La Democracia Cristiana italiana muere al escindirse en dos partidos
La Democracia Cristiana, eje del poder en Italia desde el final de la II Guerra Mundial, ha muerto, rota en pedazos, a los pocos d¨ªas de convocadas, para el 27 y 28 de marzo, unas elecciones en las que los votantes pasar¨¢n factura a unos partidos socavados por una corrupci¨®n que tiene bajo investigaci¨®n judicial a medio Parlamento. Ayer, el ala derecha decidi¨® separarse para crear -el Centro Cristiano Democr¨¢tico (CCD), que aspira a conservar las esencias de la DC. Horas despu¨¦s, la mayor¨ªa decidi¨® una refundaci¨®n con un nuevo nombre: Partido Popular Italiano (PPI).
Los disidentes, que aseguran contar entre sus filas con unos 50 de los 207 diputados democristianos de la disuelta legislatura, fundar¨¢n el CCI) el domingo y' quieren integrarse en un gran bloque derechista con el magnate Silvio Berlusconi y la Liga Norte de Umberto Bossi.La fracci¨®n mayoritaria de la DC, que encabeza el actual secretario general, Mino Martinazzoli, presenta al PPI como un partido no confesional, con una vocaci¨®n centrista que amenaza con no resultar demasiado rentable en las urnas, una vez que, tras la guerra fr¨ªa, ha desaparecido la necesidad de uni¨®n ante el enemigo com¨²n, los comunistas.
La muerte de la Democracia Cristiana se desarrolla en un escenario de lucha por el patrimonio del partido, que reclaman tanto el CCI) como el PPI y otro disidente, Publio Fioi.
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