General Electric no vender¨¢ su participaci¨®n en el fondo Corsair

El accidentado desembarco de J. P. Morgan en Banesto no impedir¨¢ al banco norteamericano seguir buscando nuevas entidades financieras con problemas en las que invertir el dinero di los 45 clientes del fondo Corsair. Con un capital de 1.000 millones de d¨®lares (unos 144.000 millones de pesetas), Corsair hizo su primera y ¨²nica inversi¨®n en el banco espa?ol, del que ahora es el principal accionista (8%). Uno de los pocos inversores cuya participaci¨®n en Corsair es conocida, General Electric Pension Fund, no abandonar¨¢ el fondo por lo ocurrido. El resto de inversores no se han pronunciado, aunque fuentes del banco aseguran que siguen confiando en Morgan.
Un portavoz del fondo de pensiones de General Electric dejaba clara la posici¨®n de la instituci¨®n: "Somos inversores pasivos. No participamos en la gesti¨®n y lo ¨²nico que podemos hacer es esperar a ver c¨®mo se desarrollan los acontecimientos. Mantendremos nuestra participaci¨®n en Corsair". El fondo de pensiones de la compa?¨ªa el¨¦ctrica, uno de los m¨¢s importantes en Estados Unidos que cuenta con un capital de 27.000, millones de d¨®lares, posee ahora un 1,5% de Banesto a trav¨¦s de Corsair y de una participaci¨®n directa.Otro de los fondos presentes en Corsair, Northwestern Mutual Fund, perteneciente a los trabajadores de la octava. compa?¨ªa estadounidense de seguros, no quiso comentar sobre la posici¨®n que mantendr¨¢ a partir de ahora. Mientras que algunos analistas creen que la relaci¨®n de estos inversores institucionales con J. P. Morgan se ha da?ado irreversiblemente ante el r¨¢pido e inesperado deterioro de su inversi¨®n, un portavoz de Morgan afirm¨® que Corsair seguir¨¢ con sus inversiones en bancos problem¨¢ticos tal y como estaba previsto desde que se concibi¨® el fondo en 1990.
El sult¨¢n de Brunei
El resto de los socios de Corsair, cuya participaci¨®n en el fondo, no es p¨²blica, no se han pronunciado sobre el resultado de esta primera inversi¨®n. La mayor¨ªa son inversores institucionales estadounidenses y latinoamericanos. La minor¨ªa, ricos particulares, como es el caso del sult¨¢n de Brunei. Seg¨²n la Securities and Exchange Comission, ¨®rgano regulador de los mercados de valores, este tipo de fondos privados con menos de 100 inversores no tiene la obligaci¨®n de registrarse.
Corsair, gestionado por J. P. Morgan, recibe su nombre en inemoria del yate propiedad de John Pierpont Morgan, financiero fundador y creador del banco. Escogi¨® Banesto como su primer y, hasta el momento, ¨²nico puerto de destino. Invirti¨® 175 millones de d¨®lares (20.000 millones de pesetas), lo que le convierte en su primer accionista y el m¨¢s afectado por la intervenci¨®n del Banco de, Espa?a el pasado 28 de diciembre.
Este primer fracaso de Corsair ha supuesto un rev¨¦s a la reputaci¨®n de Morgan, considerado un banco con gran experiencia en el rescate y asesoramiento de bancos en crisis. Los analistas de la competencia no terminan de explic¨¢rselo: "Si Morgan no acierta: en valorar un banco, ?quien puede hacerlo?".
"Buscar¨¢n nuevas inversiones para el fondo. Si hubiera sido la cuarta, no hubiera tenido tanto impacto", opina Mark Gross, de la agencia IBCA, especializada e n calificar el riesgo de las emisiones de los bancos.
Sin embargo, la fracasada, operaci¨®n de Morgan en Banesto ha puesto en duda el buen funcionamiento de Corsair. La cr¨ªtica mas com¨²n es el conflicto de intereses al que se enfrenta Morgan: Asesora a un banco, del que cobra unas comisiones como cliente, en el que invierte dinero suyo y de otros clientes adem¨¢s de sentarse en su consejo.
Robert Albertson, analista en Goldinan Sachs, no cree que haya tal conflicto: "Es perfectamente aceptable que si Morgan invierte su dinero y el de sus clientes en un banco quiera seguir de cerca la gesti¨®n asesor¨¢ndolo". "Cualquiera se puede equivocar. Lo que est¨¢ claro es que Morgan no se precipita a hacer algo que pudiera poner en riesgo su reputaci¨®n", opina James Rosenberg, de Lehman, Brothers.
Ahora, a Corsair no le queda m¨¢s remedio que esperar varios a?os antes de retirar su dinero de Banesto para intentar recuperar al m¨¢ximo su inversi¨®n o, cuando menos, minimizar sus p¨¦rdidas. En t¨¦rminos estrictamente econ¨®micos, el fracaso para Morgan no es muy importante: 17,5 millones de d¨®lares -cerca de la mitad de lo que ha cobrado por sus asesoramiento y las emisiones p¨²blicas-. Lo que est¨¢ en juego es al responsabilidad de cara a sus clientes en Corsair y su reputaci¨®n.
Corsair es un cap¨ªtulo m¨¢s de la incursi¨®n de Morgan, banco s¨®lo comercial hasta hace pocos a?os, en la banca de inversi¨®n. Goldman Sachs, Warburg, La zard Fr¨¦res y otras entidades de la competencia gestionan tambi¨¦n fondos corno ¨¦ste. Algunas, con un volumen semejante (1.000 millones de d¨®lares), aun que sin concentrarse en una sola, industria. Corsair es el ¨²nico fondo con un volumen tan importante destinado a invertir s¨®lo en bancos y tambi¨¦n de los pocos en los que el banco que los gestiona participa en un 10%. Lo habitual es un 1%.
El fondo fue concebido en 1990 para tomar participaciones "amistosas", de un m¨¢ximo del 15%, en bancos en mal estado pero con gran potencial de crecimiento gracias a su buena red comercial o su volumen de dep¨®sitos.Pese a sus buenos contactos con importantes inversores, el banco tard¨® dos a?os en reunir el capital y lleg¨® tarde a la reestructuraci¨®n de la banca en EEUU. Europa entraba entonces en crisis. Morgan decidi¨® cambiar de objetivo. Banesto, un banco objetivamente en dificultades era, para Morgan, un banco con gran potencial de recuperaci¨®n.
Al ser un fondo gestionado y promocionado por J. P. Morgan, con gran experiencia en el rescate de bancos, los clientes han invertido animados por las perspectivas de obtener grandes beneficios en un plazo de entre dos y cinco a?os. Se trata de comprar a bajo precio acciones de bancos que, asesorados y reestructurados por Morgan, multiplicar¨ªan su valor en bolsa. El compromiso es a diez a?os, con una rentabilidad media anual del 30%. Nicholas Paumgarten, procedente del CS First Boston y fichado por Morgan para la presidencia de Corsair, expres¨® hace un a?o su fe en el proyecto: "Antes de que se creara el sistema de la Reserva Federal, Morgan actu¨® como un banco central de facto, dando capital a las instituciones que lo necesitaban, y hasta hace tan poco como en los ochenta prest¨® dinero a bancos que ten¨ªan cr¨¦ditos de dif¨ªcil, cobro".
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