Piquetes kil¨®metro cero
Minutos antes de la medianoche, los sindicalistas enrollaron las pancartas y se envolvieron en las bufandas
?Vamos a parar Madrid!", grit¨® Antonio Guti¨¦rrez, al filo de la hora cero del 27-E, en el kil¨®metro cero de Espa?a. La Puerta del Sol era la puerta de la luna -brillaba grande y redonda, ajena al zumbido de los helic¨®pteros policiales-, y alrededor de 5.000 personas, dispuestas a salir en piquetes, armadas hasta los dientes con pegatinas, pancartas y buen humor, jalearon al secretario general de Comisiones Obreras, que fue quien pronunci¨® el ¨²ltimo discurso antes de que cada cual saliera a cumplir con la tarea encomendada.Pocos minutos antes de las diez empez¨® la concentraci¨®n. Entre los primeros en llegar, un grupo de trabajadores de la cercana Casa de la Moneda, y los colectivos de inmigrantes marroqu¨ªes y peruanos -"Por la solidaridad y el empleo y contra la Ley de Extranjer¨ªa", en sus pancartas- y de CNT-AIT -"Huelga y rebeli¨®n"-, as¨ª como la Coordinadora de Estudiantes de Somosaguas.
Aquello no parec¨ªa el principio del fin del mundo, sino una verbena. Conforme llegaban, iban contando: "En San Fernando de Henares va a parar el peque?o comercio". "Coslada no va a fallar, tenemos tradici¨®n". "Yo pensaba hacer huelga, pero no iba a venir de piquete. Me decid¨ª cuando vi a Amando de Miguel. en Antena 3. ?Vaya morro cuadrao que tiene!".
Debajo del monumento al oso y el madro?o -otro plant¨ªgrado, el Oso Moroso que atormenta al alcalde, se encontraba entre la multitud- se hallaban los diputados de la Asamblea de Madrid, con una Isabel Vilallonga radiante: "A ver si viene el Puma", re¨ªa, recordando el forcejeo con la polic¨ªa que ella y Cristina Almeida protagonizaron en la empresa Plata Meneses.
Antes de que hablaran los sindicalistas se abri¨® el micr¨®fono para repartir destinos. Luego, Jos¨¦ Luis Daza, secretario de UGT de Madrid, propici¨® la primera ovaci¨®n de la noche, al anunciar que "Mercamadrid va a parar totalmente". Hubo aplausos tambi¨¦n para los empleados de la recogida de basuras y limpieza diaria, y para "los compa?eros de la prensa escrita. ?Ma?ana no habr¨¢ diarios en Madrid!" y los panaderos.A continuaci¨®n se hicieron con el micr¨®fono Ant¨®n Sarac¨ªbar, secretario de Organizaci¨®n de la UGT -"?sta es la respuesta de los trabajadores de Madrid a la reforma del Gobierno"-, y un vibrante Antonio Guti¨¦rrez. "Vaya", coment¨® por lo bajo un minero ugetista de Le¨®n: "En cuanto nos descuidamos, Comisiones se queda con el protagonismo". "?Hace buena noche! ?Qu¨¦ buena noche hace para una magn¨ªfica huelga general! Est¨¢is hablando ya el lenguaje democr¨¢tico de la huelga general (...) Don Felipe Gonz¨¢lez ya se est¨¢ enterando del aut¨¦ntico mensaje de los trabajadores y trabajadoras de este pa¨ªs". Al nombre del presidente del Gobierno hubo abucheo general y gritos de 11 ?huelga, huelga!". Guti¨¦rrez ley¨® luego una circular interna de la patronal CEOE -que calific¨® de "perla"-, de la que destac¨® los p¨¢rrafos en que se instaba "a minimizar la huelga en los d¨ªas anteriores al 27 y a maximizar, despu¨¦s, sus consecuencias negativas". "Fijaros c¨®mo quieren prepararnos los convenios colectivos este a?o".Pocos minutos antes de la medianoche, los piquetes enrollaron las pancartas y se envolvieron en las bufandas. Unos iban a Vic¨¢lvaro, otros a Carabanchel. Una numerosa manifestaci¨®n se acerc¨® a la Gran V¨ªa, tomada por las fuerzas antidisturbios: "??stos son los piquetes de Asunci¨®n!", gritaba la gente desfilando por las aceras. A su paso, se apagaban las luces, se cerraban cafeter¨ªas y los hoteles, a oscuras, dejaban entrar a sus hu¨¦spedes, desliz¨¢ndose como sombras.
La salida de la ¨²ltima sesi¨®n del Rex, buena parte de los espectadores que acababan de ver Historias de la puta mili se unieron a la manifestaci¨®n de piquetes. Ante la negativa del VIP'S a cerrar sus puertas, una pareja de sindicalistas entr¨® bajo la vigilancia de cuatro antidisturbios que bloqueaban la puerta. Despu¨¦s de un buen rato, salieron -"?Toreros, toreros!", gritaba el p¨²blico- y explicaron: "Los trabajadores y trabajadoras nos han dicho, con l¨¢grimas en los ojos, que no pueden unirse al paro. Est¨¢n bajo el chantaje de la patronal".
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