El mayor centro del CSIC prefiere ignorar las evaluaciones que pidi¨® para reestructurarse
Nadie se atreve a apartar a los cient¨ªficos-funcionarios considerados improductivos
Hace dos a?os, la presidencia del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) decidi¨® renovar su mayor instituto de investigaci¨®n. Siguiendo las pautas mundiales se convocaron dos comisiones internacionales para evaluar a los cient¨ªficos del Centro de Investigaciones Biol¨®gicas (CIB) y asesorar sobre su funciona miento. Sus consejos han ca¨ªdo pr¨¢cticamente en saco roto, a juzgar por los resultados de la reestructuraci¨®n. De este ejemplo se deriva que en Espa?a sigue siendo muy dificil echar o cambiar de lugar a un cient¨ªfico que no produce. "Aplicamos los informes a nuestro estilo" afirma el actual director del CIB, nombrado por el presidente del CSIC tras elecciones en el centro.
El CIB (Madrid), con casi 500 trabajadores, 195 de ellos fluncionarlos, es el centro m¨¢s grande del CSIC. Acerca de la calidad de sus 90 investigadores, la comisi¨®n internacional asesora que visit¨® el centro este a?o, presidida por Kenneth Timmins, del Centro Nacional de Investigaci¨®n para Biotecnolog¨ªa de Alemania, asegura:La calidad global de la investigaci¨®n es alta y los mejores cient¨ªficos y su trabajo son excelentes". Tambi¨¦n es uno de los institutos del CSIC que m¨¢s conflictos ha padecido.
El CSIC ha dado marcha atr¨¢s a la decisi¨®n de eliminar los puestos de 14
investigadores del CIB", ha informado Nature. Seg¨²n esta revista cient¨ªfica, el CSIC ha cedido a las presiones de los investigadores que han recibido baja puntuaci¨®n de productividad en las evaluaciones -secretas- de dos comisiones internacionales y que deber¨ªan ser reubicados. El coste del trabajo ha sido de 1,5 millones de pesetas.
Oportunidad de reciclarse
"La comisi¨®n Simons [la primera convocada, presidida por Kai Simons, del Laboratorio Europeo de Biolog¨ªa Molecular] indica que hay unos cient¨ªficos que deber¨ªan reciclarse o irse y esto segundo es pr¨¢cticamente imposible; queremos dar a la gente la oportunidad de reciclarse. No estamos tergiversando los informes sino aplic¨¢ndolos con nuestro estilo", afirma Guillermo Gim¨¦nez, actual director del CIB. El vicedirector, Rubens L¨®pez, est¨¢ de acuerdo: "Un exceso de evaluaci¨®n perjudica la paz del centro... y que quede claro que la casa no es inmovilista".
Las evaluaciones individuales que la comisi¨®n Simons hizo en 1992 de los cient¨ªficos del CIB son confidenciales, por lo tanto no se conocen p¨²blicamente los nombres de aquellos cuya labor fue calificada negativamente. "Seg¨²n la comisi¨®n, un 30% [de un total de 90] de los investigadores no deber¨ªa estar aqu¨ª; algunos hacen buen trabajo pero estar¨ªan mejor en otro instituto, otros tienen evaluaciones negativas", dice Manuel Espinosa, anterior director. "El problema b¨¢sico es la condici¨®n de funcionario del investigador, este es uno de los pocos pa¨ªses desarrollados en que existe", contin¨²a.
"Hay p¨¢rrafos de los informes que lo que indican supone hacer una revoluci¨®n del sistema funcionarial espa?ol, porque aqu¨ª no puedes despedir a gente", dice Gim¨¦nez. ?Se puede expulsar a un investigador funcionario que no rinde? Jos¨¦ Mar¨ªa Mato, presidente del CSIC, s¨®lo recuerda un caso, el de un cient¨ªfico que no iba por su laboratorio.
La comisi¨®n Timmis propuso agrupar a los grupos de investigaci¨®n en cinco departamentos. El centro entonces, propuso formar un sexto grupo provisional en que estar¨ªan los investigadores que no encajaban bien en el laboratorio. Este a?o, Timmis ha recordado al CSIC el car¨¢cter transitorio de ese grupo y afirma: "El CSIC debe revisar su actual pol¨ªtica de crear cargos de funcionarios para cient¨ªficos independientemente de los objetivos estrat¨¦gicos de investigaci¨®n". Finalmente hay seis departamentos, y ninguno es provisional.Ambas comisiones y algunos informes individuales de las mismas, como el de Enrique Cerd¨¢-Olmedo, recuerdan que la dignidad de las personas debe ser salvaguardada al tomar medidas. Pero este investigador espa?ol afirma: "Los cient¨ªficos incapaces definanciar su investigaci¨®n y publicar resultados reconocidos no deber¨ªan tener derecho a su espacio de laboratorio, aunque deben mantener una mesa de despacho". Hasta ahora nadie ha visto reducido su laboratorio.
Gimenez afirma: "Hemos ganado quienes nos oponemos a las medidas dr¨¢sticas, aqu¨ª no hace falta recurrir a ellas". "El CIB est¨¢ ya reestructurado y estoy satisfecho de c¨®mo ha quedado", dice Mato.
La seguridad en un edificio gafado
Un problema grave del Centro de Investigaciones Biol¨®gicas (CIB) que las comisiones internacionales destacan es la inseguridad. "En general, la seguridad de los laboratorios (materiales infecciosos, is¨®topos radiactivos, trabajos con ADN recombinante) parece que no se toma en serio", dice el informe Simons. Una buena noticia puede se la soluci¨®n: van a empezar las obras del nuevo recinto del CIB, en la Universidad Complutense, informa el director, Guillermo Gim¨¦nez. El nuevo edificio costar¨¢ 2.500 millones de pesetas m¨¢s otros 1.000 millones para el amueblamiento. "La construcci¨®n podr¨ªa iniciarse en enero", dice Jos¨¦ Mar¨ªa Mato, presidente del CSIC.La comisi¨®n Timmis afirma que el CIB tiene una estructura inadecuada, que la soluci¨®n es un nuevo laboratorio, pero que algunas deficiencias requieren acciones inmediatas. Todo sigue igual en el edificio de Vel¨¢zquez, da?ado, adem¨¢s, por el atentado de ETA en la calle de Joaqu¨ªn Costa del pasado 21 de junio. Ya en los a?os setenta fue afectado por una explosi¨®n en la zona.
Sin un plan de estrategia cient¨ªfica
"El m¨¢s obvio problema del CIB es la falta de un plan estrat¨¦gico", afirmaba rotundamente la comisi¨®n presidida por Kai Simons. Manuel Espinosa, ex director del CIB, est¨¢ de acuerdo: "La base de todo tiene que ser la calidad de la ciencia que se haga en este laboratorio, y no veo que ahora haya un criterio de calidad. Falta un plan estrat¨¦gico".Gim¨¦nez explica que el plan est¨¢ pendiente, que el CSIC tiene unos plazos y que es la junta del centro la que tiene que decidirlo. "Dentro de tres o cuatro a?os sabremos c¨®moqueda la cosa, habr¨¢ marchas atr¨¢s y adelante en el proceso", comenta.
"El CIB tiene una estructura inadecuada", dice el informe Timmis. "Por ejemplo, los jefes de departamento, pese a sus labores administrativas, carecen de secretarias; la distribuci¨®n de los asistentes t¨¦cnicos no est¨¢ razonablemente equilibrada ni refleja objetivos de estrategia cient¨ªfica". El reagrupamiento del CIB en seis departamentos no supone s¨®lo un cambio de los nombres, seg¨²n el presidente del CSIC, sino de su orientaci¨®n.
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