Solchaga advierte que los votos socialistas ir¨¢n a la derecha si contin¨²a el "despilfarro" del Estado de bienestar
Carlos Solchaga, ex ministro de Econom¨ªa, advirti¨® ayer a los socialistas que las clases medias dejar¨¢n de votarles si no se pone freno al "derroche y despilfarro" de algunas prestaciones del Estado de bienestar. Seg¨²n su razonamiento, ese voto ir¨¢ a aquellos partidos de la derecha que proclaman la reducci¨®n al m¨ªnimo de las prestaciones sociales y la bajada de impuestos. Solchaga dej¨® claro que sus propuestas son socialdem¨®cratas y con el af¨¢n de mantener el Estado de bienestar.El responsable de econom¨ªa del PSOE, Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, abog¨® tambi¨¦n por abandonar posiciones "resistencialistas" y abordar, antes de que sea tarde, reformas del Estado solidario.
Los socialistas han o¨ªdo la recomendaci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez para que pongan en hibernaci¨®n la pelea por el poder y reanuden el debate de ideas con vistas al 33? congreso de marzo.
El foro elegido fue Magaz de Pisuerga (Palencia), una localidad de 800 habitantes donde los socialistas de Castilla y Le¨®n re¨²nen este fin de semana a guerristas, renovadores e integradores. Los organizadores han sido el secretario general del PSOE de Castilla y Le¨®n, Jes¨²s Quijano, y el secretario de organizaci¨®n regional, Juan Ram¨®n Lagunilla, que han tenido la oportunidad de convocar el ¨²ltimo debate socialista antes del congreso, con la crisis del Estado de bienestar como argumento principal.
Discrepancia y lealtad
El secretario de organizaci¨®n, Txiki Benegas, reconoci¨® la discrepancia manifestada en el proceso de elecci¨®n de delegados, que culminar¨¢ este fin de semana en Madrid y Le¨®n. Benegas hizo de la necesidad virtud y se consol¨® diciendo que la opini¨®n p¨²blica, adem¨¢s de la pelea, ha comprobado la viveza y el esp¨ªritu democr¨¢tico y libre de los socialistas. Benegas abog¨® por la integraci¨®n de todos los sectores, entendido este concepto como "la capacidad de convivir con disensos leales", y a?adi¨® que las cosas deben cambiar porque "el actual modelo de partido tiene demasiado desorden".
Hab¨ªa expectaci¨®n entre los asistentes a estas jornadas por comprobar las discrepancias entre un renovador-liberal como Solchaga y un guerrista como Fern¨¢ndez Marug¨¢n. Fue dif¨ªcil encontrarlas. Fern¨¢ndez Marug¨¢n explic¨® la identidad de posiciones, aunque con matices, con la siguiente frase: "Casi todos leemos las mismas cosas".
Las diferencias entre Solchaga y Marug¨¢n hay que buscarlas en donde pueden aplicarse los recortes. Solchaga predijo que si no se consegu¨ªa la correcci¨®n "de derroches y despilfarros" en las prestaciones del Estado de bienestar, sus propios votantes, las clases medias, se ir¨¢n a la derecha con el ardid de que ¨¦stos bajar¨¢n los impuestos.
El ex ministro hizo cierta autocr¨ªtica a los socialdem¨®cratas por haber ca¨ªdo "en la trampa de tratar por igual a los que son desiguales", con el resultado de que las clases modestas no se benefician como necesitar¨ªan. Racionalizar la universalizaci¨®n con criterios personales, es decir, seg¨²n la renta de cada cual, fue la recomendaci¨®n del presidente del grupo socialista.
Solchaga y Fern¨¢ndez Marug¨¢n pusieron de manifiesto que su "diagn¨®stico" es coincidente, aunque puede haber "matices" en la aplicaci¨®n de las reformas. Fern¨¢ndez Marug¨¢n se?al¨® que se ha instalado una "mentalidad calculadora" que afecta a la clase media alta y a los trabajadores con pocos ingresos. Los primeros no ven ventajas en pagar los impuestos que se les pide en relaci¨®n con las escasas prestaciones que reciben. En. el otro extremo, los m¨¢s necesitados, pueden pensar que con un sistema de beneficencia obtendr¨ªan pr¨¢cticamente lo mismo sin necesidad de pagar impuestos. Al final, los perjudicados son los asalariados, las clases medias, "que no pueden escapar de la cotizaci¨®n".
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