana. Aunque sus pesadas cadenas puede que vuelvan a arrastrarse porque la mayor parte del a?o seguir¨¢ cerrado, a oscuras, con el pesado tel¨®n de felpa roja ca¨ªdo y sus 220 butacas vac¨ªas.Tras cinco a?os de cierre forzoso por obras, el antiguo sal¨®n de baile del Palacio de los Bauer, del siglo XVIII y situado en plena calle de San Bernardo, ha quedado como nuevo pese a sus siglos de vida. "Es una l¨¢stima que esta joya de teatro en pleno centro de Madrid est¨¦ normalmente sin uso", se?ala el director de la escuela, Antonio Blancas, que ha celebrado el fin de las obras que han reformado el edificio completo con dos representaciones de la ¨®pera Las bodas de F¨ªgaro, acompa?ados por la Orquesta Joven Andr¨¦s Segovia. La falta de presupuesto para pagar a la orquesta impidi¨® la prolongaci¨®n de las funciones de la ¨®pera.
El pr¨®ximo 21 de diciembre se abrir¨¢n otra vez las puertas para recibir a la soprano rusa Glacira Pralat. El adorable foyer del teatro ya no se volver¨¢ a llenar hasta febrero del pr¨®ximo a?o. Cuando los alumnos monten El barbero de Sevilla. Este peque?o teatro fue hasta el siglo pasado el sal¨®n de baile del palacio de los Bauer, los banqueros que representaban en Espa?a a la banca Rotschild. La reforma ha rebajado 60 cent¨ªmetros el suelo para mejorar la visibilidad, ha renovado las 220 butacas y ha ampliado el escenario. Sin embargo, la impresionante l¨¢mpara francesa del siglo XIX, los cuatro apliques de angelotes en las esquinas y la majestuosa balconada originales siguen en su sitio. "El teatro lo utilizamos para los ex¨¢menes de los alumnos, algunos conciertos de m¨²sica de c¨¢mara y oratorios. Queremos que esto se abra m¨¢s al p¨²blico", comenta Antonio Blancas.?ngeles Tey, la alumna que interpret¨® a Susanna, la mujer de F¨ªgaro, est¨¢ en el s¨¦ptimo curso, el ¨²ltimo a?o de la carrera de canto. "Estoy aqu¨ª por casualidad. A m¨ª me gustaba el flamenco y nunca hab¨ªa o¨ªdo ¨®pera, pero alguien me dijo que ten¨ªa buena voz y llegu¨¦ a esta escuela sin saber con qu¨¦ me iba a encontrar", explica ?ngeles.
Cuadros del Prado
En la escuela, dependiente del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia, hay 70 profesores para 200 alumnos que pagan 2.300 pesetas al a?o por asignatura. Tras las obras hay 34 aulas disponibles. Los cuadros de las dos entradas de la primera planta y de los despachos est¨¢n catalogados y pertenecen al Museo del Prado. En la segunda planta est¨¢ la deslumbrante sala de las Cuatro Estaciones: peque?a, pac¨ªfica, con paredes de madera. En el jard¨ªn versallesco, con una fuente de piedra y un pozo con noria de hierro forjado, reina tal paz que los desprevenidos dudan de que al otro lado del muro est¨¦ la transitada calle de Pez.
"Por la ma?ana me levanto y lo primero que hago es vocalizar", se?ala Elisabete Matos, una portuguesa que ya combina estudios con incursiones profesionales, como la mayor¨ªa de los alumnos de los ¨²ltimos cursos. "No menosprecio la m¨²sica ligera. Me gusta poner Radio Ol¨¦ y escuchar las coplas de Estrellita Castro, pero el mundo de la m¨²sica culta domina mi vida", a?ade Felipe Bou, uno de los cinco bajos de la escuela, que estuvo a punto de convertirse en abogado. "Mi cuerda es una de las m¨¢s escasas y me miman bastante... ".
El palacio Bauer fue adquirido por el Estado en 1940 para dotar de sede al Conservatorio de M¨²sica y Declamaci¨®n. Es Monumento Nacional desde 1972. Dos a?os antes se hab¨ªa inaugurado la Escuela Superior de Canto con el montaje de Las bodas de F¨ªgaro. Los trajes que se compraron entonces han valido para esta nueva versi¨®n: "Las sastras me han ajustado las ropas de Bartolo a la perfecci¨®n. El ¨²nico problema son los zapatos: tienen que ir el primero a prob¨¢rtelos si quieres encontrar tu n¨²mero y que no te aprieten", comenta Bou.
Hubo nerviosismo las noches del 30 de noviembre y del 2 de diciembre. A ?ngeles se le rompi¨® un zapato, Elisabete buscaba con la mirada a F¨ªgaro pero ¨¦ste hab¨ªa desaparecido en bambalinas, Joseba Carril dio tal zapatazo que abri¨® un boquete en el escenario. Al d¨ªa siguiente a todos les costaba hablar, tras cuatro horas de esfuerzo de respiraci¨®n. "Hemos ensayado durante tres meses. Nos sabemos perfectamente la ¨®pera. En cualquier momento si falla cualquier cantante profesional, nos podemos plantar sin ensayo previo en una funci¨®n de Las bodas de F¨ªgaro porque nos hemos echado al zurr¨®n para toda la vida a nuestros personajes", afirma Juan Pedro Garc¨ªa Marques, a coro con Joseba Carril. Y Ana Garc¨ªa las Heras apostilla: "En casa me proh¨ªben tararear las canciones, todo lo vuelvo aria".
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