El leopardo de Arabia, un animal 'pol¨ªtico'
La supervivencia de esta rara especie, amenazada por la rivalidad entre ¨¢rabes e israel¨ªes
ENVIADO ESPECIALEl jeque Mohammed Bin Rashid Maktum, ministro de Defensa de los Emiratos ?rabes Unidos (EAU) y uno de los hombres m¨¢s ricos y poderosos de Dubai, ten¨ªa intenci¨®n de convertir su lujoso palacio en un criadero de leopardos. Atra¨ªdo por la rareza de esta especie, que vive en las monta?as pr¨®ximas al desierto, encarg¨® a sus hombres la captura de uno vivo para a?adirlo a su zool¨®gico particular. El trofeo result¨® ser un macho de tres a?os. Ahora, el jeque desea cruzarlo, pero la b¨²squeda de la hembra adecuada casi se ha convertido en un problema de Estado. Para empezar, la captura de otro ejemplar en libertad resulta extremadamente complicada, pues los leopardos son animales solitarios que tan s¨®lo se re¨²nen para el apareamiento. Existen, eso s¨ª, dos centros de cr¨ªa de leopardos en cautividad. Pero uno de ellos est¨¢ en Israel, con varias hembras, vedadas, para el ejemplar de Dubai por razones pol¨ªticas, pues son jud¨ªas. El otro se encuentra en Muscat (Om¨¢n), pero las autoridades rechazan el env¨ªo a Dubai de una de sus hembras aduciendo una supuesta falta de garant¨ªas sanitarias. Mientras, el jeque no se arriesga a enviar a Om¨¢n a su ¨²nico ejemplar.
El asunto ha causado en las ¨²ltimas semanas m¨¢s de un roce diplom¨¢tico entre los emiratos y Om¨¢n. La Arabian Leopard Trust pretende la intercesi¨®n del califa oman¨ª Qab¨²s para crear as¨ª un tercer centro de cr¨ªa en Dubai. "Con tres centros estar¨ªamos a salvo de epidemias y podr¨ªamos diversificar los cruces. De esta manera, la especie estar¨ªa casi a salvo de su extinci¨®n", afirma Marijcke Jongbloed.
El leopardo de Arabia es hoy m¨¢s escaso que el panda gigante. En un territorio tan grande como Europa, el que transcurre entre Israel y Yemen, apenas quedan 100 ejemplares. Los dem¨¢s han sido aniquilados por campesinos furiosos que acusan al animal de matar a su ganado.
Ahora, un libro de cuentos, una campa?a de carteles y un pu?ado de entusiastas defensores de los animales son las ¨²nicas armas con que cuenta el leopardo de Arabia para esquivar el riesgo de extinci¨®n que se cierne sobre ¨¦l. "Si no hacemos algo ya, en poco tiempo no quedar¨¢ ni un solo ejemplar", advierte la doctora holandesa Marijcke Jongbloed, una de las fundadoras de la Arabian Leopard Trust, una sociedad empe?ada en su salvaci¨®n. "No sabemos cu¨¢ntos animales quedan en los EAU, pero puede que no lleguen a una docena". "Cada animal vivo es una especie de joya, porque puede ser el ¨²ltimo", a?ade.
Su sociedad protectora est¨¢ a un punto de lanzar una intensa campa?a en todas las escuelas de los EAU. "Vamos a explicar a los ni?os las ventajas y la trascendencia de preservar las especies en peligro, e intentar, a trav¨¦s de ellos, convencer a sus padres". El cuento de Hayat, una hembra cuyo nombre significa vida en ¨¢rabe, es su principal arma para ganarse a los peque?os. "Es la triste historia de una pantera a la que le han matado el macho y se ve obligada a una huida sin final".
La doctora Jongbloed y George Hatwell, un directivo del banco brit¨¢nico Lloyds en Dubai, que ejerce como tesorero de la sociedad, tienen intenci¨®n de acudir a las monta?as de Hajar y Musandam, en Ras al Khaimah, para hablar personalmente con los campesinos. ', Queremos conocer sus costumbres y tradiciones, entrar en su idiosincrasia y entender por qu¨¦ act¨²an de ese modo. Vamos a formularles una golosa oferta: por cada cabra que les mate el leopardo, nosotros les regalaremos dos", dice Hatwell.
Arabia Saud¨ª y Om¨¢n poseen ya estrictas leyes que proh¨ªben la caza del leopardo. Pero los expertos estiman que es necesario un acuerdo global que unifique criterios de todos los pa¨ªses del ¨¢rea, porque "los animales no conocen fronteras"'.
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