Zhirinovski es la estrella

Vlad¨ªmir Zhirinovski, el ultranacionalista l¨ªder del Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD), se ha convertido en el pan de cada d¨ªa de los ciudadanos de Rusia: se desayunan con ¨¦l al abrir los peri¨®dicos o al escuchar las noticias matutinas y tambi¨¦n se van a la cama con ¨¦l, despu¨¦s de ver por la televisi¨®n el ¨²ltimo noticiario de la noche. Esta omnipresencia de Zhirinovski ha abierto una fuerte pol¨¦mica en el campo reformista entre los que piensan que se debe organizar un boicoteo informativo a este l¨ªder, al que comparan con Adolfo Hitler, y los que opinan que hay que seguir informando sobre ¨¦l, pero ridiculiz¨¢ndolo.Los partidarios del boicoteo, por el momento, no tienen esperanzas de ganar, mientras que los partidarios de ridiculizar a Zhirinovski obtienen cada d¨ªa m¨¢s adeptos. As¨ª lo testimonian desde las ¨²ltimas declaraciones del ministro de Exteriores, Andr¨¦i K¨®zirev, hasta los art¨ªculos que publican en primera plana los diarios moscovitas.

"Debemos abrir un concurso para crear la mejor p¨ªldora Zhirinovski, que sirva para combatir la histeria, la sospecha y otros estados demoniacos", propuso K¨®zirev el martes pasado tomando a risa el ultim¨¢tum que el jefe del PLD le hab¨ªa dado, exigiendo que la canciller¨ªa rusa adoptara una posici¨®n claramente proserbia en el conflicto yugoslavo.

El mismo d¨ªa, el vespertino Vechernaya Moskv¨¢ publicaba el art¨ªculo Loye story, con el subt¨ªtulo de ?Qu¨¦ trata de ocultar el se?or Zh.?, acompa?ado de la foto del l¨ªder del PDL en una sauna en Yugoslavia. "Vlad¨ªmir V¨®lfovich ha logrado crearse una imagen de hombre duro, sin sentimentalismos, que no conoce las debilidades humanas, una imagen de l¨ªder superterrible. A todos los tiene muertos de miedo. Los turcos ahora, con s¨®lo o¨ªr su nombre, se esconden bajo la cama", escribe el popular diario, para concluir que "el se?or Zh.", como demuestra la foto, en realidad es muy pac¨ªfico, y en lo ¨²nico que piensa es en besar y abrazar al pr¨®jimo. El tono burlesco del art¨ªculo se ve muy reforzado por la abreviatura Zh., ya que en ruso se asocia con la abreviatura de la palabra zhopa, que significa "culo".

Trompazos en el comedor

Los reformistas ven a Zhirinosvki como un enfermo mental, un esquizofr¨¦nico, o como un payaso ("fracci¨®n de clowns ", llama el peri¨®dico Moskovski Komsom¨®lets al grupo parlamentario del PLD). Y la verdad es que el l¨ªder ultranacionalista da motivos para estas evaluaciones: de pronto comienza a gritar en la Duma, a ordenar a todo el mundo que se calle- "Aqu¨ª manda un partido, el PLD, y un hombre, yo"-, o se da de trompazos en el comedor del Parlamento con un colega, al que amenaza con meterlo en la c¨¢rcel en cuanto ¨¦l, Zhirinovski, se haga con el poder, cosa que no duda que ocurrir¨¢.La inclinaci¨®n hist¨¦rica de Zhirinovski no siempre aflora, a diferencia de su sentido del humor, cualidad que reconocen todos. Por ejemplo, a la amenenaza de ser procesado por su libro La ¨²ltima ofensiva hacia el Sur, Zhirinovski respondi¨® que estaba escribiendo una nueva obra que se titular¨ªa: El ¨²ltimo vag¨®n al Norte. ?ltima parada, Taimir. ¨²ltimo permiso de residencia, la tundra. Todo ruso entiende que, al decir esto, Zhirinovski est¨¢ amenazando con seguir el ejemplo de Stalin y, cuando llegue al poder, deportar a sus enemigos a las fr¨ªas extensiones del norte ruso. Pero la amenaza fue hecha con humor, y los presentes en la conferencia de prensa estallaron en carcajadas.

En el mundo interno de Zhirinovski reina el humor y, quiz¨¢, como le imputan, cierta anormalidad, pero eso no significa que no tenga las ideas claras ni que ¨¦stas no sean serias.

"Me va bien porque al pueblo le va mal", dijo Zhirinovski en una conversaci¨®n con EL PA?S en 1991. Ya entonces aseguraba tener "mucho apoyo entre los militares", y no dudaba de que la mayor¨ªia de los uniformados votar¨ªa por ¨¦l cuando se le presentara la oportunidad. Tambi¨¦n pensaba obtener parte de los votos tradicionalmente comunistas. Y en las elecciones de diciembre pasado efectivamente los militares le apoyaron, as¨ª como obtuvo muchos votos en zonas famosas por ser baluartes comunistas. Esto demuestra que Zhirinovski sabe lo que quiere y que trabaja duro por alcanzar las metas que se ha propuesto. Por )eso hay que tomarse muy en serio sus ideas geopol¨ªticas y nacionalistas, que profesa desde hace mucho.

Zhirinovski ve en el mundo del futuro una gran Rusia, que se extiende desde el oc¨¦ano Glacial ?rtico hasta el ¨ªndico. El planeta estar¨¢ articulado de Norte a Sur, gracias a que las potencias se pondr¨¢n de acuerdo para dividir, por ¨²ltima vez, el globo en zonas de influencia estables. Pero si uno puede tener dudas en cuanto a la viabilidad de una nueva divisi¨®n del mundo, no puede dudar de que Zhirinovski, si alguna vez sube al poder, tratar¨¢ de recomponer el antiguo imperio zarista e incluso hacerlo m¨¢s extenso, apoder¨¢ndose de por lo menos, Ir¨¢n, Afganist¨¢n y Turqu¨ªa, y posiblemente de Pakist¨¢n.

Amargo remedio

Para Zhirinovski el remedio no puede ser dulce. Y es seguro que no le gustar¨¢ a muchos en Kabul, en Teher¨¢n, en Ankara. Pero para millones de personas ser¨¢ mejor [cuando Rusia haya impuesto su poder], o eso cree el l¨ªder ultranacionalista. "Tomemos, por ejemplo, aunque no sea m¨¢s que el Tayikist¨¢n de hoy. Est¨¢ en llamas. Por doquier, grupos armados, gente que huye al extranjero y gente que son refugiados en el interior del pa¨ªs. Gente que pasa hambre, que muere. ?Acaso esto es preferible al dominio de una gran potencia que impedir¨¢ que se use la fuerza para resolver los problemas? Hay que conservar la vida humana. No se puede aprender la democracia ba?¨¢ndose en sangre, mientras saquean, matan, violan a ni?as de seis a?os", escribe Zhirinovski.Ve a la Gran Rusia dividida en gobiernos o provincias, sin tomar en cuenta las nacionalidades de los que habitan estos territorios: "Mezcla de pueblos como consecuencia de la econom¨ªa, predominio del idioma ruso, del rublo ruso, del Ej¨¦rcito ruso como el m¨¢s eficaz". Este Ej¨¦rcito -compuesto s¨®lo por eslavos; los representantes de otras nacionalidades deber¨¢n pagar para poder servir en ¨¦l- garantizar¨¢ "la estabilidad en toda nuestra regi¨®n para Rusia y, en general, para la comunidad mundial".

?Podr¨¢ realizar Zhirinovski sus planes? ?l est¨¢ convencido de que s¨ª; no tiene dudas de que ganar¨¢ las pr¨®ximas elecciones o de que, incluso antes, quiz¨¢ el mismo Bor¨ªs Yeltsin, "con manos temblorosas", le encargue formar Gobierno este mismo a?o.