20 o 25 ideas pol¨ªticas
Las conversaciones m¨¢s frecuentes entre el cliente y el limpiabotas suelen ser el f¨²tbol y la pol¨ªtica, aunque los limpiadores confiesan que pueden cambiar de equipo de f¨²tbol y de opini¨®n pol¨ªtica seg¨²n el gusto del cliente unas 20 o 25 veces al d¨ªa.De lo que no suelen hablar los betuneros es de sus penalidades, aunque si la conversaci¨®n es cordial no dudan en abrirse, tanto de coraz¨®n como de cartera, para ense?ar la foto de alg¨²n ser querido.
La situaci¨®n familiar de cada limpia var¨ªa, pero se encuentra un elevado n¨²mero de separados que viven solos; los hijos (normalmente m¨¢s de dos) viven con la mujer.
El precio de los servicios de un limpiabotas es de 300 pesetas, pero ¨¦ste puede incrementarse dependiendo del tama?o de las botas. El mantenimiento de los instrumentos de trabajo supone un gasto de unas 3.000 pesetas al mes. Hace 10 a?os se cobraban 100 pesetas, y en los a?os cincuenta, cuando un chato de vino costaba 50 c¨¦ntimos y hab¨ªa 1.700 compa?eros de profesi¨®n, algunos cobraban 2,30 pesetas.
Existen limpiabotas que s¨®lo ejercen la profesi¨®n los fines de semana, de once a dos de la tarde. Ellos mismos son conscientes de que no les queda mucho tiempo de existencia como limpiabotas. Que simplemente el t¨¦rmino limpiabotas hace que la gente piense en pret¨¦rito. Que hay personas que sonr¨ªen cuando les ven por la calle. Que se les nota que piensan: "?Un limpiabotas, cre¨ªa que ya no quedaba ninguno?".
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