Mallorca no es Argelia
El Colegio Alem¨¢n se refugia en la isla balear ante la violencia que vive el pa¨ªs magreb¨ª
"El paisaje, el clima y la bot¨¢nica de Mallorca son similares a los de Argel, pero aqu¨ª podemos vivir y disfrutarlos sin la situaci¨®n de violencia y peligro de all¨ª". Una profesora del Colegio Alem¨¢n de Argelia sintetiza la raz¨®n del traslado temporal de buena parte de esta instituci¨®n escolar a la isla balear, a causa de las agresiones integristas que los extranjeros sufren desde hace meses en el pa¨ªs magreb¨ª. Veinte alumnos, hijos de ciudadanos alemanes y de matrimonios mixtos, viven unas largas vacaciones forzadas, un periodo indefinido de estudio en el extranjero.El grupo de estudiantes, de edades comprendidas entre cinco y 16 a?os, tutelado por cinco profesores y tres padres, ha cambiado desde principios de a?o las aulas del Colegio Alem¨¢n sito en Cheraga por las habitaciones de un hotel de apartamentos para turistas en la bah¨ªa de Palma de Mallorca. Por razones de seguridad personal, ninguno de los interlocutores quiso identificarse. El director del colegio se neg¨® a realizar manifestaciones y durante m¨¢s de dos horas permaneci¨® hablando por tel¨¦fono.
"Por ahora no podemos regresar a Argelia", indic¨® uno de los tutores. "No tenemos ninguna comunicaci¨®n oficial, pero si la situaci¨®n no cambia continuaremos en Mallorca". A principios de a?o, los padres y profesores de la instituci¨®n alemana, apoyada por el Gobierno de su pa¨ªs y radicada en la zona residencial de Cheraga, cerca de Argel, determinaron que era imprescindible alejar a los ni?os del clima de violencia y tensi¨®n que se vive en Argelia. De los 49 alumnos, tras las vacaciones de Navidad s¨®lo seis se reincorporaron a clase. La mayor¨ªa se qued¨® en Alemania.
Cuando a mediados de enero lleg¨® la expedici¨®n a Mallorca, ocup¨® un hotel en la playa de Palma. D¨ªas despu¨¦s prefiri¨® establecerse en un establecimiento que alquila apartamentos con cocina incluida. "No se nota en absoluto su presencia, son unos clientes m¨¢s educados y silenciosos. Es como si no estuvieran", manifest¨® un recepcionista del hotel. El aula central del colegio provisional est¨¢ en la ¨²ltima planta de bloque de apartamentos tur¨ªsticos. Ayer al mediod¨ªa, tras un almuerzo a base de ensalada de zanahoria y un guisado de verduras, el alumnado reanud¨® una clase unitaria de estudio. Antes de sus clases vespertinas, la mayor¨ªa correte¨® por las terrazas y zonas deportivas.
El m¨¢s peque?o, un ni?o rubio de cinco a?os, se entreten¨ªa con un tebeo. A su lado, dos ni?as repasaban matem¨¢ticas y hac¨ªan gui?os al fot¨®grafo. En una esquina de la gran mesa de la sala comedor tres muchachas de 15 a?os, de tez y pelo morenos, le¨ªan el mismo libro. Una profesora nos las se?al¨® y solicit¨® que no aparecieran en las fotos. "Es por razones de seguridad", agreg¨®. "Ellas alg¨²n d¨ªa han de regresar, porque sus padres son argelinos".
La direcci¨®n del colegio tiene previsto prolongar varias semanas la estancia en Mallorca. La presencia de dos furgonetas del centro con matr¨ªcula argelina aparcadas en la entrada del hotel, trasportadas en barco desde Argel, no dan sensaci¨®n de provisionalidad. El gasto de, la estancia corre a cargo de los presupuestos ordinarios del colegio.
El traslado definitivo de la instituci¨®n a Mallorca, un lugar a poco m¨¢s de una hora de vuelo de avi¨®n de Argelia, no es un prop¨®sito inmediato. Un empleado de la Embajada alemana en Argel, padre de uno de los alumnos, dijo que de los 300 alemanes que viv¨ªan en Argelia, ahora s¨®lo quedan en el pa¨ªs la mitad. Un reportero de la televisi¨®n alemana, padre de un alumno, aprovecha la visita para realizar un reportaje. Este padre cree que los ni?os no se han librado de las consecuencias psicol¨®gicas de la situaci¨®n argelina. "Desde que en Argelia se vive este clima de violencia mi hijo se sobresalta por nada", dice.
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