Clinton sale de casa
La gira del presidente de EE UU por Europa tuvo como objetivo desmentir su desinter¨¦s por el Continente
Como casi todo lo que nace Bill Clinton, su gira europea ha resultado excitante. Intensa, colorista, contradictoria, en realidad escasa en resultados concretos, pero reveladora de un nuevo estilo de liderazgo norteamericano que busca el contacto directo con los ciudadanos y aborda la soluci¨®n de los conflictos en un marco m¨¢s igualitario y en el que priman los intereses econ¨®micos. Se puede decir, en un primer balance de esta misi¨®n, que Clinton ha estado de nuevo convincente en las formas, pero todav¨ªa tiene que hacer m¨¢s para demostrar qu¨¦ hay en el fondo.El viaje, que concluy¨® el pasado domingo y durante el que se ha entrevistado con 24 jefes de Estado y de Gobierno en ocho d¨ªas, parece haber cumplido, al menos por el momento, con su objetivo primero de desmentir la impresi¨®n de que Clinton no ten¨ªa inter¨¦s por la pol¨ªtica internacional, y especialmente por Europa.
En esa semana, el presidente norteamericano ha corrido por las calles de Bruselas y Ginebra, ha tocado el saxof¨®n en Praga, ha bebido vodka con el presidente ucranio, se ha paseado por las tiendas de Mosc¨², ha repartido esperanza, a millones de espectadores de la televisi¨®n rusa y ha conversado en Minsk con las v¨ªctimas de la represi¨®n estalinista.
El presidente ha querido, en opini¨®n de uno de los asesores estadounidenses que viajaron con ¨¦l, recalcar su inter¨¦s en "llegar a la gente". "Tan importante como lo que ha hecho es la forma en la que ha hecho las cosas, que es la de contemplar la pol¨ªtica ex terior a trav¨¦s de las personas, viendo los problemas de las otras naciones de la misma manera que los asuntos dom¨¦sticos".
Ese criterio se aplica tanto a acercamiento a los ciudadanos de los pa¨ªses que visit¨® como a sus dirigentes. En Bruselas, pese al error de comparar a Helmut Kohl con un luchador de sumo Clinton ha conseguido consolidar. una relaci¨®n con el canciller alem¨¢n, a quien le hace sentir como un hombre cuyas opiniones cuentan en Washington.
En Mosc¨², Clinton invirti¨® m¨¢s tiempo en entrevistas cara a cara con Bor¨ªs Yeltsin que en la mayor¨ªa de las cumbres anteriores, y tuvo particular inter¨¦s en preguntar al presidente ruso c¨®mo pod¨ªa apoyarle sin parecer paternalista y sin intervenir en los asuntos internos de Rusia.
Una de las razones por las que Clinton quiso encontrarse con Hafez el Asad en Ginebra era porque consideraba imprescindible conocer personalmente a un personaje central en Oriente Pr¨®ximo como es el presidente sirio, con quien Clinton ya hab¨ªa hablado varias veces por tel¨¦fono. La decisi¨®n de visitar Praga, Ucrania y Bielorrusia pretend¨ªa ser, igualmente, una deferencia personal hacia l¨ªderes que justamente podr¨ªan sentirse marginados, o incluso ignorados, en la nueva estrategia de entendimiento entre Occidente y Rusia.
Virtudes y errores
Muchas de las virtudes mostradas por Bill Clinton fueron reveladas ya durante la campa?a electoral en Estados Unidos, pero tambi¨¦n se han reproducido en Europa algunos de los errores de la pol¨ªtica interior de Bill Clinton, sobre todo el de su tendencia a decirle a cada cual lo que quiere o¨ªr sin medir las posibilidades reales de cumplir con sus promesas. Eso le ha llevado a veces a contradicciones groseras, como la de asegurar en Praga que la Asociaci¨®n para la Paz es un paso para la entrada en la OTAN, mientras que en Mosc¨² afirm¨® que no se extender¨¢ la Alianza sin contar con Rusia.La promoci¨®n de la Asociaci¨®n para la Paz era uno de los objetivos del viaje de Clinton. La OTAN, como se esperaba, ha avalado la idea, pero el proyecto est¨¢ todav¨ªa en una fase muy incipiente y es pronto para decir si se ha abierto una nueva forma de cooperaci¨®n militar en Europa.
El logro m¨¢s claro de la gira ha sido el acuerdo para la desnuclearizaci¨®n de Ucrania. La renuncia de este pa¨ªs al armamento at¨®mico es un gran avance para la seguridad de Europa, pero subsisten a¨²n serias dudas. entre los expertos sobre las posibilidades reales de que el presidente ucranio puede cumplir con lo firmado.
En Rusia no se han producido avances apreciables en aspectos concretos, pero es cierto que Bill Clinton tiene ahora una idea mucho m¨¢s clara sobre la situaci¨®n en ese pa¨ªs. "Creo que el presidente ha salido de sus conversaciones con Yeltsin con el sentimiento de que ¨¦ste tiene el control de la situaci¨®n y que cuenta con un equipo verdaderamente capaz de definir y cumplir una estrategia adecuada para los problemas que afrontan", asegura Mark Gearan, director de Comunicaciones de la Casa Blanca.
Bill Clinton ha fracasado, sin embargo, en cuanto a la necesidad de corregir los errores pasados sobre Bosnia. La cumbre de Bruselas concluy¨® con una amenaza de bombardeos sobre Sarajevo, Tuzla y Srebrenica, pero eso no significa autoffi¨¢ticamente que hayan desaparecido las diferencias entre Washington y la Uni¨®n Europea en relaci¨®n con Bosnia.
Desde un punto de vista m¨¢s global, tal vez el avance m¨¢s significativo observado en esta gira sea el hecho, de que Clinton parece haber puesto por fin la pol¨ªtica exterior en su agenda de trabajo. "Lo que el presidente ha dicho", afirma Gearan, "es que la distinci¨®n entre pol¨ªtica exterior y pol¨ªtica dom¨¦stica es artificial, en el sentido de que los dos temas van frecuentemente unidos". El eje fundamental del discurso de Clinton ha sido la promoci¨®n de la seguridad europea para estimular la inversi¨®n, el desarrollo econ¨®mico y, finalmente, crear puestos de trabajo en Estados Unidos.
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