El 'superesp¨ªa' Wolf recibe con una sonrisa su condena a seis a?os de c¨¢rcel

Markus Misha Wolf, de 70 a?os, el m¨ªtico jefe de los servicios de espionaje de la desaparecida Alemania comunista, fue condenado a seis a?os de c¨¢rcel por el Tribunal Regional Superior de D¨¹sseldorf por alta traici¨®n y soborno a funcionarios. El superesp¨ªa de la guerra fr¨ªa escuch¨® con su habitual sonrisa las explicaciones del tribunal, que insisti¨® en que no se trata de una sentencia pol¨ªtica. Wolf, sin embargo, que en sus tiempos activos infiltr¨® sus agentes en los niveles m¨¢s altos de la pol¨ªtica alemana occidental, no ingresar¨¢ en prisi¨®n, ya que el fallo est¨¢ pendiente de una decisi¨®n del Tribunal Constitucional, de Karlsruhe.El fallo, al que se lleg¨® tras siete meses de sesiones, fue abucheado por parte del p¨²blico presente en la sala y es inferior a los siete a?os de prisi¨®n solicitados por la fiscal¨ªa. El recurso de la defensa, que considera que todo el proceso ha sido anticonstitucional, obliga ahora a los jueces de Karlsruhe a pronunciarse sobre si Wolf puede ser condenado por un Estado en el que no viv¨ªa al cometer los cr¨ªmenes de que se le acusa, que por otra parte no lo eran en el Estado al que sirvi¨®, hoy desaparecido. Entre los expertos existe divisi¨®n de opiniones. No se espera una decisi¨®n antes de mediados de 1994.

El juez de D¨¹sseldorf, Klaus Wagner, rechaz¨® las cr¨ªticas de Wolf de que estaba siendo sometido a un juicio pol¨ªtico. "Este veredicto no es pol¨ªtico", dijo, "quiz¨¢, por sus experiencias con la justicia sovi¨¦tica, el acusado se ha olvidado por completo de las reglas b¨¢sicas de un Estado de derecho". Wagner argumenta que Wolf deber¨ªa haber colaborado con la justicia en vez de ocultar sus secretos alegando motivos de honor. Uno de los testigos citados por el tribunal fue el ministro de Exteriores, el liberal Klaus Kinkel, que en otros tiempos, como jefe de los servicios de inteligencia de Bonn, fue el contrincante de Wolf en el tablero del espionaje interalem¨¢n.