Una selva de bolsillo

Es un pedacito de selva, como de bolsillo. Con su inquietante penumbra, de la que brotan misteriosos cantos de aves y ruidos. Con su humedad y su temperatura un tanto asfixiantes. Con sus peque?os saltos de agua y su riachuelo. Incluso con un olor peculiar, que los entendidos aseguran que es selv¨¢tico. Y ah¨ª, separados del visitante por vidrios que no siempre es f¨¢cil advertir, 11 especies de animales de la isla de Madagascar, en el ?ndico.Se trata de un nuevo espacio del zool¨®gico de Barcelona. que pretende ser un adelanto de lo que ser¨¢n en el futuro buena parte de las instalaciones. Muy atr¨¢s han quedado los barrotes, sustituidos desde, hace 30 a?os por fosos y vallas. El paso que se da ahora con esta reproducci¨®n en miniatura de la selva de Madagascar es el de agrupar¨¢ animales no por su similitud sino por h¨¢bitats naturales.

En la reproducci¨®n de bosque h¨²medo presentada ayer a la prensa se hallan ranas rojas o doradas de piel venenosa, majestuosos camaleones, dragones de 30 cent¨ªmetros que cuesta ver por no diferir su color del de los troncos en que habita o parejas de varias especies de l¨¦mures en peligro de extinci¨®n.

"Esta es una instalaci¨®n experimental, tanto por su propia concepci¨®n como por la tecnolog¨ªa que incorpora", subray¨® el gerente del zoo, Enric Mas. Es una prueba piloto de cara a la profunda transformaci¨®n que se prev¨¦ para los pr¨®ximos 10 o 12 a?os. "Queremos que el p¨²blico se sienta integrado en el h¨¢bitat de los animales que puede, ver" agreg¨®.

El reclamo del nuevo espacio para los visitantes del zool¨®gico es un espectacular ¨¢rbol en cart¨®n piedra de 17 metros de altura, un baobab caracter¨ªstico de la isla y de amplias zonas del ?frica occidental. Una fila de alo-alo -estacas funerarias de los malgaches- sirven para que el p¨²blico guarde cola y conozca un poco qu¨¦ es Madagascar, c¨®mo son sus habitantes y su cultura. Siguiendo un sendero en el que el cart¨®n piedra de algunos troncos se funde con arbustos locales reales y hojas de tela, el visitante puede contemplar en su ambiente una fauna ¨²nica.

La isla de Madagascar se cree que empez¨® a separase de los continentes del hemisferio sur -?frica, Am¨¦rica del Sur y la Ant¨¢tida- hace 175 millones de a?os, cuando los reptiles dominaban la Tierra. Conserva especies que pueden, considerarse aut¨¦nticas reliquias del pasado. Nada menos que el 80% de las especies animales de esa isla no se encuentran en ninguna otra parte.

La mitad de las especies de camaleones descritas en el mundo viven en Madagascar y en esa isla hay tambi¨¦n iguanas, unos reptiles inexistentes en el continente africano que se consideran propios de Am¨¦rica del Sur.

Los l¨¦mures -el mam¨ªfero m¨¢s caracter¨ªstico de Madagascar- son especies protegidas por el Convenio Internacional de Tr¨¢fico de Especies Amenazadas que el zool¨®gico barcelon¨¦s, junto a otras instalaciones del mundo, cuida y ayuda a su reproducci¨®n para que no dejen de existir.