El fiscal del 'caso Waco' sostiene que la secta segu¨ªa "una teolog¨ªa de la muerte"
, Jaime Castillo, un californiano de 25 a?os, puso un anuncio en un peri¨®dico ofreci¨¦ndose para trabajar como percusionista en una "banda de m¨²sica cristiana". David Koresh, el mes¨ªas de la Rama de los Davidianos, ley¨® el anuncio y Jaime Castillo acab¨® en el rancho Monte Carmelo, en Waco, el cuartel general de la secta. Ahora figura junto a otros cinco norteamericanos, tres brit¨¢nicos, un australiano y una canadiense en el banquillo de los acusados de un tribunal de la ciudad norteamericana de San Antonio (Tejas).
Son los protagonistas del ep¨ªlogo de un drama que conmovi¨® al mundo hace nueve meses: los 51 d¨ªas de cerco de la secta y su final, el 19 de abril de 1993, entre las llamas y los disparos que acabaron con la vida de m¨¢s de 80 personas, incluidos 17 ni?os.Los once acusados -afirm¨® en la apertura del juicio el fiscal Ray Jahn- eran seguidores de una "teolog¨ªa de la muerte dirigida por su l¨ªder, David Koresh". Para los abogados. defensores es injusto acusar de una conspiraci¨®n semejante a unas personas que no tienen por qu¨¦ asumir las responsabilidades exclusivas del jefe de la secta.
El juicio de San Antonio, que podr¨ªa durar hasta dos meses (hay m¨¢s de 150 testigos) va a reabrir las heridas que el incendio apocal¨ªptico del rancho provoc¨® en la sociedad norteamericana. El proceso deber¨ªa, adem¨¢s, arrojar luz sobre los errores de la polic¨ªa en el conjunto de la operaci¨®n y sobre los mecanismos que conducen al fanatismo religioso armado.
El fiscal Ray Jahn record¨® al jurado en su intervenci¨®n inicial una frase que David Koresh repet¨ªa siempre a sus seguidores: "Si quer¨¦is morir por Dios, ten¨¦is que estar dispuestos a matar por Dios". Esta "teolog¨ªa de la muerte" fue asumida por todos los miembros de la secta, afirm¨® el fiscal, que tratar¨¢ de demostrar que los once acusados participaron en la defensa del rancho el 28 de febrero de 1993, cuando un desastroso ataque de las fuerzas especiales de la polic¨ªa que hab¨ªa perdido el efecto sorpresa concluy¨® con el resultado de cuatro agentes muertos y 16 heridos. Dentro de Monte Carmelo murieron tiroteados cinco davidianos.
"Los acusados no eran estudiantes de la Biblia, sino personas que tomaron parte activa en una conspiraci¨®n", insisti¨® el fiscal, que record¨® que el arsenal de la secta se compon¨ªa de 296 armas, entre ellas 48 ametralladoras; granadas de mano, y abundante munici¨®n.
Koresh, ¨²nico responsable
Los abogados de la defensa compartieron en la apertura del juicio una estrategia com¨²n: disociar a sus clientes del l¨ªder Koresh y poner en primer plano el mal manejo del caso por parte de la polic¨ªa, desde el primer d¨ªa hasta el ¨²ltimo: "Es el dirigente de la Rama de los Davidianos, David Koresh, el que deber¨ªa ser considerado responsable de lo que ocurri¨®, igual que deber¨ªa ser considerada responsable la direcci¨®n de las fuerzas de seguridad", se?al¨® Joseph Turner, abogado de la canadiense Ruth Ottman Riddle, de 29 a?os, antigua adventista del s¨¦ptimo d¨ªa, como muchos davidianos.Junto a ella se sientan en el banquillo disc¨ªpulos convencidos, como el empresario de California Paul Fatta, de 35 a?os, tambi¨¦n adventista y arrastrado hasta Waco por el magnetismo personal de Koresh, y el australiano de 52 a?os Clive Doyle, que cre¨ªa que David Koresh era un profeta.
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