El fandango de Felipe

A medida que los gobiernos europeos, fuertemente presionados, se hacen m¨¢s resistentes a las demandas de los sindicatos, los trabajadores recurren m¨¢s a menudo a las huelgas como su ¨²ltimo instrumento de negociaci¨®n. (...) Los gobiernos est¨¢n descubriendo cada vez m¨¢s que no hay una salida f¨¢cil de la presi¨®n del estancamiento econ¨®mico, por un lado, y las demandas sindicales, por otro. Se desprenden importantes lecciones sobre esto en Espa?a, donde va a haber una huelga general ma?ana, en la que los l¨ªderes sindicales esperan que cierren los sectores p¨²blico y privado y se repita el gran ¨¦xito de la huelga de 1988. El papel de los sindicatos en la sociedad espa?ola es curioso. A pesar de tener el porcentaje m¨¢s bajo de afiliaci¨®n de cualquier pa¨ªs de Europa (10%), los sindicatos ejercen gran influencia porque sus miembros est¨¢n concentrados en servicios p¨²blicos esenciales, como los ferrocarriles, autobuses, l¨ªneas a¨¦reas y telecomunicaciones. Esto convierte en reales sus amenazas de cerrar el pa¨ªs. El Gobierno ha estado negociando esta semana con las centrales sindicales no sobre la celebraci¨®n de la huelga, sino sobre qu¨¦ servicios m¨ªnimos va a haber. La huelga se ha convocado en respuesta a las iniciativas de reforma de la legislaci¨®n laboral, hechas en diciembre, del Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez. Que estas modestas iniciativas provocaran una huelga general revela la intransigencia de los sindicatos espa?oles. (...) 26 de enero