Redescubrir la imagen plural de Espa?a
El arte espa?ol del siglo XIX es un gran desconocido. Cegados primero por los esplendores del impresionismo franc¨¦s y desbordados ahora por la mara?a tejida en torno al arte actual, se ha desatendido el estudio de una pintura de muy alta calidad que ha sido menospreciada bajo el ambiguo calificativo de localista. Afortunadamente, los historiadores actuales, con un trabajo paciente, est¨¢n situando en su justo contexto y valor un arte que requiere de un lugar en nuestra memoria.Desde estos presupuestos se presenta esta exposici¨®n que ofrece a la contemplaci¨®n 161 cuadros pintados desde el inicio del ¨²ltimo periodo del pasado siglo hasta la fecha del primer manifiesto vanguardista, momentos dif¨ªciles para Espa?a en los que sobresalen dos acontecimientos culturales, la generaci¨®n del 98 y la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, que vertebran el periodo.
Centro y periferia
En la modernizaci¨®n de la pintura espa?ola. 1880-1918. Palacio de Vel¨¢zquez. Parque del Retiro. Madrid. Hasta el mes de marzo.
Contemplar ahora estos cuadros reunidos, muchos de ellos pertenecientes a colecciones particulares o instituciones de dif¨ªcil acceso, es ya un placer, pero a ello hay que sumar el acierto en la visi¨®n que se ha dado en esta exposici¨®n que analiza las relaciones y tensiones generadas entre la modernidad, de car¨¢cter internacionalista, y los pujantes nacionalismos de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XIX.
El momentode presentar esta pintura es muy oportuno, cuando, un siglo despu¨¦s, se plantea nuevamente una situaci¨®n con presuntas analog¨ªas. Pero la exposici¨®n no resuelve este conflicto, ni ofrece una visi¨®n direccionada del tema, sino qu¨¦ presenta, al menos, tres frentes con infinidad de matices intermedios.
Modernidad
El primero lo forman los pintores con una actitud regionalista y nacionalista, que descubren un fil¨®n en las diferencias etnol¨®gicas y folcl¨®ricas; el segundo, los que pretenden una actitud modernizadora frente al academicismo institucional de la capital, incorporando t¨¦cnicas novedosas tomadas de los movimiento s parisienses, y por ¨²ltimo est¨¢n los artistas que, desde esa actitud modernizadora, reaccionaron frente al regionalismo y los nacionalismos.En cualquier caso, la exposici¨®n resalta la vitalidad de la periferia frente a la resistencia institucional del centralismo, presentando una modernidad relacionada con la b¨²squeda de las identidades territoriales y de los arquetipos ¨¦tnicos.
Aunque los motivos pict¨®ricos son muy variados, se puede destacar el tema de los campesinos en sus labores, como s¨ªmbolo casticista de los valores regionales, y el tema del paisaje realista, como g¨¦nero moderno que exalta el mundo rural, ofreciendo una imagen popular de corte nacionalista que se ti?e con matices particulares en cada regi¨®n.
Por su parte, el documentad¨ªsimo cat¨¢logo, en que han trabajado 16 especialistas, ofrece unos estudios pormenorizados por regiones que ser¨¢n de consulta indispensable en la historiograf¨ªa del arte espa?ol.
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