San Kanuto vuelve al 'campus'

El protagonista indiscutible de la fiesta -no legal- era el porro. Cientos de canutos se liaron ayer en la Aut¨®noma, donde unos 250 estudiantes se reunieron para celebrar la fiesta de San Kanuto. Desde hace ocho a?os la Asociaci¨®n de Estudiantes de Filosof¨ªa y Letras organiza esta fiesta cuyo ¨²nico objetivo es reivindicar la legalizaci¨®n de las drogas. "Queremos ejercer nuestro derecho a consumir libremente drogas blandas", dice Raquel, miembro de la organizaci¨®n.La fiesta, seg¨²n Angel Fuentes, vicedecano de la Facultad de Filosofia, estaba prohibida. El decanato no apoya ni comparte esta actitud de los estudiantes. Nosotros aceptamos que haya un debate sobre la legalizaci¨®n de las drogas, pero no podemos defender esta celebraci¨®n", asegur¨® Fuentes.

A pesar de la prohibici¨®n, la fiesta se celebr¨®. A mediod¨ªa los 'estudiantes iban ocupando el c¨¦sped del campus. En una mano, un vaso de cerveza; en la otra, una ch¨ªna de hach¨ªs. Unos, deshac¨ªan los cigarros, otros, calentaban la piedra y los m¨¢s ma?osos, liaban el porro. Y listo para fumar. Lo que se dice un trabajo en equipo. Luego llegaba el turno de las caladas. "Venga t¨ªo, p¨¢samelo ya. Si te descuidas se lo fuma todo", discut¨ªa un alumno a otro, que no soltaba el canuto. "Ahora te lo doy para que lo mates [acabar]" contestaba el recriminado alumno de ciencias.

Los alumnnos esperaban impacientes la llegada en procesi¨®n de San Kanuto, un porro gigante, realizado en cart¨®n y papel, a hombros de seis estudiantes disfrazados de canutillos. De mano, en mano pasaba una enorme y ficticia tableta de chocolate envuelta en papel de plata. En una urna de cristal iban los restos de la fiesta del a?o pasado. "Es la testa incorrupta de nuestro anterior Canuto", explicaba una alumna. "Cien duritos, santo. Por favor, d¨¢nos algo para fumar", gritaban los estudiantes al paso de la procesi¨®n. "Nuestro santo es el ¨²nico que fuma. Es el m¨¢s colgao y el m¨¢s legal", bromeaba un aspirante a fil¨®sofo.

Los estudiantes, nada m¨¢s terminar las clases, se pasaban por la parte posterior de la facultad de Filosof¨ªa. "Habitualmente no fumo, pero un d¨ªa es un d¨ªa. Es una excusa para reunirse en una fiesta reivindicativa", aseguraba un chaval. De fondo, la m¨²sica de las procesiones castellanas de Semana Santa.

Porro que se apagaba, canuto que se encend¨ªa. "Lo malo es que se nos acaben los papelillos. Porque chocolate tenemos suficiente", aseguraba un corrillo. "Hay gente que no est¨¢ de acuerdo pero hay que legalizar las drogas para acabar con los traficantes,", dec¨ªa David, alumno de F¨ªsicas.

No todos se sumaron. "Es indignante que una asociaci¨®n universitaria utilice un local y una subvenci¨®n para fumar porros", aseguraba Raquel Melero, de la asociaci¨®n cat¨®lica Testimonio 2000.