Malevaje cuenta milongas en la Gran V¨ªa
El grupo madrile?o-argentino de tango act¨²a hoy en el teatro Monumental
"La Gran V¨ªa se da el brazo con Corrientes", canta Antonio Bartrina, de 37 a?os, l¨ªder del grupo tanguero Malevaje, en A mi modo y con mi acento, uno de los temas de su ¨²ltimo disco, que esta noche se presenta en el teatro Monumental en un ¨²nico concierto. Malevaje surgi¨® en Madrid en 1984. Desde entonces ha grabado seis ¨¢lbumes en los que plasma su fascinaci¨®n por el tango, un ritmo que naci¨® la segunda mitad del siglo pasado en los arrabales bonaerenses, al mismo tiempo que el bolero, y que Malevaje ha adaptado a su mundo castizo y rockero.
El grupo empez¨® interpretando cl¨¢sicos del g¨¦nero. Poco a poco fue introduciendo partituras originales. En su ¨²ltimo trabajo, Va cayendo gente al baile, casi todas las canciones son de cosecha propia: tangos, milongas, habaneras, rumbas criollas y un curioso blues instrumental con fuerte sabor latino.Bartrina, de 37 a?os, es madrile?o. Su estampa no tiene nada que envidiar a la del mal¨¦volo argentino de los garitos de Corrientes: "Lo m¨ªo con el tango no es un flechazo, sino un amor muy currado. Mis abuelos y mis padres eran entusiastas de este ritmo y muy bailones. Yo sal¨ª a la casta. Se me alborotan las carnes siempre que escucho La ¨²ltima curda, Silbando, Desencuentro o Cambalache, por poner un ejemplo". A pesar de ello, combina esta querencia innata con sus conexiones rockeras. Muchos de los instrumentistas que han pasado por Malevaje pertenecen al rock y el pop, m¨²sicos de Coyotes, Gabinete Caligari y otros grupos.
Como tantos otros, Malevaje comenz¨® a darse a conocer en un bar con actuaciones en directo, El Salero, ya desaparecido. Bartrina cantaba acompa?¨¢ndose a la guitarra. Alg¨²n amigo tocaba el bajo, la bater¨ªa. Todo era un tanto rudimentario.
Enseguida se uni¨® la bailarina Virginia D¨ªez, fr¨¢gil y electrizante, que aport¨® al grupo no s¨®lo su danza, sino tambi¨¦n un instrumento ex¨®tico para el tango: las casta?uelas. El resultado era sorprendente y llamativo, pero bastante heterodoxo.
La ortodoxia lleg¨® con la incorporaci¨®n del maestro Osvaldo Larrea, un magn¨ªfico bandoneonista porte?o que se encarg¨® de poner las cosas en su sitio.
Larrea aport¨® a Malevaje solera, empaque y brillantes orquestaciones. Y comenz¨® la aut¨¦ntica proyecci¨®n nacional e internacional. Adem¨¢s de sus actuaciones en Espa?a, hicieron giras por Francia, Italia y Suiza, y participaron en los festivales de Nancy y Estrasburgo (Francia).
Al modo castizo
Actualmente, Virginia D¨ªez ha sido sustituida por otras dos bailarinas; Osvaldo Larrea se volvi¨® a Argentina y su puesto lo ha ocupado otro maestro del bandone¨®n, Jorge Orlando Lema, que tambi¨¦n ha compuesto la m¨²sica de ocho temas del ¨²ltimo disco.
Madrid est¨¢ muy presente en el ¨²ltimo ¨¢lbum. En A mi modo y con acento, con letra del propio Bartrina, se dice: "De la Boca a Lavapi¨¦s hay un momento... Por qu¨¦ no hacer aqu¨ª el tango si en Jap¨®n se hace flamenco".
La milonga Va cayendo gente al baile, con letra de Roc¨ªo Su¨¢rez, su mujer, es una historia nocturna y melanc¨®lica que se desarrolla en uno de los bares modernos m¨¢s castizos de Madrid, el Ca?¨ª.
Antonio Bartrina encuentra ¨ªntimas relaciones entre Madrid y el tango. "Madrid es una ciudad bastante tanguera. Aqu¨ª hay tambi¨¦n mucha chuler¨ªa. El malevo argentino tiene mucho que ver con el chulapo madrile?o, incluso en la indumentaria. El tango tiene ra¨ªces espa?olas evidentes mezcladas con toques africanos, italianos y ritmos aut¨®ctonos. El bochinche del R¨ªo de la Plata era un conglomerado de todas partes", explica.
Tradici¨®n
Los espect¨¢culos de Malevaje sensuales y coloristas tienen un depurado sentido de los movimientos y del sonido. En sus nuevas composiciones siguen la tradici¨®n tanguera del macho regalado, vividor, sentimental y noct¨¢mbulo. Dice en Me acusan de ser un vago: "Me levanto al mediod¨ªa / y alg¨²n d¨ªa por la tarde. / Como cuando tengo hambre / y no trabajo jam¨¢s. / Mientras el le¨®n descansa, / la leona va a cazar".
En Robusta, pero picante se cuentan las vicisitudes de un ligue ocasional. Tras describir los primeros acosos, que podr¨ªan encabritar a las feministas radicales, el tanguero canta: "Yo le tir¨¦ de la lengua, / y cuando abri¨® su boquita, / qu¨¦ tonta la pobrecita: / s¨®lo dec¨ªa gansadas. / Y miren que era bonita / cuando estaba calladita". Adem¨¢s de este reciente Va cayendo gente al baile, Malevaje tiene en el mercado los siguientes ¨¢lbumes: Tangos, Margot, Arriba los corazones, Un momentito y Envido.
Malevaje act¨²a hoy en el teatro Monumental (Atocha, 65) a las 22.00. Precios: 1.500 y 2.000 pesetas.
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