Los Reyes Magos van a la facultad
40 estudiantes recogen, reparan y distribuyen juguetes para los ni?os acogidos en centros asistenciales
Si alguna vez existi¨® la factor¨ªa de los Reyes Magos debi¨® de tener un aspecto parecido al que presenta en estos d¨ªas el aula 13 de la Escuela Superior de de Ingenieros Agr¨®nomos de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid. Juguetes por el suelo -cinco toneladas hasta la fecha-, cartas que llegan directamente del coraz¨®n de los ni?os, reparadores de juegos, cientos de envoltorios, l¨ªos de direcciones, actividad febril porque la fecha m¨¢gica se avecina... La campa?a de recogida terminar¨¢ ma?ana, pero la labor de los futuros ingenieros no finalizar¨¢ hasta el mismo d¨ªa 6 de enero.Desde hace hace 10 d¨ªas, 50 estudiantes se agolpan en el aula convertidos en r¨¦plicas de Melchor, Gaspar y Baltasar; no s¨®lo se encargan de recoger, reparar y envolver los juguetes que sus compa?eros les aportan, las cartas llenas de peticiones -algunas imposiblesque les llegan de esos mismos ni?os sin padres. Tambi¨¦n preparan la entrega de regalos -que tambi¨¦n har¨¢n ellos para el d¨ªa 6 de enero en diversos centros de acogida de ni?os sin padres. Son unos Reyes Magos competentes que que atender¨¢n todas las peticiones. En la medida de sus posibilidades.Publicidad en el 'campus'
Les han ayudado otros 26 universitarios de la Facultad de Biolog¨ªa, que tambi¨¦n organizaron su propia campa?a de Navidad. Pero la verdadera coz laboraci¨®n procede de la gente que se ha acercado conjuguetes, aunque est¨¦n rotos. No hay problema: en la habitaci¨®n 13, los estudiantes se encargar¨¢n de repararlos. Julia, de 23 a?os, lo mismo recompon¨ªa mu?ecas que reparaba radios: "Tambi¨¦n me he ocupado de lavar los vestidos de las mu?ecas, porque algunos llegan asquerosos" comentaba.
La labor de los estudiantes empez¨® con la publicidad. En los primeros d¨ªas de la campa?¨ªa, all¨¢ por el 12 de diciembre, que termina ma?ana, repartieron octavillas a la salida de la estaci¨®n de metro de Ciudad Universitaria. Eran unos papeles de color verde chill¨®n que animaron a sus compa?eros universitarios a acercarse con juguetes.
Del vicerrectorado de alumnos de la Polit¨¦cnica han obtenido 100.000 pesetas, que han gastado en carteles de promoci¨®n y en pilas. Lo de los carteles lo explica la propaganda; las pilas son vitales porque muchos de los juguetes son el¨¦ctricos y vienen sin bater¨ªa. Estos Reyes Magos contempor¨¢neos saben que no pueden entregar a los ni?os nada que no funcione igual que cuando se anuncia en televisi¨®n.
Los estudiantes garantizan tambi¨¦n que no se repartir¨¢n ni siquiera rompecabezas incompletos. En el equipo hay quien se dedica, con una paciencia de santo, a recontar las piezas o a reconstruir la imagen para que el ni?o no se lleve una mala sorpresa. "Aunque parezca mentira, no es tan aburrido como parece", dec¨ªa ayer Julia, tambi¨¦n ocupada en eso. En estos tiempos no basta, para oficiar de Rey Mago, con ser bueno y generoso; tambi¨¦n hay que ser competente.
Cuando los juguetes est¨¢n reparados, se envuelven. Y no en un papel cualquiera. Faltar¨ªa m¨¢s. El papel no ser¨¢ de regalo tampoco, sino, en la mayor¨ªa de los casos, transparente, para que se sepa bien qu¨¦ contiene el paquete. "Y siempre con un adorno", comentaba ayer Ana, de 22 a?os.
Los alumnos saben, en muchas ocasiones, las preferencias y los gustos de los chiquillos. Los educadores de algunos centros de recogida de menores, que ya conocen la labor de los estudiantes de anteriores ocasiones -esta campa?a cumple su sexta edici¨®n-, saben ya que una de las direcciones de los Reyes Magos para los ni?os sin padres es la de la Facultad de Ingenieros Agr¨®nomos.
Reparar los juguetes es un trabajo en equipo: hay quien se encarga de dar vida a los ingenios mec¨¢nicos o a los coches que no ruedan. Otros van a por las mu?ecas, y las lavan, las visten y las peinan. Algunas chicas han tomado para s¨ª la labor de los peluches ("una infinidad", seg¨²n uno de los organizadores) para quitarles las capas de mugre.Con barbas y sin vaqueros
El proceso de recogida est¨¢ a punto de terminar. No as¨ª el de reparaci¨®n, limpieza, embalaje y distribuci¨®n. Esta ¨²ltima labor tendr¨¢ dos partes: el d¨ªa 24 y el d¨ªa 6. Y, para que nada falte a la hora de entregar los juguetes en los centros, los futuros ingenieros se quitar¨¢n los jerseys de pico y los pantalones vaqueros y se colocar¨¢n la ropa de gala: las barbas y todo eso que llevan los Reyes Magos cuando no trabajan en el almac¨¦n.
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