"La moda no es moral ni inmoral, sirve para subimos la moral", dice Karl Lagerfeld
Los desfiles en Par¨ªs de la moda de verano intentan olvidar la crisis
El modista Karl Lagerfeld, estilista de Chanel, cansado de que le preguntasen sobre si no le parec¨ªa que exageraba al vestir tan cortas a sus modelos, ha respondido: "La moda no es moral ni inmoral: sirve para subirnos la moral". Lo cierto es que a ello parecen haberse aplicado todos los creadores: esta temporada las minis ir¨¢n del brazo con las gasas, transparencias y escotes profund¨ªsimos. El negro dominante de los ¨²ltimos a?os se transforma en blanco, rosa, amarillo y rojo. Hanae Mori le pone lentejuelas a toda su ropa, y todos en sus colecciones de verano intentan hacer olvidar la crisis.
La semana de los desfiles comenz¨® mal: la sociedad americana Eventmedia, que deb¨ªa retransmitirlos, por dos millones de d¨®lares, se evapora. De pronto, el alquiler de los locales del reci¨¦n inaugurado Carrousel del Louvre les parece muy caro a los jefes de la alta costura. Pierre Cardin opta por hacer de la necesidad virtud y cita a sus clientes -solamente 80- en la Residence Maxim's, prohibiendo la entrada de fot¨®grafos y periodistas.Dior tuvo entre sus invitados para su desfile evocando a Proust a las actrices Anouk Aim¨¦e y Sophie Marceau, las presentadoras de televisi¨®n Anne Sinclair y Claire Chazal, la cantante Barbara Hendricks y el cineasta Robert Altman, que est¨¢ preparando el rodaje de su filme sobre el mundo de la moda. El n¨®rdico Per Spook fue visitado por el ministro de Cultura, Jacques Toubon, que aprovech¨® para reclamar de "los teatros y ¨®peras de Francia que se acuerden de las bordadoras de la Lorena antes de dar trabajo a la China".
El premio a la fidelidad a s¨ª mismo ha reca¨ªdo en Yves Saint Laurent, que rescat¨® en 61 modelos treinta a?os de trabajo. Paco Rabanne cultiv¨® una "moda ¨¦tnica", de inspiraci¨®n africana y con el lino como tela protagonista. Balmain y su modista americano Oscar de la Renta han sido los m¨¢s cl¨¢sicos: sus millonarias compradoras estadounidenses quieren trajes de chaqueta sin estridencias.
El fin de las 'top'
Guy Laroche ha intentado la ¨²nica revoluci¨®n del a?o al contratar como estilista a Michel Klein- hasta ahora dedicado al pr¨ºt-¨¤-porter. El resultado es discutible, como lo prueba que madame Balladur dijese de ¨¦l que "sus ideas son interesantes".De Chanel queda su tendencia a preferir las top models a la alta costura propiamente dicha, as¨ª como su metedura de pata isl¨¢mica (v¨¦ase EL PA?S de ayer). Lacroix, por ¨²ltimo, ha jugado de nuevo con la mezcla de lo imposible -topos y flores, madras y cuadros escoceses- y con las citas de Baudelaire: "Lo extra?o es el condimento indispensable de toda belleza".
Una de las novedades de los desfiles correspondientes a la temporada de verano de este a?o consiste en que asistimos al principio del fin del reinado de las top models. Convertidas en estrellas gracias a su f¨ªsico y andares, las grandes modelos han acabado por exigir salarios en consonancia con la utilizaci¨®n que se hace de sus nombres e imagen. El primero en denunciar la situaci¨®n y en reivindicar el crear para mujeres de medidas no extraterrestres ha sido Paco Rabanne. "Pagar millones por alguien que tan solo es bello porque mide lo que exigen los c¨¢nones ideados por las agencias de publicidad me parece un esc¨¢ndalo", declar¨®.
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