Ayudar a Rusia
Si aquellos pueblos que no conocen la/su historia se encuentran condenados a repetirla y si la Europa de los mercaderes no tiene la grandeza de ¨¢nimo y la generosidad para ayudar a Rusia a recuperarse, aun cuando se admita que s¨®lo ellos son culpables de su postraci¨®n; si Europa en particular y el mundo desarrollado en general no ponen toda la carne en el asador para, con dinero y tecnolog¨ªa, sacar del marasmo econ¨®mico a ese pa¨ªs, podemos todos vernos enfrentados de nuevo en una guerra, cuando menos fr¨ªa.No se olvide que la Alemania nazi surgi¨® de unas elecciones democr¨¢ticas habidas en un pa¨ªs al que se le impusieron condiciones humillantes en un tratado que lo postraba econ¨®mica y pol¨ªticamente, que los desesperados tienden a buscar un mes¨ªas que los redima y que no se puede someter a 250 millones de personas al hambre y pretender que filosofen democr¨¢ticamente: primum vivere, deinde philosophare; y en Rusia, vivir es duro durante muchos meses al a?o. El despertar del fascio ultranacionalista all¨ª es un s¨ªntoma de todo cuanto antecede-
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