El congreso del PSC cierra en falso la crisis
El PSC clausur¨® su VII congreso ayer en Sitges (Barcelona), dejando abierta una fractura en las filas del socialismo catal¨¢n. La crisis que estall¨® el viernes se ha enquistado. Raimon Obiols sigue al frente del partido y, en una demostraci¨®n de fuerza sustentada en la ausencia de alternativas para relevarle, desbanca a Josep Maria Sala de la secretar¨ªa de organizaci¨®n. Obiols fue reelegido anoche como con el 63,6% de los votos de los congresistas, en una votaci¨®n que puso de manifiesto la fuerza de sus detractores pero que no consigui¨® humillarle como hab¨ªa sucedido el viernes. De los seis dirigentes que componen el Comit¨¦ de Acci¨®n Pol¨ªtica, el reducido n¨²cleo que concentra todo el poder, el que recibi¨® menos votos fue Narc¨ªs Serra: el 61,6%.
El gran rival de Obiols en este congreso, Josep Maria Sala, obtuvo el 68,8%. El m¨¢s votado fue el ministro de Obras P¨²blicas, Jos¨¦ Borrell, que recibi¨® el 85,5%, benefici¨¢ndose de haber quedado totalmente al margen de la dura pugna de los ¨²ltimos meses. El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, obtuvo tambi¨¦n un resultado superior al de Obiols y Sala, el 70,7%.El congreso ha castigado la indecisi¨®n de Serra, que aparece como uno de los perdedores de esta batalla. Por una parte, unos le han recriminado no haber tomado el partido en sus manos el viernes despu¨¦s de que fuera desautorizada la gesti¨®n de Obiols. Otros le han recriminado no haber frenado la acci¨®n de los cuadros medios que organizaron la contestaci¨®n a Obiols.
El resultado fue acogido con alivio por las dos partes. Ambas ten¨ªan miedo a que los votos de castigo registraran proporciones mucho m¨¢s elevadas. Los partidarios de Obiols respiraron tranquilos cuando vieron que su l¨ªder superaba ampliamente el 60% de los sufragios. Los que lamentan que Sala haya tenido que dejar la secretar¨ªa de organizaci¨®n se han consolado viendo que el voto de castigo de los de Obiols no consegu¨ªa colocarlo por debajo del propio primer secretario.
Sala resiste
Obiols, adem¨¢s, no ha logrado apartar a Sala de la c¨²pula directiva del partido, el nuevo sanedr¨ªn, ni evitar que el aparato organizativo pase a manos de un hombre de la confianza de este ¨²ltimo, Jos¨¦ Montilla, alcalde de Cornell¨¤ (Barcelona). El c¨®nclave, que puso de manifiesto un enfrentamiento entre las bases y sus dirigentes, acab¨® eligiendo un n¨²cleo de direcci¨®n formado por seis personas, Joan Revent¨®s, Raimon Obiols, Pasqual Maragall, Narc¨ªs Serra, Jos¨¦ Borrell y Josep Maria Sala.Las serias dificultades con que han topado los m¨¢ximos dirigentes socialistas estos dos d¨ªas para arbitrar una v¨ªa de salida al conflicto han puesto en evidencia la falta de sinton¨ªa que hay entre la ¨¦lite y los cuadros medios. Muchos de los congresistas part¨ªcipes del movimiento de contestaci¨®n a Obiols hac¨ªan patente su disgusto por la actitud que Maragall y Serra han adoptado ante la crisis. A ambos les reprochaban no haber aceptado alzarse como relevos del liderazgo de Obiols en los momentos m¨¢s agudos de la crisis. Casi como confirmaci¨®n a la falta de cicatrizaci¨®n de las heridas, Felipe Gonz¨¢lez, contrariamente a lo sucedido en el congreso anterior, no acudi¨® ayer a la clausura del c¨®nclave de los socialistas catalanes.
Adem¨¢s de los distanciamientos, el congreso ha puesto en evidencia el nacimiento de una nov¨ªsima din¨¢mica en la vida de los partidos, con dosis de pluralismo y debate interno evidentes. Cambios propiciados en parte por el voto personal y secreto estrenado en este congreso.
Dirigentes partidarios de Obiols y Sala coincid¨ªan ayer, en mayor o menor medida, en que la salida al conflicto adoptada era una soluci¨®n de compromiso de m¨ªnimos, quiz¨¢s la ¨²nica capaz de evitar un ep¨ªlogo traum¨¢tico, pero a todas luces insuficiente para cerrar de veras las brechas abiertas.
Muchos de ellos tem¨ªan que la f¨®rmula acordada s¨®lo sirva para que el PSC salga m¨¢s o menos airoso de este congreso, acuda el mes que viene al del PSOE y afronte en junio la campa?a electoral europea. Pero poco m¨¢s. A juicio de estas fuentes, la hoguera puede volver a prender por la m¨¢s peque?a chispa. El inminente debate interno sobre la designaci¨®n del futuro candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, donde cobra fuerza el nombre del alcalde de Gerona, Joaquim Nadal, puede ser una ocasi¨®n para ello.
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