Temor en Colombia a una venganza de los 'narcos'

ENVIADO ESPECIALEl Ej¨¦rcito y la polic¨ªa de Colombia se encuentran en estado de m¨¢xima alerta ante el temor de que los sicarios del narcotraficante Pablo Escobar reaccionen con una venganza indiscriminada contra el Estado. El entierro el viernes del narcotraficante m¨¢s buscado del mundo puso al descubierto que existen miles de personas agradecidas en Medell¨ªn a las que no les portar¨ªa arriesgar su vida en este sentido. La otra cara de Escobar, que nada tiene que ver con ese cruel asesino que mandaba ajusticiar a todo aquel que intentara cerrarle el paso en su carrera delictiva, es la de un hombre generoso que protegi¨® a los m¨¢s necesitados. Por eso, hay mucha gente en la ciudad de Medell¨ªn que exige venganza.

La polic¨ªa sospecha que m¨¢s que una acci¨®n planificada por el cartel de Medell¨ªn, muy debilitado en los ¨²ltimos 14 meses y hoy sin cabeza, el intento de vengar la muerte de Escobar podr¨ªa venir de algunos de los grupos de sicarios suicidas que el capo del narcotr¨¢fico tiene regados a¨²n por el pa¨ªs.Una simple llamada telef¨®nica de alguien de extrema confianza de Escobar podr¨ªa poner en marcha de modo inmediato la maquinaria criminal de estos asesinos a sueldo, se asegura en medios policiales.

El propio ministro de Defensa, Rafael Pardo, inform¨® que gracias a la informaci¨®n ciudadana y a un trabajo pulcro y sin fisuras de los nuevos servicios de inteligencia creados bajo su mandato se fue, poco a poco, cercando al cartel de Medell¨ªn.

En opini¨®n de este miembro del Gobierno, el Escobar localizado el jueves en Medell¨ªn era un hombre acorralado y sin apenas gente a su alrededor que lo pudiera alertar. Pese a haber sido un h¨¢bil constructor de sofisticados t¨²neles para escapar de un supuesto acoso policial, el Pablo Escobar del jueves muri¨® sobre el tejado de una casa despu¨¦s de haber sido abatido primero su ¨²nico guardaespaldas.

La estrategia del Gobierno colombiano ha consistido en golpear minuciosamente a los diferentes cinturones de protecci¨®n de Escobar hasta llegar a ¨¦l, operaci¨®n que, seg¨²n Pardo, no ha sido fruto de la casualidad.

Sin embargo, pese al declive del l¨ªder del cartel de Medell¨ªn, lo m¨¢ximo que se le ha incautado, tanto a ¨¦l como a su guardaespalda muerto, ?lvaro de Jes¨²s Agudelo, han sido sus armas de defensa personal. Tan prioritaria como era meses atr¨¢s la localizaci¨®n de este delincuente lo es ahora la b¨²squeda del arsenal del cartel de Medell¨ªn, que se supone copioso y bajo control de gentes sin escr¨²pulos.

Los servicios de espionaje colombianos, que tienen bajo control a los familiares m¨¢s directos de Escobar, conf¨ªan en que sean la viuda y sus dos hijos quienes hagan el llamamiento a la paz y la calma que todo el pa¨ªs exige y contribuyan a poner fin para siempre a esta sangrienta locura de m¨¢s de 10 a?os de violencia. La familia Escobar fue trasladada por el Ej¨¦rcito a un cuartel militar "por razones de seguridad". Desde el jueves, la viuda y los hijos se hospedaban en un hotel en el centro de Bogot¨¢, frente al cual se observaron movimientos sospechosos.

Mar¨ªa Victoria Henao, la viuda de Escobar, y sus hijos Manuela y Juan Pablo, han comprobado recientemente al querer trasladarse al extranjero lo dura que es la carga de ese apellido en cualquier parte del mundo.

La decisi¨®n de Alemania de no dar entrada en su pa¨ªs d¨ªas pasados a estos familiares ha sido una lecci¨®n bien aprendida. Lo mismo ha ocurrido con su permanencia obligada en un hotel de Bogot¨¢ bajo vigilancia del Ej¨¦rcito y la polic¨ªa hasta horas antes del entierro.

El propio hijo de Escobar, Juan Pablo, amenaz¨® el jueves con vengar la muerte de su padre, lo que escuch¨® toda Colombia por televisi¨®n, pero luego rectific¨® y justific¨® sus palabras en el estado de nerviosismo en que se encontraba.

Oferta de El Salvador

Otra lecci¨®n, distinta pero tambi¨¦n tendente a poner fin a tanta sangre derramada, ha sido el anuncio del presidente de El Salvador, Alfredo Cristiani, de que est¨¢ dispuesto a acoger en su pa¨ªs a los familiares del narcotraficante si as¨ª lo desean. Cristiani, que viaj¨® a Colombia esta misma semana de visita oficial, no ha podido hacer este anuncio sin la anuencia del presidente colombiano, C¨¦sar Gaviria.

Medios pol¨ªticos no descartan que Gaviria y Cristiani estimaran conveniente que el asentamiento de la familia Escobar durante alg¨²n tiempo en El Salvador permitir¨ªa reducir los previsibles ¨¢nimos de venganza desatados tras la muerte.

El Fiscal General del Estado, Gustavo de Greiff, asegur¨® en este sentido que la viuda y los dos hijos de Escobar abandonar¨¢n pronto el pa¨ªs, pero no precis¨® fecha ni destino. De Greiff a?adi¨® que varios pa¨ªses se han ofrecido para acoger a la familia del fallecido narcotraficante.

El fiscal, tambi¨¦n insinu¨® ayer que los jefes del cartel de Cal?, organizaci¨®n rival de la de Escobar, podr¨ªan entregarse en el plazo de un mes. En mayo, dirigentes del cartel de Cali remitieron una carta a De Greiff para ofrecerle una entrega masiva a cambio de penas reducidas. La muerte de Escobar, seg¨²n el fiscal, "acelerar¨¢ la entrega", pero el fiscal no quiso precisar m¨¢s.

Todo el mundo ten¨ªa los ojos puestos ayer en Medell¨ªn, sepultado ya Escobar, en el matriarcado familiar. La madre del criminal asesinado fue la primera en ver el cad¨¢ver y, al contrario que la viuda y sus dos hijos, fue ella la que se neg¨® el viernes a que se efectuara ese mismo d¨ªa y con prisas el entierro, porque deseaba que fuera en multitudinario, propio de un h¨¦roe popular.

En parte lo consigui¨®, porque hac¨ªa mucho tiempo que en Medell¨ªn no se concentraba tanta gente, especialmente de condici¨®n humilde, en un homenaje p¨®stumo a una persona. Esto motiv¨® la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito, que oblig¨® a la fuerza a abreviar la ceremonia religiosa para poder trasladar de manera s¨²bita al cementerio tanto el f¨¦retro de Escobar como el de su guardaespaldas y el de un familiar asesinado el mismo jueves en una calle de Medell¨ªn.

La madre de Escobar

Herminia Gaviria, madre de Escobar, era de las personas m¨¢s indignadas la tarde del entierro. Abandon¨® el cementerio rodeada de gente armada y de una aguerrida militancia escobarista que vino del barrio Medell¨ªn sin Tugurios, popularmente conocido como la barriada de Pablo Escobar, y que construy¨® ¨¦ste con destino a la gente necesitada para obtener los votos que le convirtieron despu¨¦s en diputado suplente del Congreso de la Rep¨²blica en 1982.

El sepelio se desarroll¨® muy r¨¢pido y los soldados no abandonaron el campo santo hasta que los tres f¨¦retros fueron cubiertos por la tierra.

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