Duende y misterio de un bautizo
No se equivocaron Jos¨¦ Antonio Ruiz (Madrid, 1951) y Salvador T¨¢vora al escoger Sevilla para la presentaci¨®n mundial de Los Ballets Espa?oles, una iniciativa privada con el patrocinio de Argentaria, siendo la primera vez que una entidad financiera se compromete con la danza. Para el panorama local, el hecho reviste gran importancia.
El azar se encarg¨® de demostrar la categor¨ªa del p¨²blico que llenaba el Lope de Vega. La m¨¢quina del sonido solt¨® uno de esos duendes que habitan en los teatros y hubo que parar la funci¨®n al comienzo de Cachorro. Manuela Vargas se mantuvo estoica en el proscenio hasta que baj¨® el tel¨®n y T¨¢vora sali¨® hasta la corbata y se embolsill¨® al personal con sencillas palabras, rog¨® paciencia, y el venerable se villano esper¨® m¨¢s de 30 minutos con paciencia y respeto por un trabajo que result¨® al final bien hecho. Cachorro tiene un tono excesivo y consustancial al estilo de T¨¢vora, con su est¨¦tica desgarrada y comprometida, pero de efecto golpeante.
Jos¨¦ Antonio y Los Ballets Espa?oles
Baile: Manuela Carrasco, Angelita Vargas, El Torombo y cuerpo de baile. Cante: Enrique el Extreme?o y Morenito de ?llora. Toque: Joaqu¨ªn Amador y otros. Presentaci¨®n: Jos¨¦ Luis Ortiz Nuevo.Teatro Alcal¨¢ Palace. 29 de enero.
Aires de Villa y corte: Jos¨¦ Antonio /
Juan de F¨¦lix: tres pinchazos, estocada atravesada ¡ªaviso¡ª y descabello (silencio); pinchazo y estocada (ovaci¨®n). Miguel Mart¨ªn: pinchazo y estocada ca¨ªda (silencio); estocada ca¨ªda (palmas). El Segoviano: bajonazo (palmas); estocada (aplausos). Plaza de Valdemorillo, 8 de febrero. Quinta corrida de feria.
Jos¨¦ Nieto; Flamenco: Manuela Vargas /
Madrid, 12 de febrero.
j
Antonio: cachorro: Salvador
T¨¢vora / J
Antonio. Teatro Lope de
Vega, Sevilla
Del 28 al 30 de enero.
Alto nivel de baile
La nueva compa?¨ªa demostr¨® un alto nivel t¨¦cnico a trav¨¦s de un programa mixto, y recorri¨® tres aspectos —que no todos los posibles— de la danza esc¨¦nica espa?ola: a saber, la recreaci¨®n actualizada de la escuela bolera, el cuadro flamenco en forma de suite y la danza-teatro. Demostrado qued¨® que hay que seguir luchando para sacar los g¨¦neros espa?oles del t¨®pico, del estrecho camino (casi un pasillo) de un flamenco revent¨®n que tan bien vende en el extranjero pero que no significa nada ni progresa en sentido estrictamente art¨ªstico. El flamenco, para la danza teatral, es esencia sobre el c¨®digo.
Pluralidad y pulcritud se con vierten en exigente principio en este caso de Los Ballets Espa?oles, donde los bailarines deben dominar el palillo y la zapatilla, el tac¨®n y el palo, el drama cor¨¦utico y la actuaci¨®n. La plantilla seleccionada es otra demostraci¨®n de suma inteligencia. Hay j¨®venes en los que se respira pujanza e inexperiencia, con otros elementos como Diego Llori y su excelencia multidisciplinar, generosa planta y fogoso ataque.
Jos¨¦ Antonio ratific¨® una vez m¨¢s ser el mejor bailar¨ªn de su generaci¨®n, sobrado de t¨¦cnica y superando la frialdad que se le atribu¨ªa hace unos a?os. Como core¨®grafo, est¨¢ en franca ventaja, domina el vocabulario bolero y cl¨¢sico-espa?ol, pero les da un tono actual. En su concepto del flamenco dota al Martinete de un acertado sentido social, de contraste entre clases, lo que empata secretamente con la g¨¦nesis de esa materia musical. Sus Romeras, junto a Candi Rom¨¢n, son hoy m¨¢s de detalle y filigrana, de alma y estilo. Manuela Vargas en su Mirabr¨¢ es una verdadera reina. Sigue siendo ¨²nica, peculiar y particular; con una entrada gloriosa y cuidad¨ªsima mostr¨® esa casta de antigua bailaora que aprendi¨® la esencia en algo tan t¨®pico como insustituible: la escuela de la vida. Su baile es siempre concentrado, respond¨®n, a contracorriente, nada banal. Y, sobre todo, sigue siendo una estampa aut¨¦ntica de belleza racial que corta el aliento. En Cachorro, Manuela se desboca hacia la cuerda expresionista y sabe a poco, pues ella puede hacer bastante m¨¢s en ese terreno que une al flamenco experimental con las fuentes de la danza moderna.
Falta el rodaje, y el sonido en general no fue bueno, pero la puesta en escena es noble, con hermosos trajes y luces envolventes. Los espectadores, en pie, aplaudieron el empe?o.
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