Tiempo de compromisos

Cuando Morihiro Hosokawa se convirti¨® en primer ministro de Jap¨®n el pasado verano, terminando as¨ª con 38 a?os de poder del Partido Dem¨®crata Liberal (PDL), impuso como principal tarea de su coalici¨®n la reforma del sistema pol¨ªtico de su pa¨ªs..Para este prop¨®sito, la derrota de sus propuestas para la reforma electoral el pasado viernes representa un serio rev¨¦s. Ha minado la cohesi¨®n del Gobierno y su credibilidad. Peor a¨²n, deja a Jap¨®n sin un liderazgo efectivo frente a la m¨¢s grave recesi¨®n econ¨®mica desde la II Guerra Mundial. ( ... ) Este fracaso refleja adem¨¢s la naturaleza centr¨ªfuga de su coalici¨®n de siete partidos, y la implosi¨®n de su mayor componente, el Partido Social Dem¨®crata, 17 de cuyos miembros tr¨¢nsfugas votaron con la oposici¨®n. Hosokawa se encuentra ahora en la ir¨®nica posici¨®n de tener que depender del PDL para salvar su plan. ( ... )

Pero no es s¨®lo en el sistema electoral donde el Gobierno y el PDL tienen que alcanzar un acuerdo. La situaci¨®n econ¨®mica ( ... ) precisa de una acci¨®n con certada. Ni el pa¨ªs ni sus socios extranjeros pueden tolerar m¨¢s demora.Hosokawa puede ser una figura de transici¨®n ( ... ), pero es uno de los pocos pol¨ªticos ( ... ) que a¨²nan los deseos del electorado y las demandas de los socios internacionales de Jap¨®n. ( ... ) Merece ayuda para llevar a cabo una transici¨®n ordenada que permita unas elecciones limpias, inevitables dentro de unos meses.

, 24 de enero