Petr¨®leo barato y gasolinas caras

EL PRECIO del barril de petr¨®leo est¨¢ en el nivel m¨¢s bajo desde 1988. Su mantenimiento ser¨ªa uno de los escasos factores que favorecer¨ªan la gradual recuperaci¨®n de las econom¨ªas industrializadas a lo largo del pr¨®ximo a?o, tal como se conf¨ªa en las recientes previsiones de la generalidad de los organismos internacionales.Sin que existan elementos que permitan anticipar en el futuro pr¨®ximo bruscas elevaciones en los precios, la asunci¨®n de un precio del barril por debajo de los 15 d¨®lares incorpora una recuperaci¨®n lenta del consumo de crudo sobre los deprimidos niveles actuales, y lo que es m¨¢s relevante, la continuidad en la incapacidad de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP) para establecer un l¨ªmite efectivo a la producci¨®n de sus 14 asociados.

La presi¨®n a la baja en el precio del crudo, especialmente intensa desde el pasado junio, tiene en la aton¨ªa de la demanda de los pa¨ªses industrializados (Europa y Jap¨®n, fundamentalmente) una de sus principales explicaciones. Esa desaceleraci¨®n de la demanda y del consumo, determinada por la mayor intensidad de la recesi¨®n econ¨®mica, en modo alguno ha sido compensada por el reciente aumento de la demanda en EE UU y la m¨¢s continuada de los pa¨ªses en desarrollo. La Agencia Internacional de la Energ¨ªa ha extendido la revisi¨®n a la baja de sus previsiones de demanda correspondientes al tercer trimestre de 1993 a los dos primeros de 1994.

La oferta, por su parte, no s¨®lo no se ha reducido a los niveles acordados en la reuni¨®n de la OPEP del pasado septiembre, sino que se ha visto aumentada por el inesperado incremento en la producci¨®n procedente del mar del Norte. Se prev¨¦, adem¨¢s, que la producci¨®n conjunta del Reino Unido y de Noruega llegar¨¢ a superar a principios del pr¨®ximo a?o, con cinco millones de barriles diarios, a la de cualquier pa¨ªs de la OPEP, excepto Arabia Saud¨ª. Junto a ello, el eventual levantamiento de las sanciones de las Naciones Unidas contra Irak y la consiguiente normalizaci¨®n de su capacidad de exportaci¨®n act¨²a deprimiendo adicionalmente los precios.

Una situaci¨®n cuyas implicaciones, m¨¢s all¨¢ de ese favorable impacto sobre los importadores, que, dicho sea de paso, no se ha traducido en el abaratamiento del precio de los carburantes en pesetas, hay que situar sobre la capacidad del cartel para controlar el mercado de una materia prima todav¨ªa b¨¢sica en la econom¨ªa mundial. La continuidad de la ausencia de liderazgo en esa organizaci¨®n puede llegar a ser un elemento tan preocupante como el posible olvido por los Gobiernos de los necesarios planes de diversificaci¨®n energ¨¦tica, necesarios a pesar de la aton¨ªa de los precios actuales, para garantizar la seguridad y economicidad de ese factor de producci¨®n.