Historias a ras de suelo
Borracheras, ping¨¹es propinas y viajes gratis, entre los lances de limpiabotas
Cuando un limpiabotas se levanta de la cama sabe que tiene un 99% de posibilidades de volver al mismo colch¨®n despu¨¦s de atender a una clientela m¨¢s o menos aburrida, m¨¢s o menos an¨®nima y m¨¢s o menos miserable a la hora de soltar propina. Las pocas veces que eso no ha ocurrido lo retienen como reliquias.Guardan en la memoria un revoltijo de borracheras, propinas escandalosas, conversaciones con cantantes y toreros y hasta viajes gratis hacia exposiciones universales ya olvidadas.
Salazar, el Cascales
El hombre es un gitano rubio de 33 a?os que empez¨® hace cuatro a lustrar cueros, de la mano de su t¨ªo Salazar, gitano y Cascales tambi¨¦n de apodo.
Salazar deambulaba un buen d¨ªa por la Puerta de Su con la cajita que le regal¨® su t¨ªo y se le acerc¨® un americano boling¨®n (borracho), que se le sent¨® en la silla y le dio dos mil duros para comprar una botella de whisky en El Corte Ingl¨¦s. Descubrieron que ten¨ªan suficientes cosas en com¨²n como para hacer que la ma?ana fuera placentera. "Fui, le compr¨¦ la botella y nos pasamos toda la ma?ana bebiendo y hablando aqu¨ª. ?l me contaba que en Espa?a se viv¨ªa estupendamente, que era una gozada; yo, que s¨ª, que s¨ª, y as¨ª hasta que se fue y me dej¨® cinco mil duros de propina".
Al margen de eso, todo transcurre en su vida con programada normalidad; dice que de la cajita sale el dinero para alimentar a los nueve miembros de su familia y que unos d¨ªas le limpia a gitanos valencianos que acuden al Rastro, otros d¨ªas la gente se asusta porque los trileros se colocan cerca de ¨¦l y otros d¨ªas s¨®lo gana 1.400 pesetas, destinadas ellas a la compra de una tarta. Ser¨¢ con la que su hijo celebre su segundo cumplea?os.
Salazar mantiene que ¨¦l y su t¨ªo son los ¨²nicos limpias que untan la crema en el zapato con sus propias manos.
Antonio Aguilar, lisboeta
Un domingo, cuando trabaja ba en la plaza del Roc¨ªo, en Lis boa...,"por cierto, que all¨ª s¨ª que hay limpias; puede haber cuatro veces m¨¢s que en todo Madrid; que s¨®lo seremos unos quince".
Aguilar no puede resistir la tentaci¨®n de apartarse de la historia principal para explicar que el trabajo en cadena, todos sentados ante la misma pared, ofrece m¨¢s ventajas para el betunero y el cliente, Para ¨¦ste, porque as¨ª puede comparar el lustre de sus zapatos con el de los clientes de al lado, y para los limpias, porque as¨ª nunca faltan clientes y todos saben donde acudir.
"Como iba diciendo ...". Cuando trabajaba en su pa¨ªs, hace m¨¢s de ocho a?os, un cliente le cont¨® que iba a protestar ante. el patr¨®n porque le hac¨ªa trabajar los domingos sin pagarle el doble. "Entonces cobr¨¢bamos un escudo y medio, y yo al terminar mi trabajo le ped¨ª tres. Me dijo: '?Y eso?'. Le contest¨¦: 'Hoy es domingo"'.
Antonio trabaja todos los d¨ªas hasta las ocho de la tarde, excepto los s¨¢bados y festivos, que s¨®lo se queda en Gran V¨ªa hasta las dos de la tarde.
Su rasgo principal, saber escuchar. Atiende las explicaciones de un cliente que dice haber vivido muy arriba y muy abajo, que fue el ¨²nico hijo de general vencedor en la guerra civil, que cuando entraron las tropas en Madrid durmi¨® a la intemperie tres d¨ªas, cuando le hubiera bastado con darle un telefonazo a su padre en El Pardo. Tambi¨¦n contaba el cliente que estuvo en la Legi¨®n y que un d¨ªa de estos va a enviar una carta a los peri¨®dicos para que quiten todas las estatuas que hay en Madrid dedicadas a Francisco Franco como dictador y le levanten una como legionario.
Salazar escucha el discurso y explica despu¨¦s que en Madrid todos los limpias trabajan por separado, mientras que en Portugal se sientan juntos y abunda en la opini¨®n de que es bueno tambi¨¦n para el cliente, que puede comparar.
Manolo Madro?al, el sevillano
"Yo he tenido muy buenas tardes de flamenco, porque yo pod¨ªa haber sido un profesional del cante, pero bueno, no merece la pena. ?Historias buenas?... Muy pocas. Hace dos a?os, un cliente que no hab¨ªa hablado nada conmigo me pag¨® con un billete de 10.000 pesetas. Yo le dije: 'Esp¨¦rese un momento, que voy a cambiar', y ¨¦l me contest¨®: 'Eso es para ti'. Los trileros, que vieron el fajo de billetes que hab¨ªa sacado, le hicieron se?as al cliente para que se acercara, pero ¨¦l les dijo que no, que el dinero se quedaba en su bolsillo".
Manolo tiene 65 a?os y hace 45 que se vino desde su Sevilla a Madrid para ejercer de betunero. "Vivo en una pensi¨®n de Gran V¨ªa, me cobran 30.000 al mes; a ver si alguien se anima y me dan una residencia. ?M¨¢s historias? Bueno, yo le he. limpiado a Los Marisme?os; a Mari Sampere, que me dio 1.000 pesetas; a Kiko Ledgard, con un calcet¨ªn distinto en cada pie; a Chanquete... Pero a los moros no les limpio nunca. Uno, despu¨¦s de limpiarle un zapato me dijo que la crema no val¨ªa nada, y le dej¨¦ el otro por limpiar. Cuando me preguntan cu¨¢nto vale el servicio les digo que 1.000 pesetas".
Jos¨¦ Antonio Rivero, asturiano
Tiene 38 a?os y hace tres que un limpia amigo suyo le regal¨® la caja. Le aconsej¨®: "Pepe, lo importante no es que la caja sea bonita o fea, sino que t¨² limpies con esmero; esta caja te dar¨¢ la vida". "Y le hice caso. ?l se llamaba se?or Pepe. Creo que vive a¨²n, lo vi hace un a?o. Le llamaba la gente se?or Pepe. A m¨ª de mayor me gustar¨ªa que me llamasen se?or Pepe. Yo me baso en vivir, no soy de una cosa ni de la otra, me gusta lo que hago y cada d¨ªa m¨¢s, no ficho en ninguna parte ni tengo que dar cuentas a nadie".
Andr¨¦s Barco, extreme?o
Cada frase la remata con una sonrisa. "En el a?o 58 hab¨ªa sindicato de limpiabotas, y fue a la Exposici¨®n Universal de Bruselas [sonrisa]. Entonces cogieron a 12 limpiabotas selectos de Espa?a y nos enviaron all¨ª seis meses con la comida pagada y 100 pesetas de sueldo al d¨ªa, aunque no pod¨ªamos cobrar a los visitantes del pabell¨®n nuestro. Recuerdo que jug¨® all¨ª el Real Madrid con el Milan y se trajeron la Copa de Europa" [sonrisa].
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