"Vivo a gusto, en Getafe y no he pensado en cambiar"
Se cri¨® en G¨¦tafe (140.000 habitantes), vive, en Getafe y en cuanto tiene ocasi¨®n se va al Bernab¨¦u y lo pone patas arriba. Se llama Alfonso P¨¦rez y a sus 21 a?os es el jugador de moda del Real Madrid. En los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona de 1992 gan¨® con sus compa?eros de la selecci¨®n espa?ola la hist¨®rica medalla de oro en f¨²tbol, en un equipo lleno de promesas que empiezan a ser verdad (los equipos Ol¨ªmpicos de f¨²tbol deben estar formados por jugadores con menos de 23 a?os). Su f¨¢cil sonrisa delata el dulce momento que vive, al que quiere poner una guinda de excepci¨®n: el Campeonato de Liga de este a?o.La afici¨®n le adora, la prensa le elogia y la Comunidad de Madrid le premia con su galard¨®n anual a los mejores deportistas de la regi¨®n. Todos le se?alan como el sucesor de Emilio Butrague?o y de Michel en el coraz¨®n de los madridistas. En Barcelona, en cambio, le han cogido cierta man¨ªa. Y todo porque el mi¨¦rcoles pasado le meti¨® dos goles al Bar?a en el partido de ida de la Supercopa (el que enfrent¨® al campe¨®n de la Liga, el Barcelona, con el de la Copa del Rey, el Real Madrid).
Pregunta. Resulta curioso que siga viviendo en Getafe cuando la mayor¨ªa de los futbolistas emigran enseguida a los barrios altos de Madrid.
Respuesta. No tiene nada que ver el ser futbolista con eso. Vivo muy a gusto en Getafe y todav¨ªa no se me ha ocurrido cambiar.
P. Su padre tiene un taller. Usted pod¨ªa. haberse dedicado a arreglar coches.
R. Bueno, si no hubierasido futbolista no me habr¨ªa importado ser como Alain Prost o Carlos Sainz. Me encantan los coches y tambi¨¦n las motos.
P. ?Conoce alg¨²n getafense que haya llegado tan alto en el mundo del f¨²tbol?
R. Pues ahora no me acuerdo de nadie.
P. Despu¨¦s del roto que le hizo usted el jueves al Bar?a, ?se atrever¨ªa a pasear tranqu¨ªlamente por las Ramblas?
R. Primero habr¨ªa que ganar la Supercopa. Pero pasearme ahora por las Ramblas ser¨ªa muy fuerte. Eso estar¨ªa feo. Hay que respetar a todo el mundo.
P. ?Le gustar¨ªa vivir en una ciudad que no fuera Madrid?
R. No. Madrid no tiene playa, pero tiene todo lo dem¨¢s.
P. ?No cree que ya va siendo hora de darle una alegr¨ªa a la diosa Cibeles y que los seguidores del Madrid *puedan ba?arse otra vez en su fuente al final de la Liga?
R. Pues s¨ª, creo que ya va siendo hora de que Cibeles vuelva a sonre¨ªr. Esa es la ilusi¨®n de los que somos madridistas.
P. Si le pidiera un extranjero que usted le ense?ase Madrid, ?ad¨®nde le llevar¨ªa primero, al Museo del Prado o al Bernab¨¦u?
R. Le llevar¨ªa al Prado, al Bernab¨¦u y a mil sitios m¨¢s. Madrid da para mucho.
P. ?Conoce alg¨²n futbolista que vaya a la ruta del bakalao?
R. A ninguno. Claro que tampoco tenemos tiempo para hacernos 400 kil¨®metros los fines de semana.
P. ?Qu¨¦ le parecen el racismo que vivimos, los grupos ultras, c¨®mo ve usted que a una persona se le rompa la cabeza por llevar un pendiente?
R. Eso es una barbaridad. La gente tiene derecho a llevar lo que quiera. Pero hay mucho violento en Madrid y no son s¨®lo los skin-heads.
P. Quiz¨¢ el que Madrid sea una de las ciudades con m¨¢s bares del mundo pueda influir en ese comportamiento violento.
R. Qu¨¦ va. Bares hay en todos los sitios y no tienen la culpa de lo que pasa.
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