La muerte dulce
Mareo, n¨¢useas y desvanecimiento. La muerte por inhalaci¨®n de mon¨®xido de carbono sume en un dulce sue?o a sus v¨ªctimas. A veces, no vuelven a despertar. La pasada Noche de Reyes un ni?o y sus dos abuelos murieron por este motivo en un piso de Collado Villalba. Ayer, un administrador de fincas y su secretaria fallecieron desvanecidos en un cuarto de ba?o de Madrid. Las intoxicaciones causadas por la emanaci¨®n de este gas t¨®xico se deben habitualmente a la mala combusti¨®n de las calderas. La llama, que ha de presentarse azulada y estable, se torna ruidosa, roja y con puntas amarillas.
Este fen¨®meno se origina por la falta de ox¨ªgeno. La combusti¨®n, entonces, en vez de liberar vapor de agua y anh¨ªdrido carb¨®nico, desprende el venenoso mon¨®xido de carbono.
Su inhalaci¨®n se combina en la sangre con la hemoglobina que transporta el ox¨ªgenopara formar carboxihernoglobina a una velocidad 210 veces mayor que el ox¨ªgeno.
"Arrebata r¨¢pidamente a la sangre el ox¨ªgeno que el cuerpo necesita. Simult¨¢neamente, impide que la corriente sangu¨ªnea elimine los residuos de anh¨ªdrido carb¨®nico que normalmente lleva de vuelta a los pulmones. Este tipo de acci¨®n lo hace peligroso a concentraciones relativamente bajas", indica un informe del National Fire Protection Association. La muerte llega por asfixia.
Malos vapores
En el caso de ayer, la polic¨ªa, a falta de la autopsia, culpa a una calefacci¨®n de gas butano instalada en un cuarto de ba?o, un lugar prohibido para estos aparatos, no s¨®lo por la ausencia de ventilaci¨®n, sino por el vapor que genera el agua caliente. Los vahos reducen la entrada de ox¨ªgeno en los calentadores. Resultado: la entrada de ox¨ªgeno se empobrece, la combusti¨®n degenera y se libera el mon¨®xido de carbono.
La muerte no tarda en llegar. Dos datos muestran, seg¨²n el citado informe, la elevada toxicidad de este gas: la exposici¨®n de una persona a una concentraci¨®n de un 0,4% de mon¨®xido de carbono en el aire, causa la muerte en menos de una hora; con un 1,3% bastan dos o tres inhalaciones para perder el conocimiento y morir en pocos minutos.
Para evitar los accidentes con el butano, la empresa Repsol aconsej¨® fijarse en las llamas, pero tambi¨¦n record¨® la obligaci¨®n del usuario de revisar los aparatos caseros a trav¨¦s del servicio t¨¦cnico del fabricante.
En este contexto, cualquier nueva instalaci¨®n o cambio tiene que ser efectuado por una empresa autorizada. Los aparatos han de estar colocados en lugares con ventilaci¨®n. Si la instalaci¨®n de butano es colectiva, corresponde a la empresa montadora inspeccionarla cada cuatro a?os.
"Si la gente cuidase como es debido sus aparatos, los accidentes se reducir¨ªan en un 90%", coment¨® un experto de la citada empresa.
Gas Natural, por su parte, tras alertar sobre el peligro que entra?a obstruir las rejillas y elementos de ventilaci¨®n, recalc¨® que en el usuario recae el mantenimiento y correcta utilizaci¨®n de la instalaci¨®n interior, por lo que debe revisarla cada cuatro a?os por medio de una empresa autorizada por el Ministerio de Industria.
Timo de la goma
Pero el peligro no s¨®lo procede del gas. El desgaste que sufren las instalaciones caseras es aprovechado, seg¨²n la Polic¨ªa Municipal, por los expertos del timo de la goma del butano, siempre serviciales.
En este tipo de estafa, un falso t¨¦cnico -muchas veces con mono y anagrama de la empresa- se presenta, sin petici¨®n previa del usuario, en los domicilios con la intenci¨®n de cambiar la goma caduca.
Un trabajo que lleva a cabo sin mayor conocimiento que el de la factura. Por seguridad, muchos prefieren pagar.
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