El teatro C¨®mico quiere ser centro comercial
El Real Cinema reabre su escenario para romper la racha de cierres de salas
Cada vez quedan menos. Los viejos teatros venden sus escenarios para convertirlos en una pantalla de cine, una pista de baile, una tienda o, simplemente, para especular. El C¨®mico, local de asiduos actores como Quique Camoiras o Pedro Osinaga, pretende ahora ser un centro comercial. Su propietario lo alquila. La cadena de cierres de salas s¨®lo se rompe por el anuncio efectuado por el Real Cinema de reabrir una de sus salas para montajes teatrales.
Los propietarios del teatro C¨®mico, la familia Lasurreta, instalaron en la fachada de la sala, en pleno paseo de las Delicias, un gran cartel desde el que ya renunciaban a su pasado: "Local comercial. Se alquila".Mientras los grupos de teatro alternativo escarban en garajes, estaciones de metro abandonadas, antiguas f¨¢bricas o cualquier rinc¨®n en el que representar sus montajes, a los que cada vez acude m¨¢s publico, los teatros comerciales echan el cierre, terminan siendo un mont¨®n de escombros o se transforman en locales donde darse al consumismo.
Hoy ning¨²n espectador puede acudir a los teatros Arniches, Valle-Incl¨¢n, Benavente, C¨®mico, Espronceda, Lara, Mart¨ªn, Barcel¨®, Eslava, Beatriz, Cadarso, Pav¨®n -¨¦ste, con un gran letrero en la puerta que reza: "Se vende"- e incluso el teatro p¨²blico Lavapi¨¦s. Ya no est¨¢n. Todos ellos han desaparecido en el ¨²ltimo decenio y ahora se ocultan bajo la apariencia de cines, de discotecas como Pach¨¢ o Joy Eslava, de establecimientos como el Vip's de la calle de Alberto Aguilera o bien cedieron su sitio para ampliar la agencia Efe.
Alejandro Colubi, secretario general de la Asociaci¨®n de Empresarios Teatrales y de Salas, no se extra?a: "La competencia es brutal, y m¨¢s brutal a¨²n es que ¨¦sta provenga de los teatros p¨²blicos". Colubi asegura que "el d¨ªa que desaparezca la iniciativa privada desaparecer¨¢ el teatro". El empresrio, que dirige el teatro Marquina, achaca la desaparici¨®n de las salas al "encarecimiento desproporcionado de los elementos teatrales que provocan los teatros de iniciativa p¨²blica".
Andr¨¦s Pel¨¢ez, director del Centro de Documentaci¨®n Teatral y especialmente preocupado por el patrimonio teatral espa?ol, piensa que es una pena que el C¨®mico se transforme en otra cosa que no sea un local esc¨¦nico: "Es un momento muy bueno en el teatro, los grupos no tienen donde programar sus cosas y buscan locales como sabuesos; ser¨ªa una pena que la Comunidad o el Ayuntamiento no se hicieran con el teatro C¨®mico para acoger en ¨¦l a todo ese teatro alternativo en cuyas manos est¨¢ el futuro de nuestra escena, y m¨¢s a¨²n teniendo en cuenta que van muy ahogados por no tener locales donde dar a conocer su teatro innovador".
No obstante, el escenario comercial del teatro C¨®mico, a diferencia de otras salas, encontrar¨¢ pronto un sucesor que tape su hueco. El Real Cinema, que transform¨® su cine de la plaza de Isabel II (?pera) en cuatro salas peque?as, reabre la que quer¨ªa dedicar al teatro a finales de este mes. En realidad, la empresa ya hab¨ªa iniciado la actividad teatral el pasado a?o, pero la abandon¨® al poco tiempo.
La sala tiene previsto inaugurar la nueva temporada con La muralla, texto de Joaqu¨ªn Calvo Sotelo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.