Moser intenta hoy hacer de nuevo historia en el vel¨®dromo de M¨¦xico
Francesco Moser, con el tes¨®n que le caracteriz¨® como ciclista profesional, no ceja a sus 42 a?os. Quiere batir de nuevo el r¨¦cord de la hora, una marca que logr¨® en 1984 para perderla en 1993. El pasado s¨¢bado, en el, vel¨®dromo ol¨ªmpico de M¨¦xico, se qued¨® a 430 metros de los 52,270 kil¨®metros recorridos por el ingl¨¦s Chris Boardman en julio ¨²ltimo. Hoy, en su segundo intento esta vez y el noveno en su carrera, tratar¨¢ de salirse con la suya.
"Alrededor de Moser siempre hay movimiento e, ideas nuevas. Con ¨¦l siempre hay un cambio de perspectiva", dice un amigo del ciclista trentino. En sus tiempos de gran corredor (gan¨® 264 carreras en sus m¨¢s de 10 a?os c0mo profesional, la tercera marca de la historia despu¨¦s de lai3 de los belgas Eddy Merckx y Rick van Looy-, Moser era considerado un dictador y un perfeccionista. "Cuanto m¨¢s viejo, m¨¢s pellejo", viene a decir alguien de su entorno. La actual fiebre de la hora coincide con el innegable poder de Moser de convertir cualquier cosa que toca en atractiva.En 1984, cuando ten¨ªa 32 a?os y muchos le consideraban en su declive, Moser supo convertir a la fe de la ciencia un medio como el ciclista, siempre m¨¢s cercano a la visi¨®n artesana de su deporte. Entonces, acompa?ado de otro profetas, el m¨¦dico Francesco Conconi, transform¨® un proyecto cient¨ªfico-publicitario (surgi¨® a iniciativa de la marca de alimentos Enervit) en un golpe revolucionario. Al lograr 51,151 kil¨®metros en una hora en el vel¨®dromo de M¨¦xico, la rueda lenticular y el manillar cuernos de vaca, hasta entonces ex¨®ticos, se convirtieron en el pan nuestro de cada d¨ªa.
En una semana de enero de 1984 hizo dos intentos victoriosos en M¨¦xico. Entonces, la UCI diferenciaba los r¨¦cords: los hab¨ªa a nivel del mar y en altura. Hasta su unificaci¨®n, en 1993, Moser luch¨® por tenerlos todos. Dos veces en una semana de 1986 super¨®, el marino en la pista de Mil¨¢n (48,543 y 49,802 kil¨®metros). Octubre de 1981 fue el mes del fracaso. Tanto en Mosc¨², donde se qued¨® en 48,637 kil¨®metros, como en Viena, donde desisti¨® al poco de empezar.
Su pen¨²ltima innovaci¨®n (la ¨²ltima se est¨¢ produciendo en estos d¨ªas) fue en mayo de 1988, en Stuttgart. Entonces, con una rueda trasera de un metro dedi¨¢metro (lo usual son 70 cent¨ªmetros), que le permit¨ªa avanzar 8,20 metros por pedalada utilizando un desarrollo d¨¦bil, 47 x 18, lleg¨® a 50,644 kil¨®metros y se convirti¨® en el primer hombre en pasar la barrera de los 50 al nivel del mar.
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