La fiesta pijama
Nochebuena anticipada en los hospitales para los ni?os enfermos
Los ni?os ingresados en los hospitales La Paz y Doce de Octubre tuvieron ayer una tarde de excesos. Caramelos, juguetes, globos y canciones les adelantaron, en pijama, la Navidad. En el sal¨®n de actos de ambos sanatorios, muchos de ellos se divert¨ªan con las canciones del grupo Locom¨ªa, o con las bromas de Payasito; pero arriba, en las habitaciones de los pabellones infantiles quedaban algunos ni?os inmovilizados por la enfermedad. Los artistas subieron a visitarlos; y los ni?os los esperaban con los ojos cerrados, por la sorpresa, y con un humor algo mejor que el de otras muchas tardes de cuidados y hospital.
Con la llegada de las Navidades, la direcci¨®n de los pabellones infantiles de los centros hospitalarios procura enviar a los ni?os con casos menos graves a casa, para volver a ingresarlos despu¨¦s de la festividad de Reyes.
Otros han de pasar las fiestas en el hospital. Como Christian, de 11 a?os. ?l y Gregorio comparten habitaci¨®n y dolencias, en la planta de oncolog¨ªa infantil del Doce de Octubre. Ya se est¨¢n haciendo amigos. Ambos, con el pelo completamente rapado, estaban ayer content¨ªsimos por la fiesta: "Es que as¨ª vemos gente y cosas diferentes de la habitaci¨®n", explicaba Gregorio con seriedad mientras intentaba manejar una c¨¢mara de fotos que le hab¨ªan prestado. "Y a los famosos", apostilla Christian sin dejar de dar botes del asiento. S¨®lo muestra una mueca torcida cuando cuenta que ya lleva un mes en el hospital y que no tomar¨¢ el turr¨®n en casa porque ¨¦l es de Elche, y no puede faltar a las sesiones diarias de radioterapia."
?Aqu¨ª viene Candi!"
Unos 50 ni?os del Doce de Octubre asistieron ayer a la funci¨®n de Navidad. Algunos m¨¢s -unos 80- acidieron al sal¨®n de actos en La Paz. Y cada uno recibi¨® sonrisas. Y su regalo. Los ni?os llegaban de sus habitaciones vestidos con sus pijamitas azules del Insalud y con cierta cara de susto al encontrarse con La Bella y La Bestia o con Pap¨¢ Noel."Aqu¨ª viene Candi, mirad a Candi". Y Candi, regordeta, llega sonriendo con sus seis a?os y unos ojos azules enormes. Pero apenas puede hablar, porque tiene un tumor cerebral. No sabe lo que le va pedir a los Reyes Magos. Aunque se?ala con una sonrisa las mu?ecas que se amontonan en el escenario.
Los hospitales de La Paz y del Doce de Octubre tienen escuelas donde los chavales que llevan ingresados mucho tiempo aprenden lo que la enfermedad les impide asimilar en el colegio.Paqui y To?i, las dos maestras de la escuela del Doce de Octubre le hablan a cada chaval como si fuera el ¨²nico alumno. Y bregan con los m¨¢s perezosos con esfuerzo.
Algunos cr¨ªos bajaban al sal¨®n de actos del hospital Doce de Octobre en silla de ruedas y con la bolsa de suero en ristre. La llegada de Christian, madrile?o y con cinco a?os, fue de las mas aparatosas. Con cara de pill¨ªn cuenta que se cay¨® del tobog¨¢n jugando, y el resultado fue un brazo y una pierna escayolados. Ayer no pod¨ªa dar palmas pero disfrutaba con el barullo.
Cristina, a sus cinco a?os, ya sabe lo que es ser presumida. Antes de bajar al sal¨®n de actos le pidi¨® a su madre que la peinara bien "para estar guapa". Lleva s¨®lo una semana hospitalizada por una operaci¨®n en la cara. Los Reyes le podr¨¢n dejar los juguetes en casa, en -Extremadura.
La salida al escenario de Locom¨ªa revolucion¨® al personal, sobre todo a las sanitarias. Aunque los chavales y sus madres tambi¨¦n brincaban con los ritmos y los vestidos gal¨¢cticos de los m¨²sicos. '.'Nos encanta actuar ante los ni?os", explicaba ayer uno de los componentes del grupo antes de entrar en acci¨®n.
En ese momento empieza la funci¨®n y salta al escenario Laura Rico, la estrella del circo Europa, una ni?a de diez a?os con una larga melena rubia, que es capaz de bailarse 30 giros de aro en la cintura. Comienza a dar botes. Y a la madre de Nerea, de dos a?os, le asoman l¨¢grimas en los ojos. La ni?a tiene un tumor entre el pulm¨®n y el coraz¨®n y las noticias del doctor esa ma?ana no hab¨ªan sido buenas. Pero saca fuerzas de donde no le quedan y anima a su ni?a a dar palmas.
En las plantas superiores de los hospitales quedaban otros que no pudieron bajar a divertirse con los dem¨¢s. ?lvaro, de ocho a?os, tuvo que quedarse en la cama. "Es que me han operado de la cola", se atreve a decir entre dientes.
La Bella y La Bestia entran en las habitaciones, y besan a los encarnados. Muchos, apenas articulan una palabra.
Con los ojos cerrados
Las enfermeras, que los conocen, les jalean: "?Pero mira qui¨¦n ha venido a verte!", y los ni?os sonr¨ªen.-A veces, las sanitarias se adelantan a los visitantes y dicen a los ni?os que les esperen con los ojos cerrados.Abajo, en el sal¨®n de actos, llega el momento m¨¢s esperado: las mu?ecas y los camiones llegan a sus destinatarios. Candi sonr¨ªe y agarra una mu?eca. Los ni?os, cansados, dormir¨¢n esa noche a pierna suelta. Con un nuevo amigo a su cabecera.
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