Saludo papal a Israel

El reconocimiento formal mutuo del Vaticano e Israel acaba con una anomal¨ªa diplom¨¢tica y elimina parte de la acritud de una relaci¨®n problem¨¢tica. Con todo, los viejos problemas todav¨ªa son perturbadores, como pone de manifiesto la decisi¨®n de la Santa Sede de establecer su Embajada en Jaffa, con identidad ¨¢rabe a pesar de pertenecer al municipio de Tel Aviv. ( ... )Pocos asuntos han causado sentimientos tan enconados entre la Santa Sede e Israel como la situaci¨®n de Jerusal¨¦n. ( ... ) Lo que enoj¨® a los fundadores del renacido Estado jud¨ªo fue la indiferencia mostrada por el Vaticano hacia el r¨¦gimen otomano. ( ... ) Sin embargo, cuando las ciudades nueva y vieja fueron unificadas por el Ej¨¦rcito israel¨ª en 1967, el Vaticano volvi¨® a enfatizar la necesidad de internacionalizar Jerusal¨¦n. No s¨®lo israel¨ªes y jud¨ªos se preocuparon por el pasado perd¨®n de la Iglesia cat¨®lica -romana al antisem¨ªtismo, por el silencio del papa P¨ªo XII durante la guerra de Hitler contra los jud¨ªos y por el rechazo vaticano a criticar a los ¨¢rabes.

El reconocimiento abre el camino para que Juan Pablo II haga su primera visita a Jerusal¨¦n, con seguridad una ocasi¨®n para pronunciar con resonancia las palabras adecuadas a favor de la necesidad de tolerancia mutua. Y a pesar de diferencias pasadas entre Israel y el Vaticano, la presencia de un embajador papal certificar¨¢ poderosamente la estabilidad y legitin¨²dad de un Estado jud¨ªo en Oriente Pr¨®ximo.

, 7 de enero