Una Intifada dentro de la Intifada
La OLP de Yasir Arafat se enfrenta a los primeros s¨ªntomas de rebeli¨®n en las filas palestinas
Es un detalle elocuente. La estrella roja en el pecho de un ave pintada en la pared -un ¨¢guila o un halc¨®n; en ning¨²n caso una paloma- lo dice todo: "Yasir Arafat, tu plan de paz con Israel no funciona y los que tir¨¢bamos piedras en tu nombre nos hemos pasado a la oposici¨®n".Las Fuerzas de la Estrella Roja, el brazo armado del Frente Democr¨¢tico para la Liberaci¨®n de Palestina (FDLP), son el producto m¨¢s reciente de la ola de descontento en las calles de los territorios ocupados de la franja de Gaza y de Cisjordania.
Bajo el liderazgo de Arafat, la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) se enfrenta a lo que podr¨ªa definirse como los primeros s¨ªntomas de una Intifada dentro de la Intifada.
A ocho d¨ªas de la puesta en marcha del proyecto de paz entre Israel y la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina -la rebeli¨®n contra la ocupaci¨®n israel¨ª, que el jueves cumple seis a?os-, son cada vez m¨¢s activos los sectores que se sienten defraudados por Arafat.
"El proyecto no marcha, y los l¨ªderes de la OLP se han dejado enga?ar por los israel¨ªes", dice el jeque Abu Ahmad Yelala, el imam de, la mezquita del populoso barrio de Sheikh Radu¨¢n, en Gaza.
"Vivimos en una c¨¢rcel"
"Vivimos en una c¨¢rcel. Los soldados siguen matando a nuestros hijos. ?D¨®nde est¨¢ la paz de la que tanto habla Arafat?", dice. Yelala es uno de los 415 palestinos que Israel deport¨® al sur de L¨ªbano hace casi un a?o por asociaci¨®n con el movimiento radical isl¨¢mico Ham¨¢s.Le permitieron regresar en septiembre, cuando el Gobierno del primer ministro Isaac Rabin decret¨® una amnist¨ªa parcial para 200 desterrados como un gesto de buena voluntad tras la firma del acuerdo de Oslo.
La euforia de paz se ha evaporado. Lo que hay en los territorios ocupados es m¨¢s violencia e incertidumbre. De regreso en Gaza, el imam proclama la Y?had, la guerra santa.
Casi tres meses despu¨¦s de la firma del acuerdo entre Israel y la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina en Washington, bajo la at¨®nita mirada del mundo, son cada vez m¨¢s grandes las dudas de que el pacto entre puntualmente en vigor el pr¨®ximo lunes 13 de diciembre o, como dir¨ªan los m¨¢s esc¨¦pticos, que sirva para algo.
Las diez fuerzas que componen la oposici¨®n palestina con sede en Damasco, una coalici¨®n de organizaciones izquierdistas e isl¨¢micas, hab¨ªan advertido a Arafat que era in¨²til negociar con Israel en los t¨¦rminos "impuestos por el Gobierno de Rabin".
Los acontecimientos de los ¨²ltimos d¨ªas pueden darles la raz¨®n. Mientras negociadores israel¨ªes y palestinos trataban en vano de ponerse de acuerdo en los aspectos m¨¢s esenciales de la Declaraci¨®n de Principios, en Gaza y CisJordania estall¨® la semana pasada la peor ola de violencia en muchos meses, con un saldo de 31 palestinos y 15 israel¨ªes muertos.
A las partes en conflicto les queda exactamente una semana para negociar los l¨ªmites de la ciudad de Jeric¨®, la espinosa cuesti¨®n de los controles fronterizos en Cisjordania y la franja de Gaza, el tama?o de las bases militares israel¨ªes en el territorio que recibir¨¢ gradualmente autonom¨ªa y el calendario para la liberaci¨®n de cerca de 10.000 prisioneros palestinos.
El l¨ªder palestino de Jerusal¨¦n, Falsal al Husseini, advirti¨® hace pocos d¨ªas que un retraso de la retirada de las tropas israel¨ªes provocar¨¢ m¨¢s violencia y que de ella ser¨¢n exclusivamente responsables los israel¨ªes. "Tienen que estar seguros de esta verdad", dijo.
Miembros del Gobierno y parlamentarios israel¨ªes ya han comenzado a hablar de que Gaza corre el riesgo de convertirse en un mini-L¨ªbano, y los enfrentamientos de la semana pasada ampliaron esa posibilidad.
Gaza, un polvor¨ªn
La diminuta franja, hogar de 800.000 palestinos, en su mayor¨ªa refugiados, es un polvor¨ªn. La calle est¨¢ controlada por chavales de Ham¨¢s, la Estrella Roja, los Halcones de Al Fatah y la Y1had Isl¨¢mica. Cuatro dirigentes leales a Yasir Arafat han sido asesinados desde septiembre.Las tropas israel¨ªes han recibido ¨®rdenes para reducir su presencia visible a fin de evitar fricciones y choques. Pero los soldados est¨¢n claramente en la mira de los sectores m¨¢s extremistas, empe?ados en provocar un enfrentamiento capaz de hacer descarrilar el proyecto de paz.
Tras la muerte a tiros de dos de sus dirigentes, el movimiento Ham¨¢s dijo en un comunicado: "La situaci¨®n se est¨¢ volviendo intolerable. Rabin se est¨¢ pasando de todos los l¨ªmites. Hablaremos con ¨¦l en el lenguaje que mejor entiende: el silbido de balas, el estruendo de las explosiones y de los coches bomba".
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