L¨®gico expediente
UN MES y cuatro d¨ªas despu¨¦s de la intervenci¨®n de Banesto, y justamente el mismo d¨ªa en que sus acciones volv¨ªan a cotizar en la Bolsa, el Banco de Espa?a decidi¨® abrir expediente disciplinario a su ex, presidente Mario Conde y a todos los miembros que formaban el consejo de administraci¨®n destituido. El expediente -anunciado en su d¨ªa por este peri¨®dico y desmentido por otros con fruici¨®n- era una consecuencia l¨®gica despu¨¦s de que el gobernador, Luis ?ngel Rojo, calificara como "artificios contables" algunas de las actuaciones de los anteriores gestores de Banesto. Las sanciones que prev¨¦ la ordenaci¨®n vigente para faltas graves o muy graves pueden llegar a la inhabilitaci¨®n para ocupar cargo alguno en una entidad financiera hasta un m¨¢ximo de 10 a?os y multa de hasta 10 millones de pesetas.La instrucci¨®n del expediente puede durar hasta 18 meses. La complejidad del asunto y la gravedad del posible castigo exigen plenas garant¨ªas para los expedientados, pero ello deber¨ªa ser compatible con un acortamiento del periodo de instrucci¨®n.
Coincidiendo con la apertura de este expediente que pone fin a las especulaciones sobre un posible arreglo particular entre el Banco de Espa?a y la anterior administraci¨®n de Banesto que hubiera sido del todo inadmisible, las acciones de Banesto han vuelto a cotizar en el mercado burs¨¢til con una demanda que ha superado todas las expectativas, al menos las de los propios gestores actuales del banco. Tras un mes de suspensi¨®n, en las sesiones del martes y mi¨¦rcoles, el valor de mercado de las acciones ha llegado a duplicar ampliamente el valor en libros (400 pesetas) resultante tras los saneamientos acordados entre el nuevo equipo gestor, el Banco de Espa?a y- el resto de los bancos privados. En todo caso, es preciso recordar, el valor de mercado actual es muy inferior a las 1.995 pesetas que cotizaba la acci¨®n de Banesto en el momento de la suspensi¨®n por la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
De mantenerse en las jornadas sucesivas esa distancia entre el precio de mercado y el valor contable de la acci¨®n, los inversores estar¨ªan anticipando la posibilidad de realizar beneficios como consecuencia de una de las dos circunstancias siguientes (o de ambas a la vez): primera, el saneamiento ha sido excesivo, es decir, los activos saneados disponen de un valor superior al determinado por los nuevos gestores (o los pasivos son inferiores); segunda, los inversores ven posibilidades de venta de las acciones a un precio equivalente o superior al que hoy fija el mercado.
La primera de esas hip¨®tesis afectar¨ªa a los que han soportado el saneamiento, pero con implicaciones bien distintas. Los accionistas antiguos, lejos de ver reducido el valor de sus acciones, al valor nominal propuesto, de 400 pesetas, comprueban que el quebranto patrimonial ha sido menor, ya que disponen de la posibilidad de recuperar m¨¢s del doble de su valor nominal. No ocurre, por el momento, otro tanto con el resto de los que han soportado el saneamiento -el Banco de Espa?a y el resto de la banca privada-, en la medida en que su contribuci¨®n se materializar¨¢ mediante la compra de activos hoy verificados como no realizables (cr¨¦ditos en mora, fundamentalmente), cuya recuperaci¨®n no est¨¢ determinada por la evoluci¨®n de la cotizaci¨®n.
Ahora bien, la posibilidad de que el Banco de Espa?a -los contribuyentes espa?oles- recupere parte o la totalidad de esos 140.000 millones de pesetas comprometidos en el saneamiento depender¨¢ de las condiciones en que se lleve a cabo la ampliaci¨®n de capital prevista -180.000 millones de pesetas-. La suscripci¨®n de esa ampliaci¨®n de capital la realizar¨¢ en su totalidad el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos (FGD), que pasar¨¢ a ser el principal accionista de Banesto. Seg¨²n lo anunciado, el FGD proceder¨¢ despu¨¦s a colocar ese capital entre inversores. La adquisici¨®n de participaciones significativas, suficientes para ejercer el control, por otros bancos espa?oles es una de las principales opciones. Tambi¨¦n est¨¢ abierta la posibilidad de que el FGD venda su participaci¨®n en condiciones tales que no implique el control de ninguna instituci¨®n bancaria.
Surgen, por tanto, tres cuestiones relevantes para juzgar la gesti¨®n de la crisis por las autoridades: el precio al que el FGD suscriba esa ampliaci¨®n de capital, el precio al que posteriormente venda esas acciones y los destinatarios de la misma. De los dos primeros depender¨¢ en gran medida el coste neto para el erario p¨²blico. Razones hay, por tanto, para que el proceso abierto en esta segunda fase del reflotamiento de Banesto est¨¦ presidido por esa exigencia de absoluta transparencia y de ausencia de cualquier trato de favor que pudiera llegar a cuestionar globalmente la decisi¨®n de suspender la cotizaci¨®n y destituir a los antiguos gestores.
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