Una lluvia de piedras y un ataque suicida 'celebran' el frustrado inicio de la autonom¨ªa palestina
Lluvia de piedras contra soldados israel¨ªes, un in¨²til ataque suicida, enjambres de fot¨®grafos de todas partes del mundo y, menos visiblemente, un funeral interrumpido por el tumulto que siempre suscitan los balazos. Contrariamente a los planes dise?ados hace tres meses en los jardines de la Casa Blanca, la franja de Gaza fue ayer el mismo escenario que desde hace seis a?os o m¨¢s. Ayer murieron tres palestinos, incluyendo un conductor suicida que rob¨® una ambulancia para estrellarla contra un jeep del Ej¨¦rcito israel¨ª. Para quienes esperaban una jornada hist¨®rica -el inicio de la retirada de las tropas israel¨ªes, de acuerdo con el pacto del que Bill Clinton fue arquitecto y testigo-, Gaza fue ayer el escenario de un fiasco.
Los muertos pasaron a las siniestras estad¨ªsticas de bajas de la rebeli¨®n palestina contra la ocupaci¨®n israel¨ª. Los vivos, j¨®venes y viejos, personificaban el cotidiano escepticismo que se ha apoderado de los palestinos desde hace tiempo.La jornada que deb¨ªa haber comenzado con un gesto simb¨®lico de parte israel¨ª, se inici¨® con un acto de repudio a la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) de Yasir Arafat. Y su consecuencia fue un gran estruendo. A las siete y media de la ma?ana, un militante de la Yihad Isl¨¢mica que hab¨ªa robado una ambulancia de la Sociedad Benevolente -uno de los organismos musulmanes que rescatan a los palestinos heridos en las crueles calles de Gaza-, decidi¨® hacer un gesto simb¨®lico: Estrellarse contra un jeep del Ej¨¦rcito israel¨ª en un cruce del camino frecuentado por los colonos jud¨ªos de Gaza. M¨¢s poderosa que el fervor isl¨¢mico de la Yihad result¨® la punter¨ªa de un vig¨ªa. El jeep estaba vac¨ªo. Cuando la polic¨ªa israel¨ª orden¨® a la ambulancia que se detuviera y su joven conductor -hasta anoche no hab¨ªa sido indentificado, sencillamente porque poco quedaba de ¨¦l- aceler¨® a fondo. Los soldados comenzaron a disparar.
Seg¨²n el portavoz del Ej¨¦rcito israel¨ª en Gaza, el desconocido muri¨® antes de estrellarse contra su objetivo. Dif¨ªcil saber la verdad. "Cuando el terrorista estrell¨® la ambulancia robada contra uno de nuestros veh¨ªculos, ya estaba muerto", dijo. El soldado sonre¨ªa y hab¨ªa una huella de orgullo en su rostro. "No sufrimos ninguna baja", agreg¨®, "excepto por algunos rasgu?os en la cara de un soldado. Nuestros chicos no estaban en el jeep". En otras palabras, Israel se jactaba de nuevo de su astucia militar y de que mientras permanezca en los territorios ocupados sus soldados son invencibles. De hecho, la televisi¨®n japonesa registr¨® escenas de soldados danzando sobre tanques israel¨ªes, apenas conocida la noticia de que ayer no habr¨ªa retirada.
En la esquina donde acab¨® el cuarto intento suicida de palestinos dispuestos a terminar con la ocupaci¨®n israel¨ª con los mismos m¨¦todos que los shi¨ªes del L¨ªbano -aunque con resultados m¨¢s bien inocuos, estrat¨¦gicamente hablando- se conservaron durante varias horas los restos de los veh¨ªculos. En lo que quedaba de la ambulancia no se hall¨® rastro alguno del conductor. A diez metros, entre cristales rotos, hab¨ªa un pedazo de materia org¨¢nica que parec¨ªa ser un fragmento de un pulm¨®n completamente desgarrado.
Aspecto circense
M¨¢s clara era la intenci¨®n israel¨ª de que la protesta palestina por el incumplimiento del pacto entre Israel y la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina adquiriera un aspecto circense: Bajo el escrutinio de la prensa internacional, que esperaba ver convoyes de veh¨ªculos militares en retirada ocurri¨® lo de siempre: Escolares, adolescentes y alg¨²n que otro viejo palestino, en la simb¨®lica postura de resistencia.
Tiraban piedras contra la torre anaranjada enclavada en el coraz¨®n mismo de Yabalia, el campo de refugiados donde estall¨® la rebeli¨®n contra la ocupaci¨®n israel¨ª en los territorios ocupados hace seis a?os.
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