Decido emigrar

Leo en una revista que el Ministerio de Trabajo ofrece ayudas a aquellas personas que buscan empleo en el extranjero . Como no tengo trabajo y llevo varias semanas d¨¢ndole vueltas a la idea de emigrar llamo al n¨²mero de tel¨¦fono que se indica. Una amable operadora me asegura que ese n¨²mero ya no existe. Pido en informaci¨®n el n¨²mero del Ministerio de Trabajo y me lo dan. Despu¨¦s de hablar con dos o tres se?oritas, consigo que se ponga al aparato la responsable del asunto que me interesa. "No, ya no queda nada del dinero de esa partida". "S¨ª, es que sali¨® en mayo". Seg¨²n la revista, el plazo de solicitud acaba el 31 de diciembre de 1993. Desanimado, le pregunto en qu¨¦ consist¨ªan esas ayudas y qu¨¦ requisitos hab¨ªa que cumplir para acceder a ellas. Ella me asegura que es in¨²til que me lo diga, porque el a?o que viene, si vuelven a salir, probablemente las normas sean distintas. Yo insisto. Ella me vuelve a decir que no vale la pena que me lo cuente. Un poco molesto por su apat¨ªa, hago un tercer intento. Ella, un poco molesta por mi insistencia, me repite por tercera vez que ser¨ªa una p¨¦rdida de tiempo, porque el a?o que viene... Cuelgo el tel¨¦fono. Y decido emigrar.?Qu¨¦ tal si la pr¨®xima vez le dan al asunto la publicidad que requiere? Si marcan un plazo para las solicitudes, ?por qu¨¦ resuelven antes de que el plazo haya terminado? Se me ocurren muchas respuestas a estas preguntas, pero creo que al se?or ministro no le iban a gustar.-