El riesgo de contagio de hepatitis C en familia es escaso
Las posibilidades de que el virus de la hepatitis C se transmita entre los miembros de la misma familia por el contacto cotidiano o a trav¨¦s de las relaciones sexuales son escasas, a diferencia de lo que ocurre con el virus de la hepatitis B, seg¨²n varios expertos internacionales reunidos en el VI Simposio sobre Hepatitis Virales, celebrado la pasada semana en Madrid. La v¨ªa de transmisi¨®n conocida con certeza hasta ahora son los contactos con sangre infectada y el uso compartido de jeringuillas en drogadicci¨®n por v¨ªa intravenosa."Salvo la recomendaci¨®n de no exponerse a estos contactos, no es posible aconsejar unas medidas profil¨¢cticas" seg¨²n explic¨® Sheila Sherlock, del Royal Free Hospital de Londres y una de las mayores expertas mundiales en hepatolog¨ªa. S¨®lo un 3% de los contactos familiares muestran un riesgo de transmisi¨®n de este virus.
La hepatitis C es la m¨¢s grave de las hepatitis v¨ªricas conocidas y afecta a unos cinco millones de personas en el sur de Europa. En Espa?a, un 1% de los donantes de sangre est¨¢ infectado con el virus. Aunque el 50% de los casos responde bien al tratamiento con los antivirales disponibles, el otro 50% puede derivar en una cirrosis cr¨®nica o un c¨¢ncer de h¨ªgado. Se estima que el 80% de las hepatitis cr¨®nicas no A-no B adquiridas por contacto sangu¨ªneo se deben a este virus, del que se han descubierto hasta ahora cuatro tipos y 10 subtipos diferentes.
"Desconocemos las v¨ªas de transmisi¨®n en un porcentaje de casos" explic¨® D. Bradley, vir¨®logo del Centro para el Control de Enfermedades de Atlanta (Es tados Unidos). "Una hip¨®tesis es que se transmita por la saliva o por erosiones de la piel. Sin, e m bargo, los resultados muestran que la hepatitis C no es una en fermedad muy contagiosa".
Bradley desminti¨® que se hubiera descubierto un nuevo virus de hepatitis, aunque explic¨® que los diferentes tipos de lesiones hep¨¢ticas sugieren que un 10% de las hepatitis no A-no B podr¨ªan estar causadas por un virus diferente al de la C. En cuanto al logro de una vacuna, los expertos se muestran pesimistas. La dificultad para conseguirlo reside en la variedad de tipos de virus C y en su capacidad mutag¨¦nica. En los experimentos realizados en chimpanc¨¦s no se ha conseguido hasta ahora ning¨²n resultado.
Los expertos destacaron tambi¨¦n la importancia de conseguir cuanto antes una prueba diagn¨®stica que permita detectar el RNA del virus en la sangre, para poder asegurar con fiabilidad su presencia y cantidad en el organismo. La prueba de anticuerpos utilizada en los bancos de sangre permite detectar con cierta fiabilidad cuatro tipos de ant¨ªgenos del virus, aunque presenta un porcentaje de falsos positivos.
"El problema es que el virus C se presenta en cantidades muy peque?as en la sangre" explic¨® Sherlock. "Esto ocasiona que las t¨¦cnicas de amplificaci¨®n g¨¦nica (o PCR) para detectar el genoma del virus pueden incluso dar resultados falsos. Controlar el tratamiento de la hepatitis C s¨®lo con el nivel de transaminasas en sangre no es suficiente. Necesitamos saber si el virus mismo desaparece o no. Es urgente disponer de un arma diagn¨®stica fiable y sencilla para detectar el RNA del virus en la sangre", a?adi¨®.
La hepatitis B llegar¨¢ a ser a corto plazo "una enfermedad rara", seg¨²n el cient¨ªfico norteamericano H. Hoofriagle, del Instituto Nacional de la Salud de Bethesda (Estados Unidos), informa EFE. Esto ser¨¢ posible gracias "tanto a la vacuna contra la hepatitis B como a los avances en su tratamiento, que apuntan a que esta enfermedad ser¨¢ erradicada en los ¨²ltimos a?os", a?adi¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.