M¨¢s que descortes¨ªa

Aunque ya estamos acostumbrados al tono del se?or Felipe Gonz¨¢lez, su ¨²ltima intervenci¨®n parlamentaria sobre la cumbre de Bruselas, y m¨¢s exactamente su negativa a responder al se?or Julio Anguita, ha abrumado a los ciudadanos que, como yo, pensamos que el Parlamento est¨¢ para eso: argumentar y contraargumentar en el sagrado ejercicio de la discrepancia en democracia. Pues bien, el se?or Gonz¨¢lez deber¨ªa saber que, cuando argumenta el se?or Anguita (en este caso), su voz representa (que para eso est¨¢) la opini¨®n de varios cientos de miles de ciudadanos (entre los que me incluyo), y negarse a responder es mucho m¨¢s que descortes¨ªa parlamentaria, es soberbia y despotismo. "Todo para el pueblo... pero cuando el pueblo pregunta... sin el pueblo". Me cuesta entender c¨®mo puede haber gente que se sienta representada por un se?or que condiciona el ejercicio de su responsabilidad pol¨ªtica a la buena o mala bilis que le producen sus adversarios pol¨ªticos, y niega las argumentaciones de ¨¦stos (s¨®lidas en el caso de Anguita) de manera tan fr¨ªvola. En tiempos de crisis econ¨®mica propongo un buen negocio: una cl¨ªnica de "curas de humildad". Son muchos los que las necesitan.-