El cuatrimotor del 'Superdepor'
Una l¨ªnea de cuatro jugadores acompa?ando al bal¨®n permite que siete hombres puedan intervenir en cada acci¨®n
Dos goles en contra, y uno de ellos de penalti, en los ¨²ltimos diez partidos de Liga han convertido al Deportivo en el mejor equipo defensivo del campeonato. La red que atrapa al adversario en su aproximaci¨®n a Lia?o comienza en cuanto ¨¦ste pasa del centro del campo. Siete jugadores aguardan el avance; en cuanto lo neutralizan, ese mismo n¨²mero de hombres trazan la estrategia de ataque. Para culminarlo, tambi¨¦n hasta siete ocupan las posiciones clave.Para lograr que en el Deportivo haya siempre siete jugadores en disposici¨®n de cortar o apoyar la jugada, Arsenio cuenta con una l¨ªnea de cuatro hombres que barre el campo horizontalmente, acompa?ando siempre el viaje del bal¨®n. Logra as¨ª que, por donde pasen, el equipo nunca se encuentre en inferioridad ante el rival, pues atr¨¢s se suman los tres defensas y delante, los tres atacantes, consiguiendo en el centro ayuda de unos y de otros.
El cuatrimotor del Deportivo lo forman Donato y Mauro Silva por el centro, y Mariano o Rekarte (da igual que juegue uno que otro) y Nando por las alas. Los dos primeros son motores diesel, duros, infatigables e incombustibles; no dejan brizna de hierba sin pisar y tampoco dudan en arrancarla de cuajo si as¨ª fuera necesario para detener el avance contrario. Al lado de ambos, Mariano/Rekarte y Nando, con motores turbodiesel, capaces de superar su elevada velocidad de crucero con el cambio de ritmo necesario si tienen que persieguir un bal¨®n por la banda.
Los motores que alimentan al resto de jugadores tienen otras funciones. Atr¨¢s, Voro y Paco (sustituto de Ribera) no necesitan mucha movilidad; algo m¨¢s para apoyar el despligue. Delante, Bebeto juega con motor de inyecci¨®n para ser r¨¢pido y uebradizo en un palmo de terreno, mientras que Claudio representa la potencia y Fran, la inteligencia; si fuera, adem¨¢s, resistente, se tratar¨ªa de un prototipo.
Estos tres hombres de ataque se sit¨²an escalonadamente para organizar el contragolpe, mientras sus compa?eros hacen el trabajo sucio cuando el contrario aprieta. Siete suelen ser suficientes para detener al adversario, porque ¨¦ste no emplear¨¢ tampoco m¨¢s hombres y, en igualdad num¨¦rica, la ventaja ser¨¢ para el Deportivo, porque todos sus jugadores son individualmente eficaces y porque entre los contrarios que manejen el bal¨®n no todos tendr¨¢n un buen control t¨¦cnico y acabar¨¢n perdi¨¦ndolo.
Hasta que esto se produce, Fran, ladeado hacia la izquierda, espera que le llegue la pelota para decidir la mejor maniobra de ataque: apoyo en Claudio delante, lanzamiento largo a Bebeto o aguardar la llegada de Nando por la banda.
Estas opciones pierden eficacia si Fran, que ha dado diez centros de gol en el equipo, se incrusta en la defensa en salvaguarda del 0-0. Claudio y Bebeto quedan sin asistente y se produce un gran espacio entre ellos y el resto del equipo, que trabaja en esos momentos en reforzar la red que protege a Lia?o. El Deportivo reduce sus variantes ofensivas, pierde pronto el bal¨®n o lo retiene mientras se organiza y deja de ser entonces el equipo fresco, eficaz y brillante. Los jugadores aprendieron que el t¨ªtulo no se gana teniendo al pichichi y al Zamora de la Liga y han apostado porque Lia?o vuelva a ser el portero menos goleado.
Para resolver los partidos, ya cuenta con la regular fluidez del equipo, que le permite llegar f¨¢cil al ¨¢rea, o bien con la calidad de Bebeto para rubricar los ataques est¨¢ticos. Lo importante ahora es empatar los partidos complicados y ganar los sencillos.
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